¿Dónde va y de qué sirve tu voto en Europa?
El Parlamento Europeo es colegislador y debe ratificar o tumbar el nombre del próximo presidente de la Comisión Europea
BruselasUnos 370 millones de ciudadanos de la Unión Europea están llamados a votar entre éste 6 y 9 de junio en las elecciones europeas. Estas elecciones son cruciales para los próximos años del bloque europeo, que estarán marcados por la guerra de Ucrania, la transición energética y el auge de la extrema derecha. Sin embargo, las instituciones de la Unión Europea y su funcionamiento son todavía unas grandes desconocidas para el público general y muchos electores no saben exactamente adónde va su voto ni qué influencia puede tener.
En primer lugar, cabe recordar que no se eligen directamente los altos cargos de la Unión Europea, como el presidente de la Comisión Europea, el Consejo Europeo o la Eurocámara, sino que se eligen a los eurodiputados que formarán el nuevo Parlamento Europeo. En cada estado se presentan en circunscripción única. Este año, a España le corresponden, de acuerdo con su población, 61 escaños, dos más que al final de la anterior legislatura, y el global de la cámara comunitaria tendrá 720, quince más.
Los eurodiputados que hayan obtenido representación, sin embargo, tampoco elegirán a los próximos líderes del bloque europeo. Son los gobiernos estatales los que negocian y apuntalan a los dirigentes, y el Parlamento Europeo sólo puede limitarse a ratificar o bloquear la elección consensuada entre los veintisiete estados miembros. Por este motivo, hace tiempo que diferentes partidos políticos europeos presionan para que la Eurocámara tenga más poder en este sentido y los líderes de la Unión Europea se elijan de forma más directa por parte de los votantes.
De hecho, en un intento de democratizar más la elección de los altos cargos de la UE, los grupos europarlamentarios acordaron antes de las elecciones europeas de 2014 presentar un candidato a presidir la Comisión Europea, que es el ejecutivo del blog. Sin embargo, sólo funcionó en los comicios de hace diez años y, en las elecciones del 2019, aunque ganó el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, los Estados miembros propusieron como líder de Bruselas Las Ursula von der Leyen, que no se había presentado ni en listas.
Ahora bien, aunque los Estados miembros juegan un papel mucho más relevante en la constitución de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo es también decisivo. El candidato al trono de Bruselas necesita a toda costa el visto bueno de la Eurocámara y, por eso, Von der Leyen, que aspira a revalidar mandato, está buscando apoyos parlamentarios por todos lados, incluso con el partido de ultraderecha de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni (Hermanos de Italia).
Hay que recordar que, tras las elecciones de 2019, Von der Leyen sólo fue ratificada por la Eurocámara como presidenta de la Comisión Europea por nueve votos de diferencia. Y, este año, aunque se prevé que reciba el apoyo del global de la familia socialdemócrata y liberal europea, puede que las cuentas aún le salgan más justas o, directamente, no le salgan.
Por un lado, las encuestas auguran un gran aumento de la extrema derecha en la Eurocámara, lo que puede complicar la suma de una mayoría parlamentaria para revalidar a Von der Leyen. Por el momento, entre la ultraderecha, sólo Hermanos de Italia parece abierta a votar por la conservadora alemana. Por otro lado, la disciplina de voto de los grupos europarlamentarios es muy laxa y hay eurodiputados socialdemócratas, liberales y conservadores que se niegan a votar a favor de Von der Leyen, por mucho que las direcciones de sus partidos a escala europea estén en ella favor, sobre todo ante la disposición de la candidata del PPE a romper el cordón sanitario con la extrema derecha y pactar con Meloni.
Un negociador en desigualdad de condiciones
El Parlamento Europeo y los Estados miembros –representados en el Consejo de la UE– negocian las normativas que la Comisión Europea propone. Es decir, sobre el papel, los eurodiputados son clave en el proceso legislativo de la Unión. Pero el problema es que juegan en desigualdad de condiciones respecto a los gobiernos estatales y terminan teniendo un papel más secundario.
Los eurodiputados suelen estar atados de manos y pies a los intereses nacionales, del gobierno de turno o de sus partidos a escala estatal. Por eso, es difícil que puedan hacer valer su posición, que a menudo es más proeuropea y progresista que la de los Veintisiete, y acaban cediendo. Dicho de otra forma, los únicos representantes que salen elegidos en las elecciones europeas acaban teniendo mucho menos poder de negociación que los ejecutivos de los veintisiete países del bloque comunitario.
- Juntos/No adscritos<p>El candidato es el exconseller Toni Comín y no forman parte de grupo.</p>
- PSOE/Socialdemócratas<p>La cabeza de lista es la actual vicepresidenta y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, y los socialistas españoles están integrados en la familia socialdemócrata europea.</p>
- Izquierda/Verdes<p>Lidera las listas Diana Riba y están integrados dentro del grupo de Els Verds.</p>
- PP/Partido Popular Europeo<p>La cabeza de lista es la exministra de Sanidad Dolors Montserrat y están integrados en el Partido Popular Europeo (PPE).</p>
- VOX/Europeos Conservadores y Reformistas<p>El candidato es Jorge Buxadé y están integrados en el grupo de ultraderecha Europeos Conservadores y Reformistas (ECR).</p>
- Ciudadanos/Renovar Europa<p>El cabeza de lista es Jordi Cañas y su grupo europarlamentario es el liberal Renovar Europa.</p><p><br></p>
- Sumar/Verdes y la Izquierda<p>La cabeza de listas es Estrella Galán y algunos de sus eurodiputados se adherirán al grupo de Els Verds y otros a los de la Izquierda.</p><p><br></p>
- Podemos/La Izquierda<p>La candidata es la exministra de Igualdad Irene Montero y están adscritos al grupo europarlamentario de la Izquierda.</p>