Cultura

Reus quiere ser capital del arte tecnológico

Lo hará de la mano del centro que impulsa el empresario Andreu Rodríguez

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Andreu Rodríguez con una de las obras que se podrá ver en el The New Art Centre en Reus.

El arte tecnológico es una disciplina en auge. Lo demuestra que ha pasado de representar sólo un 1% del total de la producción del mundo del arte, hace una década, al 8% de la actualidad. Reus quiere ponerse en los próximos años en el mapa mundial del arte tecnológico. Será de la mano de The New Art Centre, que la New Art Foundation pretende inaugurar el mes de noviembre en un espacio de 3.000 metros cuadrados dentro de los 14.000 metros cuadrados de una nave que se está construyendo desde el mes de septiembre del año pasado junto a la carretera entre Reus y Constantí.

Este proyecto no viene de la nada. Detrás está el empresario reusense pionero en el sector tecnológico Andreu Rodríguez, con veinte años de experiencia en el arte tecnológico que le han servido para detectar unas carencias y necesidades en este ámbito. El objetivo de The New Art Centre es cubrirlas, porque el objetivo que se plantea The New Art Foundation es la creación de un legado artístico vinculado a la ciencia y la tecnología, así como a la conservación y preservación para las futuras generaciones.

Un premio tecnológico pionero

El arte tecnológico es una disciplina con corta historia, escasamente medio siglo desde su prehistoria a partir de la aparición de la computación en los años setenta. Pero no es hasta finales de siglo que el arte tecnológico recibe un impulso importante con la aparición de más artistas que lo trabajan. Es en ese momento cuando Rodríguez crea un premio de arte tecnológico contemporáneo en una nueva categoría en el mundo del arte: el Premio Beep de Arte Tecnológico en Barcelona. Lo hace con su esposa, el artista Marie France Veyrat, y Arnau Puig, cofundador del Dau al Set. Corría el 2003. Tres años después, este proyecto primigenio recibió un nuevo impulso al crear los premios Arco Beep de Arte Electrónico, en colaboración con la feria de arte Arco. Desde entonces, el premio se ha ido haciendo mayor cada año y la colección de arte tecnológico del empresario reusense ha ido creciendo.

En 2015 nacía New Art Foundation, con los Colegios Profesionales de Ingeniería informáticos, de telecomunicaciones e industriales y el apoyo de la Universidad Abierta de Cataluña, así como el de una serie de empresas y profesionales destacados de Cataluña . Andreu Rodríguez se convertía en su presidente. El objetivo era ayudar a la comunidad artística a desarrollar nuevas prácticas tecnológicas, científicas, conceptuales y sociales. La Fundación difunde el arte en su intersección y transgresión con la ciencia y la tecnología como estrategia de desarrollo y empoderamiento social. Actúa no sólo como testigo, sino como agente activo, ya que uno de sus principales retos consiste en el desarrollo, conservación y preservación de un legado artístico vinculado a la ciencia y la tecnología, en el marco de su col colección. Primero desde Barcelona, ​​pero pronto se trasladó a Reus.

La New Art Foundation organiza una docena de exposiciones en el año en todo el mundo, además de participar en seminarios y festivales. El mundo del arte digital es un ecosistema pequeño a nivel mundial y la NAF está ahí desde el principio. "Nos conocemos todos, artistas e instituciones", explica Rodríguez.

Una década después de su creación, la New Art Foundation se ha convertido en un referente mundial, la primera colección privada del mundo de arte tecnológico con unas 160 obras, además de la participación en todo tipo de eventos en diferentes países. Actualmente incorporan cada año una decena de nuevas obras en la colección, la mitad de las cuales son producciones propias. Una decena se pueden ver ahora en una sala habilitada para explicar el proyecto de The New Art Centre, con el que The New Art Foundation quiere ir más allá y convertirse en agentes dinamizadores en el Camp de Tarragona y también de todo el país. “Concebimos a Cataluña como un Silicon Valley en Europa, con un área de expansión e influencia similar, territorial e intelectualmente, en la californiana”, señala Rodríguez.

Buscando la sostenibilidad

El gran reto, según el empresario de Reus, es hacer sostenible este centro de arte para no depender ni de las aportaciones de los mecenas ni de ayudas públicas. La detección de las necesidades de este sector abre la puerta a definir un modelo de sostenibilidad del centro. “No existe un almacenamiento adecuado de las obras. Un 70% de las obras con tecnología producidas se pierden. Los artistas que las realizan carecen de recursos para mantenerlas y conservarlas. La mayoría tienen un formato grande y se necesitan espacios grandes. La demanda crecerá”, explica Rodríguez, quien señala que el centro contará con técnicos propios y ofrecerá diferentes servicios a partir del know-how acumulado durante estos años.

El centro se financiará por diversas vías: recursos propios; servicios a la comunidad –alquiler de espacio de almacenamiento, restauración de obras, producción de obras, desarrollo de programas educativos, seminarios y talleres, visitas concertadas y programas de investigación–; aportaciones de las administraciones públicas; aportaciones de programas europeos; aportaciones de patrocinadores y colaboradores privados. La Diputación de Tarragona se ha implicado desde el principio apoyando el proyecto con una ayuda directa de 150.000 euros.

Europa mantiene un liderazgo en el mundo del arte tecnológico por delante de Estados Unidos, China y Corea del Sur. Los principales centros mundiales de arte tecnológico están en Karlsruhe (Alemania) y Linz (Austria), pero son públicos, no como The New Art Foundation, que será de naturaleza privada. Y es que uno de los objetivos del centro es fomentar el arte tecnológico en Cataluña a través de la atracción de talento y su potenciación en un espacio con los recursos adecuados.

Espacio y equipo de The New Art Centre

La mitad de los 3.000 metros cuadrados de The New Art Centre (NAF) serán para el almacén, pero al contrario de los almacenes de los museos tradicionales, éste será visitable. Habrá espacio para la obra y para su packaging. Habrá una sala de 500 metros cuadrados de exposiciones temporales donde se podrán ver muestras temáticas propias y externas. El espacio de taller tendrá otros 500 metros cuadrados, y se podrán producir obras nuevas y reparar otras. Hay otros dos espacios: una sala multiuso de 200 metros cuadrados para presentaciones y pruebas y una sala de 300 metros cuadrados para recepción y servicios del centro.

Se trata de un espacio inspirado por el Schaulager de Basilea y el Depot Boijmans Van Beuningen de Rotterdam. Un espacio de arte, adecuado a la especial casuística de las prácticas artísticas en la intersección y transgresión con la ciencia y la tecnología.

El equipo de The New Art Centre estará liderado por el triunvirato formado por Marie France Veyrat, Andreu Rodríguez y Vicente Matallana, éste último desde la dirección. Recientemente, una profesional especializada se ha incorporado a la NAF para hacerse cargo de la dirección gerente del nuevo espacio de arte en Reus. El equipo técnico estará formado por ingenieros, técnicos y artistas. Habrá un consejo asesor formado por artistas, comisarios, críticos, empresarios e instituciones, y se buscará una transversalidad generacional.

Alba G. Corral, desde el Ebro creando arte a partir del software

Alba G. Corral nació en Madrid en 1977, pero reside desde hace tiempo en la Ràpita. Con formación en ingeniería informática, es artista visual, desarrolladora de código y docente. Corral ha estado creando arte utilizando el software durante la última década. Su práctica se extiende a través del directo, vídeo, medios digitales e instalación. A través de distintas prácticas artísticas explora narrativas abstractas. Su nombre se ha dado a conocer mediante sus actuaciones audiovisuales en vivo, en las que integra la codificación y la elaboración, en colaboración con músicos en tiempo real. En el marco de la docencia enseña programación visual enfocada a diseñadores y artistas en diferentes espacios, tanto en charlas o en talleres como en workshops dedicados al código creativo con herramientas de software abierto.

La New Art Foundation cuenta con tres obras de la artista ebrense. Una de estas obras es la que invita a contemplar una mariposa en la Laguna de la Alfacada, una de las principales reservas de biodiversidad del Mediterráneo occidental ubicada en el Parque Natural del Delta del Ebro. La Mariposa de la Alfacada recrea mediante algoritmos la belleza y fragilidad de una mariposa, la belleza y fragilidad de un ecosistema, nuestro entorno, nuestra tierra.

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