Los problemas sexuales de Karl Lagerfeld

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Daniel Brühl interpretando al diseñador Karl Lagerfeld, conocido como el káiser de la moda.

Aprovecho la oportunidad que me da ser columnista del ARA para dejar testimonio escrito y público que, si en un futuro remoto mi fama crece exponencialmente y alguna persona considera que soy merecedora de un biopic post mortem, por favor, que no me lo hagan como el de Karl Lagerfeld. Me explico. El viernes 7 de junio la plataforma Disney+ estrenó una miniserie, muy bien hecha en el plano audiovisual y fantástica en el ámbito actoral, dedicada al diseñador de moda Karl Lagerfeld en la que apenas se habla de moda. Un enfoque, al menos, sorprendente si queremos contar la vida de un diseñador. Tan sólo podemos apreciar con un mínimo de atención dos trajes, uno diseñado para una Marlene Dietrich que se negó a ponérselo, por considerar que él no tenía suficiente talento. El argumento central es el de los problemas sexuales y los traumas emocionales del creador alemán, que sirven también para mostrar a uno de sus coetáneos y principal competidor, Yves Saint Laurent, como un personaje obsesivo, drogodependiente y con graves problemas psiquiátricos. Es aquí cuando aquel dicho de “No me ame tanto y ame mejor” toma todo el sentido.

No es la primera vez que esto sucede con los biopicos de moda: la película Coco antes de Chanel (2009), protagonizada por Audrey Tautou, acaba cuando la protagonista decide abrir la casa de moda, ya la serie de La casa Gucci (2021) la moda brilla por su ausencia. Hay otros ejemplos, como el de Halston (2021) o Yves Saint Laurent (2014), en los que disfrutamos de ciertas dosis de moda pero no faltan en ningún momento los escándalos, la homosexualidad, el abuso de drogas y la megalomanía, dando por hecho que son agentes que definen irrenunciablemente al sector. En cualquier caso, esta tendencia habla más de cómo somos como sociedad que de las personas a las que se quiere hacer “el homenaje”. Somos la sociedad del true crime y el reality, que cada año que pasa necesita aumentar la dosis de adrenalina, al tiempo que, poco a poco, desaparecen los programas dedicados a la cultura, por considerar que no vienen lo suficiente si no se les reviste de un enfoque de prensa rosa y amarilla.

Ciertamente, Karl Lagerfeld ha sido un personaje altamente polémico, cancelado en varias ocasiones por sus opiniones y creencias, aunque también ha gozado de homenajes sonados, como el hecho de que en el 2023 se le dedicara la Met Gala. No tengo claro que su talento como diseñador mereciera un biopic, pero lo cierto es que fue un creador con un gran olfato empresarial y comercial, sin el cual no se entendería el mundo de la moda del último cuarto del siglo XX. Con él y bajo el paraguas neoliberal de los 80, se redefinió el concepto del lujo tan denostado a raíz de las revueltas sociales de los años anteriores. Tampoco podemos olvidar que fue fundamental en la recuperación del sector de la alta costura, cuando estaba gravemente herido, desactualizado y en peligro de extinción. Al frente de Chanel, lejos de imponer un estilo personal, supo explotar y actualizar el estilo de la diseñadora, además de convertir a Gabriel Coco en el mejor de sus productos, siendo responsable de la imagen que ahora tenemos de ella.

En todo caso, es importante que se hable de moda para que se comprenda que es un sector creativo y cultural importantísimo, un fenómeno sociológico de primer orden y un sector empresarial y económicamente determinante. Pero, definitivamente, nunca se puede hablar de ello a cualquier precio. El dicho "Que se hable de nosotros aunque sea mal", en este caso, simplemente consolida el prejuicio de la moda como un sector frívolo, poblado de personajes hedonistas, movido por una riqueza y un elitismo inmorales y alejados totalmente del mundo. .Y esto está muy lejos de ser la realidad de la moda.

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