Industria

La sequía amenaza a la industria catalana: "Los efectos son incuantificables"

Las patronales reclaman ayudas a los sectores más afectados para evitar cierres: "Pedimos subsistir, como en la pandemia"

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Un operario de Olot Meats utilizando agua a chorro para limpiar sus instalaciones.

BarcelonaLa amenaza de la sequía también está presente en todas las fábricas del país. La declaración de la fase de emergencia en las demarcaciones de Barcelona y Girona, debido a la situación de los embalses que las abastecen, obliga a la industria instalada en los 202 municipios afectados a reducir el consumo de agua un 25%. Mejor suerte tienen por el momento las fábricas de Tarragona –donde está el clúster químico, que también utiliza mucha agua y tiene un sistema de regeneración de aguas– y Lleida –el territorio con mayor peso relativo de los sectores primario e industrial–. Afrontan reducciones menores porque la sequía no está en tan avanzada fase, pero no están a salvo.

"El efecto más directo lo sufrirán las comarcas en emergencia y los sectores con el agua como base de producción –como agroalimentario y el químico, que representan el 20% y el 17% del consumo industrial total–, pero hay que tener en cuenta que muchos están vinculados a una economía aún más afectada que la industrial: el sector primario. pueden tener efectos colaterales. Los efectos son incuantificables", explica al ARA el director de empresa de Pimec, Carles Mas.

Entre estos efectos se cuenta la falta de productos en el sector servicios debido a eventuales reducciones de producción. "Además, Andalucía está también en sequía, y es el otro gran productor del sector primario", añade Mas. Si las cadenas de producción fallan, pueden llegar a aumentar los precios de los alimentos.

Para tomar perspectiva, la industria catalana representa tan sólo un 9% del consumo total de agua en Cataluña, mientras que su peso en términos de valor absoluto agregado –un indicador similar al producto interior bruto que mide el nivel de actividad económica– ronda el 20%. La demanda de agua de toda Cataluña es de 3.000 hectómetros cúbicos al año (hm³/año) en una situación de normalidad, y el consumo industrial, de 279 hm³/año, según cifras de la Agencia Catalana del Agua (ACA).

El sector agrícola, principal damnificado

La agricultura es la actividad económica más afectada, puesto que la entrada en la fase de emergencia supone una reducción drástica del agua para el riego. "Hay zonas que tienen daños importantes, no sólo de pérdida de cosecha o bajada de producción: la sequía puede provocar que algún arbolado no sobreviva y, en el caso ganadero, si el ganado no bebe agua suficiente, puede obligar a la compañía a deshacerse de ellos", explica al ARA el director de sostenibilidad de Foment del Treball, Salvador Sedó.

En el ámbito productivo, una eventual reducción del 25% del consumo de agua en empresas agroalimentarias puede suponer paralizar líneas de producción. "Un ejemplo es el pan: el 80% es agua. No se puede reducir un 25% el consumo de agua, en todo caso podrían reducir un 25% sobre el total de productos que hacen. Algunas empresas del sector agroalimentario explican que reducir un 25% el consumo de agua destinada a la limpieza o determinados procesos no significa reducir un 25% la producción, sino hacerlo un 50% o más", detalla Mas.

El sector agroalimentario es el que más factura en Cataluña. El impacto en sus empresas puede acabar repercutiendo bastante en otros sectores: las comarcas de Osona y la Garrotxa, y también la demarcación de Girona, tienen una economía local muy vinculada. "Puede empezar a generar una dinámica negativa, que se contagie al sector servicios local: es imposible valorar los efectos", explica Mas.

Miles de litros para hacer carne, coches y ropa

Lo cierto es que la industria lleva tiempo avanzando los deberes: Seat, la compañía con más trabajadores y principal exportador de Catalunya, ha reducido un 45% su consumo de agua desde 2010. El sector del automóvil, desde la empresa más pequeña de mecanizados –que enfría las máquinas con fluido de corte, un líquido compuesto de agua y aceites que también sirve para eliminar la viruta– hasta la fábrica de Martorell, también necesita agua: producir un solo coche requiere de media unos 1.950 litros.

Parece una cantidad elevada, pero es muy inferior a los litros que necesitan otros productos que tienen una vida útil mucho más corta y que también se elaboran en nuestro país: la huella hídrica de producir un kilogramo de carne en Cataluña es de entre 5.500 y 7.500 litros, entre dos y tres veces menos que la media mundial. La principal fuente de consumo en terneros de engorde es el pienso, que representa el 70%. Fabricar una camiseta de poliéster de 200 gramos requiere 680 litros de agua de media.

Más allá de los campos de cultivo, la sequía ya ha hecho estragos. En el propio sector del automóvil, algunas empresas de distribución de vehículos se han visto obligadas a entregarlos sin lavar: a cambio, ofrecen un servicio de limpieza en seco para los concesionarios que lo deseen. Lo explicaba la Patronal Catalana de la Distribución de Automoción (Fecavem) esta semana. Limpiar el coche en un túnel de lavado supone 60 litros, mientras que en casa puede llegar a 400 litros.

En el caso de la industria química, puede haber problemas importantes de suministro de principios activos para realizar fármacos, donde el agua es un elemento importante del proceso: "Es un sector que ya ha hecho muchos esfuerzos en optimizar recursos; si deben reducir un 25% más, quizás deben parar la producción o trasladar producciones de cara al futuro", explica al ARA Juanjo Meca, secretario general de Fedequim.

Ayudas para evitar cierres

"Pedimos ayudas para acelerar la eficiencia del agua a corto plazo y poder reducir su uso. También pedimos que si hay empresas que ven amenazada su viabilidad, tengan algún acompañamiento financiero para que no tengan que cerrar", explica. Mas. La patronal de las pequeñas y medianas empresas ha puesto ya en marcha una encuesta para evaluar el impacto de las restricciones sobre el tejido industrial catalán.

Las restricciones decretadas por el Gobierno podrían derivar incluso en expedientes de regulación temporales de empleo (ERTO), como ocurrió durante la pandemia. Es por ello que Foment del Treball pide compensaciones y que se declaren servicios esenciales para determinadas industrias, como la alimentaria, que debe garantizar las líneas de frío y congelados. "También pedimos la modificación de un decreto de usos de aguas regeneradas para que así se puedan utilizar para limpiar granjas", añade Sedó. "Pedimos subsistir, como en la pandemia", insiste Mas.

La patronal de las grandes empresas ha solicitado al Govern una normativa clara para que los ayuntamientos puedan aplicar las restricciones y las empresas no tengan que ir pidiendo permisos. La industria está pendiente de cómo aplicar las medidas y pide concreciones: hay fábricas que son muy intensivas durante una época del año y no es lo mismo cumplir objetivos de consumo de agua semanales, mensuales o trimestrales.

Hasta 41 millones de euros en ayudas

Todas estas demandas están ahora sobre la mesa del Gobierno, que ya ha expresado que "estará al lado" de la industria en este proceso para ayudar a realizar posibles proyectos de reducción de uso de agua. Fuentes del ejecutivo consultadas por este diario explican que por el momento las líneas de ayudas del departamento de Empresa y Treball priorizarán los proyectos que supongan un ahorro de agua en la industria. Estarán dotadas con hasta 41 millones de euros. Paralelamente, se está elaborando un estudio para proporcionar recomendaciones para la mejora de la gestión del agua en el sector industrial en Cataluña.

Las reducciones de consumo decretadas para la industria están recogidas en el Plan Especial de Actuación en Situación de Alerta y Eventual Sequía (PES), que contempla la posibilidad de flexibilizar estas reducciones para las empresas que presenten un plan de ahorro a la ACA. Si se acepta, la agencia puede resolver aplicar un porcentaje de reducción inferior en función de las particularidades de cada uso, las afectaciones o interferencias que estos aprovechamientos suponen para los abastecimientos municipales de su entorno.

La industria, un actor fundamental

Para Joan Tristany, director general de Amec, la asociación de empresas exportadoras, la industria es parte de la solución: caminar hacia un consumo más eficiente y sostenible del agua pasa por las innovaciones tecnológicas que puedan desarrollar las empresas industriales. "La industria es importante para que el consumo de agua en todos los demás ámbitos sea lo más eficiente posible; por tanto, es un actor fundamental", defiende en declaraciones al ARA.

Un ejemplo sencillo son los inodoros: años atrás los descargadores de los lavabos sólo tenían una posición, ahora tienen otra de media descarga. "La industria ha optimizado los procesos productivos desde 2008, el último gran episodio de sequía", recuerda. Más allá de ello, afirma que son necesarios efectos paliativos para alargar las reservas de agua actuales, legislar con incentivos y apostar por las infraestructuras, tanto por las desalinizadoras como por una buena red que evite las pérdidas y las ineficiencias en el consumo .

Xavier Amores: "La disponibilidad de agua puede ser un factor clave para nuevas inversiones"
  • Xavier Amores es el director del Catalan Water Partnership, el cluster catalán del agua, una asociación que integra empresas y centros de conocimiento del sector del uso sostenible del agua. Tiene por objetivo promover la investigación, la innovación y mejorar la eficiencia del uso de este bien de primera necesidad.

  • ¿Qué impacto tendrá en la industria la fase de emergencia?

    La reducción del 25% en la industria ubicada en los municipios en situación de emergencia afectará de forma transversal a todos los sectores. Muy especialmente para los grandes consumidores de agua como el sector químico, la industria agroalimentaria, farmacéutica o papelera, y con especial relevancia para aquellos que incorporen el agua a su producto y no sólo en el proceso.

  • ¿Qué efecto pueden tener las nuevas medidas en la industria?

    Parece obvio que estas reducciones pueden tener un efecto de paro de una parte de la actividad económica y de pérdida de competitividad temporal en algunas empresas que no hayan realizado las inversiones necesarias hasta ahora. Desde el cluster del agua de Cataluña hace muchos años lo avisamos a todos los sectores económicos ya la administración; por nuestra experiencia internacional es algo que sabemos que han sufrido en otras partes del mundo con climas similares al nuestro, la disponibilidad de agua puede ser un factor clave tanto para nuevas inversiones como para la industria actual y las previsiones a futuro nos indican que el estrés hídrico se agravará.

  • ¿Qué han hecho desde el cluster desde que Cataluña está en sequía?

    Hemos trabajado en varios frentes para la industria. Especialmente en la sensibilización por poner en conocimiento las mejores tecnologías disponibles en los sectores, explicando casos de éxito y qué actuaciones pueden llevar a cabo. La tecnología puede contribuir a una reducción hasta cierto punto, lo que hace falta es ejecutar inversiones y tener una hoja de ruta clara. Más allá de la sequía actual, en los próximos años puede haber mayor recurrencia de este tipo de fenómeno y el precio del agua se encarecerá, ya que generar agua vía desalinización o regeneración tiene un mayor coste. En el último año hemos organizado jornadas con casi 4000 asistentes de todos los sectores, también de la industria.

  • ¿Cómo mitigar los efectos desde las fábricas?

    Hemos trabajado en proyectos de cálculo de la huella hídrica, de I+D y de trabajo cooperativo con otros sectores para promover una mayor eficiencia, reutilización o proyectos innovadores que a menudo necesitan pilotos para demostrar que estos ahorros pueden escalarse y se lleven a cabo con todas las garantías. Ahora mismo tenemos proyectos para ayudar a medir el consumo de agua y el impacto con metodologías como la de huella hídrica y cómo reducirlo con el sector cosmético. También para favorecer la digitalización y la reutilización del agua en la industria alimentaria –que tiene muchas barreras legislativas– con sectores como el de la carne y con proyectos integrales de ahorro con el sector del vino haciendo recomendaciones y diagnósticos en bodegas de todas las dimensiones. Trabajamos estrechamente con clusters, asociaciones, polígonos industriales o ayuntamientos y los operadores para ayudar en esta transición.

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