Los últimos días sirven de ejemplo de lo compleja y agónica que puede llegar a ser la actual legislatura para Pedro Sánchez, que, sin embargo, siempre acaba encontrando un resquicio para asomarse a este jueves. que era clave para que Bruselas autorizara un nuevo desembolso de fondos europeos. Ahora bien, para ello ha tenido que renunciar al grueso de las medidas pactadas con Sumar: no habrá impuestos en los yates ni en los coches de lujo, tampoco se acaba con el régimen fiscal especial de las socimis, el IVA de los pisos turísticos no se incrementa ni se tocan las exenciones vinculadas a los seguros privados. es así porque para sacar adelante ese paquete de medidas de carácter progresista se necesitaban los votos de Junts y el PNV Lo que sí se ha salvado es el impuesto a la banca (cuya recaudación irá a las comunidades autónomas), mientras que el de las grandes eléctricas se estudiará ahora como proyecto de ley para intentar encontrar un descorazonador entre todos los partidos. match ball para el gobierno español y le da oxígeno de cara a la gran batalla que se abrirá ahora: la de los presupuestos. convertido en costumbre pedir la dimisión de todo el ejecutivo. Aldama, que ha salpicado a Pedro Sánchez y otros dirigentes socialistas en el caso Koldo pero sin aportar ninguna prueba. No es serio reclamar la dimisión de un gobierno por una simple declaración de alguien que está acorralado e intenta ganarse el favor del juez y la Fiscalía, pero el PP salió en tromba porque necesitaba tapar el fracaso del miércoles, cuando el Partido Popular Europeo dejó en ridículo Alberto Núñez Feijóo anunciando su apoyo a Teresa Ribera mientras ésta comparecía en el Congreso español
Con todo, estos son los dos ingredientes básicos de una legislatura de alto voltaje que está condenada a transitar siempre en un difícil equilibrio entre dos acantilados: oposición frontal de la derecha, la política pero también la judicial, la mediática y la económica, y las profundas diferencias, por no hablar de la rivalidad extrema que profesan partidos como ERC y Junts, entre todos los socios que son imprescindibles para sacar adelante cualquier iniciativa. Sin embargo, la gran prueba de fuego serán los presupuestos, pendientes ahora del resultado del congreso de ERC para entrar en la fase decisiva de la negociación. Estas cuentas tendrán que tener como centro de gravedad la reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA en Valencia, pero políticamente serán también la palanca que debe servir a Sánchez para alargar al máximo la legislatura y frenar los rumores sobre un posible adelanto electoral.
Eso sí, siempre que en el caso Koldo no aparezcan novedades, y sobre todo pruebas concluyentes, que hagan inasumible la continuidad de la legislatura.