El último milagro de Musk: absuelto por los tuits que dispararon el valor de Tesla
El magnate ha ganado un juicio en el que un grupo de inversores de Tesla lo acusaban de manipular el precio de las acciones con sus tuits
WashingtonDe todas las empresas que ha fundado, dirigido o adquirido Elon Musk, Twitter es, sin duda, la que más sustos y dolores de cabeza le ha traído. Cuatro años antes de endeudarse para comprar la red social, en 2018 el magnate utilizó la plataforma para anunciar la probable venta y salida de bolsa de Tesla, su compañía insignia. Poco se esperaba entonces que acabaría siendo juzgado por aquellos tuits, acusado por la comisión de fraude bursátil, un delito del cual finalmente ha conseguido salir impune.
"Estoy considerando privatizar Tesla por 420 dólares [la acción]. Financiación asegurada", tuiteó el 7 de agosto de 2018. "Los inversores podrán vender por 420 o mantener sus acciones y privatizarlas", añadió dos horas más tarde. “Se confirma el apoyo de los inversores –dijo en un tercer tuit–. La única razón por la cual esto no es seguro es que depende del voto de los accionistas”.
Estas afirmaciones fueron consideradas como una oportunidad de oro para muchos accionistas, que consideraron una inversión provechosa comprar acciones de la empresa alrededor de los 341 dólares (el precio del último cierre), si finalmente conseguían los 420 dólares prometidos después de la venta (unas ganancias del 23%). Aun así, la transacción, que Musk atribuyó al fondo soberano saudí, no se dio nunca. De hecho, en ningún momento se ha demostrado que existiera aquella oferta sobre la mesa.
Demanda conjunta por fraude bursátil
Después del primer tuit de Musk, el valor de las acciones de Tesla aumentó un 11%, para después derrumbarse hasta los 263 dólares por acción, cuando una semana más tarde el magnate anunció en el The New York Times que Tesla seguiría cotizando en bolsa. El valor de la acción nunca llegó a los 420 dólares, y centenares de accionistas, que creían haber invertido sin riesgo, se encontraron con importantes pérdidas. Liderados per Glen Littleton, que perdió más del 75% de su inversión, presentaron una demanda conjunta por fraude bursátil, que llegó el mes pasado al tribunal federal de San Francisco.
El grupo de demandantes, que no ha conseguido convencer al jurado, ha alegado que Musk mintió deliberadamente con los tuits, manipulando el mercado a su voluntad, y exponiendo a los inversores a información falsa sobre el futuro de la empresa de automoción. El inversor Timothy Fries dijo durante las declaraciones iniciales que perdió más de 5.000 dólares por comprar acciones de Tesla poco después del tuit del magnate. “«Financiación asegurada», decía el tuit, y esto quiere decir que ha habido un análisis financiero, una revisión crítica de las fuentes de financiación”, alegó Fries ante el jurado de San Francisco.
Por su parte, Musk y su equipo legal han afirmado en sede judicial que la intención del magnate nunca fue engañar a los inversores, dado que cuando escribió los tuits estaba seguro de que vendería la compañía al fondo saudí. "Intentaba de la mejor manera mantener informados a mis accionistas y asegurarme de que ellos tuvieran la misma información", dijo al jurado.
Musk ya fue denunciado por el mismo caso en 2018, cuando la Comisión de Bolsa y Valores de los EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) cuestionó la legalidad de su plan de privatización de Tesla. En aquel momento, para deshacerse de la demanda, pactó con el supervisor, con quien aceptó pagar una sanción de 20 millones de dólares y dejar de ser presidente del consejo de administración durante tres años. Sin embargo, siguió siendo consejero delegado hasta hoy.
Musk convence al jurado
Después de este precedente, su victoria ha cogido a algunos juristas por sorpresa, dado que el juez había afirmado que los tuits de Musk eran "falsos y engañosos", y se habían hecho a conciencia para alterar el precio de las acciones. Cuando esto ha pasado en casos similares en EE.UU., defensa y demandante han llegado a un acuerdo antes del juicio, dado que la estadística indica que es "increíblemente inusual" ganar el caso "con un juicio sumario que indica falsedad e imprudencia en la declaración", aseguró a Bloomberg Robert Miller, profesor de derecho financiero de la Universidad de Iowa.
Aun así, Musk decidió arriesgarse y fue a declarar para intentar convencer a los nueve miembros del jurado (compuesto por siete hombres y dos mujeres). De manera unánime, finalmente le dieron la razón al magnate, al llegar a la conclusión de que no había suficientes pruebas para afirmar que los tuits habían impactado en el valor de Tesla en bolsa. "¡Gracias a Dios, ha prevalecido la sabiduría del pueblo!", tuiteó el magnate después de conocerse la sentencia.
Acostumbrado a los tribunales
Esta es la segunda vez en los últimos tres meses que Musk ha comparecido ante un jurado para defenderse como consejero delegado de Tesla, en un momento en el que los inversores de la compañía han expresado dudas sobre su liderazgo de la compañía, especialmente a raíz de la adquisición de Twitter. Además, ha trascendido su derrota milmillonaria durante el último año, a raíz de la caída de acciones de Tesla, que le ha hecho perder el primer lugar en la lista de ricos del mundo.
En noviembre, compareció ante un tribunal en Delaware para dar explicaciones sobre su "enriquecimiento injustificado", una compensación de 56.000 millones de dólares que había recibido de Tesla en concepto de "remuneración". El abogado Richard Tornetta, que también es accionista de Tesla, lo había demandado al considerar que esta remuneración, la más grande que ha recibido un ejecutivo en la historia, era desmesurada y Musk la había conseguido a consecuencia de su poder sobre la empresa y la junta directiva.
Fue juzgado por la misma jueza, Kathaleen McCormick, que había sido asignada para el juicio que le tenía que enfrentar a Twitter, en un proceso iniciado los meses previos a su adquisición. Después de firmar un contrato de compra de la red social, Musk se negó durante un tiempo a completarla, alegando que Twitter tenía más cuentas falsas de las esperadas. La empresa abrió un proceso judicial contra él para que no escapara de los compromisos adquiridos, hasta que finalmente Musk cumplió el acuerdo de compra a finales de octubre por 44.000 millones de dólares, evitando así ir a juicio.