El Estado negocia con los sindicatos que el nuevo operador de Cercanías dependa de Renfe para evitar la huelga
Los sindicatos apuntan que las filtraciones son interesadas y que el paro de servicio del lunes se mantiene


BarcelonaSe intensifican las negociaciones en Madrid las horas previas a la convocatoria de huelga de maquinistas de Renfe que debe empezar el lunes, con un paro de 24 horas de los conductores de trenes. El gobierno español estaría negociando con los sindicatos la posibilidad de que el nuevo operador de Cercanías que gestionará el servicio cuando culmine el traspaso "se ubique dentro del grupo Renfe a todos los efectos". Así se desprende de la filtración de un borrador de acuerdo entre el ministerio de Transportes y los sindicatos de Renfe y Adif que ha avanzado el ACN y al que también ha tenido acceso el ARA. El documento –que lleva el encabezamiento del ministerio de Transportes pero ningún sello ni firma alguna– también plantea que Adif mantenga "la administración integral" de la R1, entre La Sagrera y Maçanet-Massanes, una vez se produzca el traspaso de la titularidad de esta línea.
Después de que esta filtración salga a la luz, los sindicatos han mostrado su indignación y aseguran que se trata de informaciones "interesadas" y que la huelga sigue vigente. "Desmentamos cualquier acuerdo", apuntan desde el sindicato mayoritario de los maquinistas, Semaf. "No damos ningún crédito a las versiones que circulan de procedencia anónima y que parecen destinadas a provocar la desafección entre los profesionales ferroviarios decididos a secundar la huelga en defensa de los derechos que quieren tomarnos", han sentenciado en un comunicado.
A su vez, el ministerio de Transportes coincide en que se trata de un documento "apócrifo" y que no hay "nada cierto" por el momento. "Nosotros seguimos en las negociaciones", apuntan los portavoces del ministerio a este diario.
Los sindicatos CCOO, UGT, CGT, la Confederación Intersindical-SF y Semaf han convocado varias jornadas de paros totales y parciales para los días 17, 19, 24, 26 y 28 de marzo y 1 y 3 de abril para denunciar, dicen, los incumplimientos de los acuerdos firmados en el 2023 en relación al traspaso de Cercanías y la "privatización" del transporte de mercancías.
Negociaciones todo el viernes
La huelga comienza oficialmente el lunes, pero desde el jueves el ministerio y los representantes de los trabajadores intentan negociar un acuerdo para evitar unos paros que podrían colapsar el sistema ferroviario en toda España. El borrador –se trata de un documento, por tanto, que todavía podría sufrir cambios– pone sobre la mesa que la nueva sociedad mercantil dependa orgánicamente de Renfe "con respeto y garantía de los derechos laborales" pero que tenga su sede social en Catalunya.
El documento también recoge uno de los elementos que ya preveía el acuerdo entre el PSC y ERC: que la nueva sociedad tenga un consejo de administración formado por miembros del gobierno español y la Generalitat. En concreto, habla de nueve miembros, cuatro a propuesta de Renfe Viajeros, cuatro a propuesta de la Generalitat y un presidente con voto de calidad también a propuesta del gobierno catalán.
En cuanto al traspaso de la titularidad de las vías, el acuerdo señala que Adif seguirá manteniendo "la administración integral" de la línea R1 entre La Sagrera y Maçanet-Massanes y que el traspaso "no afectará a los derechos sociolaborales de las personas trabajadoras" de esta empresa pública.
Se prevé que las negociaciones se alarguen durante todo el día en Madrid. En una rueda de prensa este viernes por la mañana, la consellera de Territori, Silvia Paneque, ha afirmado que siguen trabajando para desconvocar la huelga. "Todos querríamos poder dar las garantías suficientes a los sindicatos para la desconvocatoria de la huelga, pero en cualquier caso estamos trabajando; todavía tenemos días por delante", apuntó. Paneque ha insistido en que el traspaso de Cercanías "no afecta" ni a los derechos económicos ni sociolaborales de la plantilla de Renfe y Adif. Territori no ha dado otro detalle sobre el borrador de acuerdo que ha trascendido en las últimas horas.
Reacciones políticas
Sea como fuere, la posibilidad de que la operadora nueva que debe gestionar las Cercanías en Catalunya acabe dependiendo orgánicamente de Renfe (que ya tenía una representación del 50%) ya ha despertado la reacción de algunos partidos políticos. El portavoz de Junts en el Senado, Eduard Pujol, calificó de "despropósito" la oferta del Estado.
"Todo lo que pase por Renfe es una mala solución. Este es el resultado del no traspaso entre ERC y el PSOE de Isla. La solución es traspaso y Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña. Cuando Esquerra negocia, el negocio de Robert y las cabras, y el PSC, rendido, aplaudiendo", ha dicho Pujol a través de su cuenta.