Un 'spin-off' de Halloween: disfraces para perros y otros animales de compañía
La moda de transformar a las mascotas para la popular fiesta del miedo toma vuelo entre alertas de veterinarios y entidades protectoras sobre sus riesgos
LondresDe repente, Halloween se convierte no sólo en el día de los fantasmas y del miedo, de las grandes decoraciones de las casas con motivos terroríficos –sobre todo en Estados Unidos–, sino el día de los perros. Y, sobre todo, el día de los dueños de perros que han enloquecido o, por decirlo de una forma más amable, que han caído bajo el hechizo de las redes sociales y de una nueva moda que, como una perversión comercial extrema de la del famoso trick-or-treat, también llega desde Estados Unidos.
La cuestión es que ya no sólo se disfrazan los dueños de las mascotas, sino que también han decidido disfrazar a sus animales de compañía. Tanto, que los han acabado convirtiendo, más o menos, en animalitos. Por ejemplo, en un cruce de perro y deestegosauros, un dinosaurio herbívoro de cuatro patas del Jurásico tardío –de hace entre 155 y 145 millones de años. Y, en este caso, por un precio módico: entre 39,50 y 45,50 euros, según la talla, que pueden ver, y quizás comprar, si el Brexit no impide sus exportaciones, en la web halloweencostumes.co.uk. Pero es más fácil encontrarlos en Amazon en España: el catálogo es muy variado: un espectáculo vergonzoso, de hecho.
Si el termómetro para medir el fenómeno son las redes sociales, un vistazo por algunas de las aplicaciones habituales al alcance de cualquier usuario de móvil permite darse cuenta de la magnitud de la tragedia o de la tendencia, muy al levanta los últimos años, sin duda. Se encontrarán con todo tipo de vídeos y fotos de perros con indumentarias de temáticas más o menos escalofriantes, más o menos ridículas. En Reino Unido, los datos de la web puppies.co.uk muestran que las búsquedas del concepto "disfraces de Halloween para perros" han aumentado un 163% durante el último mes; y los vídeos de este tipo tienen actualmente 143,3 millones de visualizaciones en TikTok.
Que el negocio parece no tener freno lo demuestran también los datos de la National Retail Federation de Estados Unidos (venta al por menor), que calculó que en el 2023 los compradores estadounidenses gastarían unos 840 millones de euros en camuflajes para mascotas. Teniendo en cuenta que la propia organización previó que el gasto por Halloween en Estados Unidos superaría el mismo año los 14.300 millones de dólares, la cifra destinada a los animales sólo supuso un modesto 5,85%. Pero crece año tras año desde el 2017, cuando puede situarse una fecha de arranque de esta comercialización. ¿Cuáles fueron los disfraces más populares para los perros el pasado año? La calabaza, el hot-dog (y no es un juego de palabras), el murciélago, el moscardón, la araña…
El estallido del negocio –una especie despin-off de Halloween– ha favorecido la multiplicación de los consejos para evitar quebraderos de cabeza. No sólo las empresas que venden dichos productos son las que instan a los dueños a tener en cuenta el bienestar de los animales. Se han puesto también las asociaciones veterinarias profesionales.
Los propios expertos de la web puppies.co.uk advierten que algunas transformaciones o, como queráis decir, no son aptas para perros. Además de que, en principio, y salvo que se demuestre científicamente lo contrario, los animales de compañía difícilmente entienden el concepto de disfrazarse. Y menos aún son capaces de captar qué es la tradición estadounidense de Halloween. El perro, pues, quizás no lo pasa tan bien como el dueño. O le es completamente indiferente.
También ha insistido la Royal Society para la Prevención de Cruelty a Animales (RSPCA), la protectora más reconocida de las islas Británicas. Porque no es oro todo lo que luce y porque hay que evitar la tentación, sabida, en principio, por todos aquellos que tienen un perro o un animal de compañía, de dar caramelos o chocolates a los bichos. Podrían caerles mal.
"Es muy importante que los propietarios de mascotas piensen cómo les puede hacer sentir disfrazarse, a sus animales de compañía, ya que, mientras que a algunos no les importa, otros pueden encontrar esto preocupante e incluso espantoso" , advierte la entidad benéfica en su guía para la popular fiesta de la calabaza. Los animales podrían sufrir de estrés, se dice, sufrir demasiado calor y tener dificultades para respirar. "Esto puede ser un problema grave para perros como los carlistas y los bulldogs franceses". Sus rasgos específicos, caras planas y nariz esponjosa, puede que no sean los más aconsejables para llevar a cabo según qué experimentos. Sin embargo, la RSPCA considera que una cosa es la ropa para mascotas, que tiene una finalidad práctica concreta, como proteger del frío, o evitar que el animal se lame una herida, y otra es un disfraz.
En cualquier caso parece que nada detenga la moda. Y ya es tradición desde hace dos años que en Wembley, en el noroeste de Londres, se celebre un desfile de perros disfrazados.
Además de la web, muchas tiendas del Reino Unido, en especial supermercados y grandes almacenes, se han llenado de ofertas para cambiar el aspecto de la mascota por unas horas, la noche del próximo 31 de octubre. Junto a las inevitables pumpkin carving, las calabazas con las que se decora el exterior de las casas para atraer a los niños y repartir los dulces y los chocolates de rigor, también se pueden encontrar capas, vestidos, juguetes… Para animales y niños o para niños y animales. La imaginación no tiene límites. Y la capacidad del mercado para crear necesidades o nuevas adicciones consumistas tampoco.