Covid persistente: el 56% de los enfermos tienen síntomas durante al menos dos años
Ser mujer, tener una infección grave y tener una enfermedad crónica previa son factores de riesgo, según un estudio

BarcelonaAunque han pasado cinco años desde el estallido de la pandemia, para muchas personas el coronavirus aún no forma parte del pasado. La cóvida persistente mantiene atrapadas a muchas personas en la enfermedad y, en la mayoría de los casos, esto supone tener síntomas durante al menos dos años. Éste es el tiempo mínimo que pasan enfermas el 56% de las personas que tienen cóvido persistente, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP). De hecho, hay afectados que un lustro después no se han curado.
El estudio, elaborado a partir del seguimiento de 2.764 adultos, indica que la persistencia de los síntomas afecta al 23% de las personas infectadas entre 2021 y 2023. Estas pacientes mantienen problemas respiratorios, neurológicos, digestivos o generales, como fatiga y es fatiga. Y los resultados del estudio indican que ser mujer, haber tenido una infección grave de cóvido-19 y tener una enfermedad crónica previa, como el asma, son factores de riesgo para desarrollar cóvido persistente.
La obesidad y los niveles elevados de anticuerpos IgG antes de la vacunación también hacen que una persona sea más susceptible a esta enfermedad, que por ahora no cuida y que limita gravemente la vida de quienes la padecen. El estudio, en cualquier caso, indica factores de protección que podrían reducir el riesgo de sufrirla. Entre otros, la vacunación y llevar un estilo de vida saludable, es decir, con actividad física regular y un patrón de sueño adecuado. Los investigadores, además, concluyeron que el riesgo fue menor en personas que se infectaron después de que la variante ómicron se convirtiera en dominante.
Con los síntomas notificados por los participantes, que han hecho tres cuestionarios (2020, 2021 y 2023) y también han aportado muestras de sangre e historiales médicos, los investigadores han identificado tres subtipos de cóvido persistente, según si los síntomas son neurológicos y músculos.