Cabaret Pop

Estas son las 'celebrities' a las que Anna Wintour ha vetado en la Met Gala

Personajes muy conocidos no han recibido nunca más la invitación de la alfombra roja más mediática del año por haber hecho algún comentario que no gustó a la poderosa editora de 'Vogue'

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Anna Wintour observando atentamente una desfialda de moda

BarcelonaHablar de Anna Wintour no es algo exótico y curioso, como podría parecer a los ajenos a la moda, es decir, a la mayoría de la sociedad. Todo lo contrario: su nombre siempre se tiene que pronunciar con la prudencia propia de quien sabe que aquella persona representa el poder con mayúsculas. Y es que la editora jefa del Vogue norteamericano es posiblemente la persona más influyente y poderosa de una de las industrias más multimillonarias del planeta. Es por eso que pocos osan llevarle la contraria y, en los pocos casos en los que se ha dado esta circunstancia, la cosa no ha acabado bien para ellos. No había que ser muy listo para saber cómo se las gasta alguien capaz de ocupar durante 35 años un cargo de dirección tan cotizado y con unas presiones tan insoportables como las del que ella ocupa. A veces pienso si quizás es un robot o un producto de la inteligencia artificial porque no me resulta creíble su hito.

La lista de damnificados a lo largo de las tres largas décadas de emperatriz del fashion business es larga pero hoy descartaremos todos a los que ha hundido solo con una mirada o con una no asistencia a uno de sus desfiles. Hoy, a las puertas de la Met Gala del 2023 –que se celebra nuestra madrugada del lunes al martes–, toca centrarnos en todos los famosísimos e importantísimos personajes a los que ha cerrado las puertas de la fiesta, el acontecimiento solidario más importante del mundo, que ella dirige desde 1995 con mano de hierro y en el que ejerce de portera de facto, cosa que le permite dejar llorando en la calle a muchas estrellas a las que muchos matarían para tener en sus acontecimientos.

La editora de Vogue, que tiene la misma edad que Bruce Springsteen –yo ya solo sé hablar este idioma...–, es como un águila real que sobrevuela los medios de comunicación de forma silente pero constante y cuando encuentra algo que no le gusta en cuanto a ella o a su fiesta en el Museo Metropolitano de Nueva York, ataca. El mejor ejemplo de esto fue cuando convirtió a Donald Trump en persona non grata. Esto pasó en 2020 y al expresidente no se lo ha visto nunca más en la gala del Met. La verdad es que este caso es un poco diferente del resto, puesto que al señor más naranja de Occidente no le hizo falta decir nada en concreto para no recibir nunca más ninguna invitación. Simplemente bastó con su existencia en estado natural.

Wintour, una británica que triunfó en Nueva York porque Londres le quedaba pequeño, explicó que no lo quería ver más en una entrevista televisiva de su amigo James Corden. Y así fue. Evidentemente, aquella velada nocturna, que siempre pivota alrededor de la creatividad y del respeto por todas las circunstancias humanas, se veía brutalmente salpicada por la asistencia de alguien cómo él. La periodista, que es una demócrata empedernida, tuvo la excusa ideal cuando Trump estaba al frente de la Casa Blanca diciendo una barbaridad tras otra. Técnicamente, para alguien como Trump, no ser invitado a la Met Gala es haber sido expulsado de la jet set neoyorquina y, de paso, del lugar donde pidió matrimonio a Melania, su actual esposa. Tres años después de aquella expulsión televisada, Trump ya no vive ni en Nueva York. Wintour fue, una vez más, una visionaria. Ahora, él y Melania tendrán que buscar otro acontecimiento para renovar los votos. ¿Quizás una feria de rifles?

Donald y Melania Trump en 2005 en la Met Gala

Otra famosa de la que no ha habido ningún rastro nunca más en la Met Gala es la cómica Tina Fey. La actriz confesó en una entrevista en 2015 que su experiencia con el acto fue horrible. "En aquel bonito lugar están todos los idiotas de todos los ámbitos de la vida vestidos de algo estúpido", dijo entonces. Nunca más se la ha vuelto a ver en el acontecimiento, al que muchos matarían por asistir, puesto que el crecimiento en popularidad que supone para los asistentes que se dedican al show business no tiene precio.

Wintour tampoco perdonó las palabras del ex One Direction Zayn Malik. El artista solo ha ido una vez, en 2016, cuando salía con la top Gigi Hadid, que se lo llevó de consorte y evidenció quién era quién en aquella relación. En una entrevista a GQ en 2018, el cantante dijo que no le pareció nada interesante. "Ahora bien, no es un lugar donde iría. Prefiero estar sentado en mi casa, haciendo algo productivo, antes que vestirme con ropa realmente cara y ser fotografiado en una alfombra roja... Soy algo no creíble en la alfombra roja, no soy yo", expresó el artista, seguido por millones de fans en todo el mundo pero que ahora no ha sido invitado de nuevo a subir las escaleras del Met el primer lunes de mayo.

Zayn Malik y Gigi Hadid a la Met Gala

Algunos no han criticado la gala ni sus objetivos, pero sí han hablado en alguna ocasión de Anna Wintour. Y no precisamente en los términos que ella esperaba. Esto también los ha llevado a estar castigados de cara a la pared sine die. El caso más emblemático de esta modalidad de censura es Tim Gunn, conocido mundialmente por su papel de coach en el programa de televisión Project Runway, un talent show de diseñadores de moda. Para el programa Fashion Police de la cadena E!, al profesor de la prestigiosa escuela Parson's de Nueva York le preguntaron por el hecho más "inolvidable" que había presenciado en la moda. "Es fácil de responder. Fue ver a dos guardaespaldas bajando cinco escalones a Anna Wintour después de un desfile", explicó Gunn, que nunca más ha sido visto en nada relativo a Wintour ni a la revista que dirige.

Tim Gunn en el programa que actualmente copresenta con Heidi Klum

Más allá de estos casos tan claros, también hay castigos con indulto posterior. Por ejemplo, el que sufrió Amy Schummer, que dijo que la Met Gala es una "farsa" en la que todos van vestidos como "idiotas". En una de las galas a las que asistió explicó que había conocido a Beyoncé, que le había preguntado si ese era su primer Met. Schummer le dijo que era su "último" Met. Después de los aspavientos, se tuvo que tragar el orgullo, porque con el tiempo acabó volviendo. En 2013, Paltrow dijo que no era nada cómodo asistir a la Met Gala, pero años después se tuvo que comer sus palabras. Era lo suficientemente famosa como para que le levantaran el castigo. Y volvió, simulando que nunca se había quejado. No sabes nunca cuándo necesitarás el empujón de popularidad que te da recibir aquella invitación. Incluso si eres Gwyneth Paltrow.

Pltrow el 2017 a la Met Gala
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