Educación

"Me sacaron de clase para arreglar ordenadores"

Los estudiantes en prácticas del Instituto del Ebro denuncian "la presión" que recibían trabajando en el centro

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Dídac Moreno, estudiante tortosino en el IES Ebre y afectado por el presunto entramado fraudulento de prácticas.

TarragonaLos alumnos de FP que fueron seleccionados por el Instituto del Ebro para realizar las prácticas en el mismo centro donde estudiaban, en lugar de hacerlas en una empresa privada, sufrían una serie de problemas que acababan poniendo en riesgo su aprendizaje. Según el testimonio de estos adolescentes, algunos profesores eran incapaces de separar la formación académica de la laboral, lo que les suponía un agravio muy peligroso. En alguna ocasión, incluso, habían pedido a un alumno que, en horario escolar, saliera de clase para solucionar un problema informático. "Recuerdo que era una clase que me interesaba mucho porque explicaban cómo configurar el login de una aplicación. Pero me vinieron a buscar y me sacaron del aula porque se les habían caducado unos certificados digitales de un ordenador del área de dirección y tenía que arreglarlo", explica Dídac Montero, un estudiante que estuvo cuatro años en esta situación.

Su horario durante aquella época era trabajar por la mañana en el centro e ir a clase por la tarde.Algunos días que se le acumulaba mucho trabajo, había llegado a hacer jornadas de hasta doce horas, denuncia, también lamenta que a veces, cuando algún profesor le veía en el patio, durante su tiempo de descanso, o se le cruzaba por el pasillo, también le pedía que le acompañara porque había surgido algún problema informático que había que resolver inmediatamente "Solía ​​pasar que los profesores del centro no respetaban los turnos", lamenta: Negarse a realizar estos trabajos fuera del horario laboral comportaba el riesgo de sacar malas notas, ya sea en las prácticas como en las asignaturas que daban éstos docentes

El profesor que ha denunciado el centro por estas prácticas, Sergi Tur, explica que "el hecho de que los mismos profesores fueran los que coordinaban el trabajo de los alumnos provocaba que si no trabajaban bien en el instituto los castigaban por la parte académica". Es para evitar esta confusión, entre otros aspectos, que la normativa deja claro que no se permite realizar las prácticas "en el centro docente en el que el alumno está matriculado". La ley todavía va más allá y "para mantener la objetividad en la evaluación" incluso desaconseja que "el alumnado haga las prácticas en empresas de familiares o en aquellas empresas donde preste servicios algún docente en relación directa con el 'alumno'.

En Dídac, como otros alumnos consultados, critican que el centro esperaba de ellos "un rendimiento profesional" y que estaban sometidos a "mucha presión". También coinciden en denunciar que muchas de las tareas que les hacían realizar no tenían nada que ver con lo que estaban estudiando. Sencillamente, resolvían todo tipo de necesidades que tuviera el centro. "No era lo habitual, pero en una ocasión tuvimos que hacer también instalaciones de cables en aulas donde no había nada", explica Dídac, que no tenía ninguna formación para trabajar como electricista. Algunos alumnos tenían mucho interés en formarse en el campo de la programación informática, pero como en el centro sólo desarrollaban trabajos de mantenimiento, nunca llegaron a formarse profesionalmente en este campo.

Currículum en falso

En la vida laboral de estos alumnos figura que estuvieron durante años trabajando por empresas privadas que nunca pisaron. Algunos alumnos, que ya han abandonado el centro, han relatado sus problemas a la hora de preparar su currículum para buscar trabajo, ya que, en realidad, trabajaban por el instituto. "Hay alumnos que en las entrevistas de trabajo les preguntan sobre la empresa en la que en teoría han hecho la formación y se ven forzados a mentir. Otros, directamente, renuncian a buscar trabajo por la zona para evitarse este trance" , explica Tur, que se ha entrevistado con muchos de estos estudiantes.

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