Arte

Se prestan obras de arte

La Biblioteca de Palafrugell reactiva el préstamo de obras de arte de su fondo

La biblioteca de Palafrugell pone en marcha la campaña Emocio-nART-se para volver a incentivar el préstamo de obras de su fondo de arte
14/06/2024
4 min

PalafrugellEn 2008, los artistas Tano Pisano y Blandine Pellet impulsaron, conjuntamente con la Biblioteca de Palafrugell, el proyecto Arteca para ayudar a conocer a jóvenes artistas de la población y acercar el arte de manera fácil a la gente. De la misma forma que las bibliotecas públicas ofrecen en préstamo libros, devedés y cedés, desde hace dieciséis años, la biblioteca de la ciudad ampurdanesa también permite llevarse una obra de arte durante un mes a casa, prorrogable un mes más, si no hay nadie que le haya pedido.

'Atardecer', de Josep Plaja.

“Esta iniciativa surgió porque a muchos artistas jóvenes les cuesta mucho realizar la primera exposición. Las galerías de arte no quieren exponer obra de un artista desconocido si no saben quién es –explica Mercè Coll, actual responsable de Arteca–. Para ellos, tener la oportunidad de realizar una primera exposición para inscribir en su currículum es muy importante”. Por eso la biblioteca brinda a los artistas un espacio para realizar una exposición de sus obras ya cambio una de ellas debe quedar en el fondo de la biblioteca para el proyecto Arteca. En estos años, la biblioteca ha acumulado un fondo de unas ciento cincuenta obras, en un 90% cuadros de todos los tamaños y estilos: marinas, retratos, abstractos, conceptuales, etcétera, y el resto esculturas y obras de cerámica.

Collage con fotos de los artistas que han aportado obras en Arteca.
'Merienda', de Eloi Laporta.

Proyecto consolidado

Carme Fenoll era la directora de la Biblioteca de Palafrugell cuando nació Arteca. “En mi opinión, es una magnífica idea para acercar el arte a todo el mundo. Es un proyecto que me siento muy orgullosa de haber impulsado, y que dieciséis años después sea todavía un rasgo distintivo de la Biblioteca de Palafrugell me parece espléndido porque en este país es difícil mantener las buenas propuestas”. Sin embargo, Fenoll admite que esperaba que otras bibliotecas públicas se añadieran a la iniciativa pero no fue así. “Me hubiera encantado que se hubiera replicado en otros muchos lugares porque es una forma muy fácil de acercar el arte a todo el mundo con pocos costes. Los recursos económicos no son una traba”, señala.

De 2012 a 2017, Fenoll fue jefe del Servicio de Bibliotecas del Departamento de Cultura de la Generalitat y tiene una amplia experiencia en este mundo. “En el resto del Principado y del Estado no me consta que haya otra biblioteca que lo haga. En Europa existen algunas pero con algunas diferencias respecto al modelo de Palafrugell. En Francia algunos ofrecen este servicio pero pagando por el préstamo”, añade. “Nosotros sólo las dejamos en préstamo a socios con el carné de bibliotecas y que sean adultos. Si un libro se estropea se puede comprar otro pero una obra de arte es única”, señala Coll. “He hecho mucho biblioturismo por Europa y con el formato atrevido de Palafrugell no lo he visto en ninguna parte. Si en vez de hacerse en Palafrugell se hiciera en una biblioteca de Barcelona estoy convencida de que se habría hablado mucho más”, opina Fenoll.

'Maria', obra de Claudia Carreras.
'Empordà' de Caty Salazar
'Figura 5' de Mercè Lluís
Rosa Aguiló es una de las artistas que han aportado obras en el fondo.

Campaña para reactivar el préstamo

Desde que se puso en marcha la iniciativa ha funcionado muy bien, pero, como tantas otras cosas, la pandemia supuso un paro en seco. Lo fue por el préstamo de obras de artes pero también de libros y cultura en otros formatos, así como de presencialidad en las bibliotecas. Pero, así como los libros vuelven a prestarse con fluidez, el préstamo de obras de arte ha quedado parado y por eso, desde hace unos días, la Biblioteca de Palafrugell ha lanzado la campaña Emocio-nART-se con a intención de reactivar el préstamo de obras de arte y que vuelva al nivel de antes de la pandemia. “Creo que es una excelente forma de normalizar el consumo de arte, de desacralizarlo. Que puedan ir los niños con los padres a hacer la elección de las obras, de llevárselas a casa, y también que los artistas puedan vender su obra”, dice Fenoll. Porque los artistas ponen de su parte: en algunos casos van a escuelas a explicar su obra y dejan una en clase durante todo el curso o bien abren su taller en las visitas, ya que es una manera de introducir cese en el mercado y empezar a vender. Además, la biblioteca ha creado la página web arteca.cat en la que se pueden ver las obras que hay en el fondo, una ficha de todos los artistas y acceder a sus respectivas páginas web.

'Hormiga' de Carles Pagès
'Islas Hormigas' de Lola Barranco
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