Irene Montero se aferra a Cataluña para reflotar Podemos

Las elecciones europeas son la gran oportunidad de la formación tras la ruptura con Yolanda Díaz

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La candidata de Podemos en las elecciones europeas, Irene Montero, en un acto este martes en Barcelona

BarcelonaPodemos obtuvo su primer escaño en unas elecciones europeas en el 2014. Diez años más tarde, Irene Montero tiene desde hace meses el 9-J entre ceja y ceja. Hace más de medio año, y con el estropicio con la vicepresidenta Yolanda Díaz ya consumada, el partido anunció que concurriría en solitario con la exministra de Igualdad como cabeza de cartel. Con los comicios en la esquina, Montero se juega parte del futuro de la formación este 9 de junio y desembarca en Catalunya para centrar gran parte de su campaña.

De entrada este martes ha celebrado un acto en el barrio de Sants de Barcelona, ​​pero además este miércoles estará en un debate en la Universidad Pompeu Fabra, participará en el debate de 3Cat y el acto central lo hará en Barcelona. Podemos no lo tendrá fácil aquí: el partido lila optó por no presentarse a las elecciones del 12-M ante las malas expectativas, su referente en Catalunya es Conchi Abellán, número 12 de la lista y una auténtica desconocida, mientras que los comunes tienen mayor implementación en Catalunya y se presentan con Jaume Asens, que ya ha concurrido a otros comicios.

De ahí que el liderazgo y la popularidad de Montero sean el principal activo de la candidatura. "Estoy contenta de tener mucho trabajo que hacer en Catalunya", ha comenzado el acto, que ha reunido a más de un centenar de simpatizantes. La guerra en Gaza y en Ucrania ha centrado buena parte de su intervención, y ha criticado que, en ambos casos, Estados Unidos es los principales beneficiados económicamente. Por ello, ha dicho Montero, la ruptura de relaciones con Israel es imperativa: "Las declaraciones de Milei son repugnantes y es un tipo siniestro, pero como puede que en 48 horas se rompan las relaciones con Argentina y en siete meses de 'exterminio planificado de todo un pueblo ¿no se haya hecho con el genocida Netanyahu?", remachó.

La exministra se ha referido también –aunque veladamente– a la formación de Díaz. Reivindicó su fuerza como la única "realmente transformadora", y dijo que en Podemos fueron dispuestos a "asumir el coste político" de su paso por el gobierno. En esta línea, ha afirmado que la gente progresista "no está contenta" porque se ha cambiado "un gobierno de transformación por uno que sólo busca titulares".

Más allá de la competición entre partidos, ambas formaciones comparten un mismo reto: movilizar al electorado a la izquierda del PSOE. Asens admitió este martes por la mañana que la ciudadanía está "cansada", pero hizo un llamamiento a la participación: "Nunca hasta ahora se había dado un cruce tan trascendental". Montero también ha animado a votar para evitar que vuelvan el "bipartidismo" y la "sociovergencia": "Quieren que todo vuelva a funcionar como funcionaba antes". Sea como fuere, a nadie se le escapa que el espacio electoral que comparten no es demasiado grande (y está amenazado por los socialistas y las izquierdas independentistas) y que los resultados de los comicios darán y sacarán razones de la ruptura de la confluencia electoral.

Confrontación con todos los eres y uts

Podemos y Sumar se han enfrentado dos veces en las urnas desde que se confirmó la ruptura con la coalición que lidera Díaz: en las elecciones gallegas de febrero y en las vascas de abril. En ambos casos Sumar quedó por delante de la formación de Ione Belarra, pero el batacazo de ambos partidos fue compartido: el BNG en Galicia y EH Bildu en el País Vasco arrasaron en el flanco izquierdo y los dejaron fuera del hemiciclo o con una representación muy escasa.

En las elecciones catalanas los comunes se ahorraron un rival político más y, por tanto, éstas son las primeras en las que ambas formaciones compiten cara a cara de forma más directa: hay circunscripción única, vota todo el Estado y la formación de Ione Belarra la tiene marcada en el calendario como clave para el futuro de la formación.

Un mal resultado para Podemos –quedar fuera del Parlamento Europeo lo sería– significaría dejar el partido en la UCI. Tras las últimas derrotas electorales no tienen prácticamente representación autonómica, la negociación de Díaz con Pedro Sánchez les dejó sin ningún ministerio ni cargos en el gobierno español, se fueron del grupo parlamentario de Sumar y sus cinco diputados en el Congreso comparten grupo mixto con los de Coalición Canaria, BNG, Unión del Pueblo Navarro y José Luis Ábalos.

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