Éstas son las comidas tradicionales para Carnaval
Durante esta fiesta es posible pasarse casi toda la semana comiendo comidas calóricas, especialmente cerdo y huevos
Son días de disfraces y de Carnaval y, además de pintarse la cara o disfrazarse de la última superheroína o personaje de la factoría Disney o Marvel, toca comer bien y, sobre todo, comer como es debido siguiendo las costumbres de casa nuestra. Al contrario de lo que dice la sabiduría popular, pues, en el Carnaval no todo vale en el ámbito gastronómico, porque el calendario tradicional señala cuáles son las comidas que se pueden hacer y las que no. De hecho, durante esta fiesta es posible pasarse casi toda la semana comiendo comidas calóricas, con presencia de cerdo y huevos, comidas prohibidas durante las jornadas posteriores de Cuaresma y, por tanto, de ayuno. Así, entre Jueves Lardero y Miércoles de Ceniza es tradición (de raíz cristiana) comer al máximo para pasar después a un estadio de meditación, en ayunas, hasta Pascua de Resurrección, el 28 de marzo. Este año, el 8 de febrero volverá a Barcelona la reina Belluga, monarca de los sinvergüenzas, con una fiesta que dará lugar a la celebración más alocada de todas hasta el día 14.
Tortillas creativas
El Jueves Lardero, que este 2024 cae el día 8, representa tradicionalmente el pistoletazo de salida de la celebración carnavalesca con la tradición de comer tortilla. Es habitual en nuestro país aprovechar la jornada para degustar varias tortillas y con combinaciones creativas. Hacerlas en casa con productos de kilómetro cero es una buena idea para juntar tradición y temporada. Sin embargo, no es la única sugerencia que la tradición tiene preparada para el arranque de la fiesta.
Butifarra de huevo
La tradición dice "Por el Jueves Lardero, butifarra comeré" y así es en esta misma jornada de Jueves Lardero, cuando es muy típico también comer morcillas de todo tipo, con una mención honorífica a la de huevo. De hecho, esta variedad prácticamente ha quedado relegada a la celebración, pero no es la única que se puede encontrar en los mercados y que puede degustarse ese día.
Coca de chicharrones, a toda máquina
Una vez inaugurado el Carnaval, la torta de chicharrones se impone como dulce de la semana festiva. Se elabora con huevos, azúcar, harina, piñones y manteca de cerdo y debe servir para afrontar las jornadas de ayuno de la Cuaresma a aquellos que la sigan. Esta torta suele acompañarse con cava, vino dulce, moscatel o malvasía, para redondear la fiesta, y debe ser apetito quien caiga el postre de cada día de la semana. Una alternativa, especialmente pensada para los niños, es el pan con chocolate.
Rancho vecinal
Durante las jornadas de Carnaval también es muy típico (en unos lugares más que en otros) comer rancho, un manjar tradicional en algunas poblaciones que está hecha a base de los alimentos que aporta el vecindario. Por ejemplo, el rancho de Ponts, Lo Ranxo, es una especie de escudilla que se elabora el martes de Carnaval con estas aportaciones ciudadanas, pero existen variantes según cada población.
Sardinas a todo gas
A las puertas de clausurar el Carnaval, el Miércoles de Ceniza, las sardinas toman todo el protagonismo gastronómico. Eso sí, con un buen atracón de este sencillo placer del mar. Tras el simbólico entierro de la sardina que se realiza en muchos lugares de Cataluña, se celebra una cena comunitaria con este pescado como protagonista absoluto. Después de hartarse de sardinas, sólo quedará comida en las siguientes semanas buñuelos de viento o de Cuaresma (presentes en las pastelerías, tradicionalmente, los miércoles y viernes de este largo ayuno simbólico).