'Urbi et orbi' periodístico con forro y esposas

El debate entre centros y periferias geopolíticas es más viejo que el de ir a pie, si me permiten empezar coloquialmente para aliviar la latinada titular urbi et orbi, que, con un juego de palabras, enfatiza a Roma, la ciudad que, además de ser receptora de la bendición papal, es su emisora, como lo era en el precedente histórico de las proclamas imperiales.
El periodismo, espejo de todo ello, no debe ser ajeno a la relación entre la capitalidad y sus amplios extramuros, que todavía no sabemos muy bien cómo llamarlo porque detestamos el etimológicamente despectivo provincias; lamefilos como somos, cuestionamos territorio, región nos parece arcaico, veguería una ilusión y comarca demasiado geográfico. La cuestión es que la relación cuántica entre elurbi y elorbi planea sobre las páginas de los periódicos de alcance nacional, en este caso, el ARA.
El Defensor del Lector recibe correos que hacen al caso. Francesc Manresa me señala el poco interés que dedicamos a los castells, y miren quién párrafo más bello sobre su interesantísimo lenguaje: "¿Tiene idea de qué es un castillo limpio? ¿El castillo limpio es cuando la piña, o el cordón, se agacha y deje al descubierto los segundos. Lógicamente, esto todavía no lo hemos visto en un castillo con forro". Concluye Manresa remarcando "la forma de ser y vivir este folclore tan nuestro, y que debemos procurar mantener en toda su esencia". Joan Jesús Rovira me llamaba la atención sobre un conflicto en la empresa de la basura municipal en L'Arboç, Llorenç del Penedès y Sant Jaume dels Domenys, con consecuencias laborales, humanitarias y sanitarias.
El suscriptor Anton Iglesias apunta en no dar una determinada noticia importante sobre el Nàstic: "A veces tengo la sensación de que las noticias de fuera de Barcelona se dejan para los suplementos que de vez en cuando aparecen en el diario (Girona, Lleida y Tarragona )". El suscriptor Josep Alberich lo resume todo en un corolario: "El dinamismo catalán del interior es más alto que en Barcelona. Hay datos que lo demuestran. Quizás merece más atención el mal llamado territorio. ¿Cataluña o Barceluña?"
Por último, intercambio varios correos con el arquitecto Ignasi Forcada. Me recuerda que hablábamos de Tarragona en un hecho de Segur de Calafell, que la polémica del Hard Rock se había tratado con una generalización parcial y que, en general, el diario no aborda con la exigencia informativa que se merece la problemática de varios registros del Baix Penedès. Escribe Forcada: "No se habla de estas comarcas, como la mía, que han quedado descolocadas, imposibles de reconocer, sin proyectos de futuro ni perspectivas de mejora, giradas como un calcetín, y somos parte importante del país. En un par de barrios de El Vendrell quizás vive tanta gente como en todo el Ripollès; polígonos vacíos, urbanizaciones fantasma, autopistas, trenes, líneas de alta tensión, montañas quemadas, cultivos abandonados, de gente de todos lados, de paro, el catalán prácticamente inexistente, basura por las calles, pequeño comercio decadente... Hace heredad" .
Traslado al director adjunto, Ignasi Aragay, el correo del lector Forcada y le pido una reflexión sobre las cuestiones concretas ilustrativas que plantea, enmarcadas en un plan general.
"Desde sus inicios, pronto cumplirá quince años, el ARA se propuso ser un diario nacional y generalista, con una mirada hacia fuera, abierta al mundo, y una mirada adentro, con la aspiración de reflejar las grandes cuestiones de país –políticas , sociales, económicas, educativas, culturales, deportivas...– sin pretender hacer información local.
"El ARA quería y quiere abrir los grandes debates nacionales y, en la medida de lo posible, concretarlos con casos diversificados en el territorio (también con casos del extranjero). Por ejemplo, cuando hablamos de escuelas, miremos que los centros estén ubicados en diferentes puntos, no todos en Barcelona o su área metropolitana (al tiempo que contrastamos qué pasa en otros países).
"En cuanto a las problemáticas concretas territoriales, las tratamos cuando consideramos que tienen repercusión general. El asunto del Hard Rock sin duda ha marcado el debate político de los últimos años, y hemos ido haciendo seguimiento. La noticia en cuestión que menciona al lector Ignasi Forcada tenía como subtítulo "Los alcaldes de Vila-seca y Salou alertan del riesgo de indemnizaciones por la reforma fiscal pactada por PSC, ERC y Comuns". Por tanto, el "malestar" del enunciado rápidamente quedaba claro de dónde salía. Por cuestión de espacio, los títulos no siempre pueden tener la precisión deseada.
"En cuanto a la noticia sobre Segur de Calafell, en efecto tiene poco sentido que en el título se hable de Tarragona. Y en relación a la realidad compleja de El Vendrell que menciona el propio lector, ciertamente merecería que desde el ARA allí pusiéramos el foco periodístico, como a veces hemos hecho con otras poblaciones que acumulan problemáticas de largo recorrido. Agradezco la sugerencia y tomo nota”.
Para aportar luz al debate, he pedido opinión deauctoritas a Emili Prado, catedrático emérito de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB, que conoce bien el tema que hoy analizamos. El doctor Prado titula su reflexión acotando perfectamente el corpus: "Diarios nacionales: El dilema entre el interés general y la atención en el territorio". Escribe:
"Las noticias de un diario de alcance nacional se eligen siguiendo criterios de selección establecidos por la línea editorial de la publicación, que tienen en cuenta varios factores como la relevancia, la novedad, la trascendencia política y económica, la magnitud de evento, la exclusividad, el interés público, el interés humano y la diversidad temática, entre otros.
"Las noticias locales sólo se eligen si cuadran con alguno de los criterios de selección, lo que hace que las temáticas locales tengan dificultad para ser noticia de alcance nacional si no son impactantes, relevantes o ejemplares de problemáticas de interés nacional. Cuando esto sucede se produce un sesgo, porque predominan las temáticas de interés humano, escándalos políticos con implicaciones nacionales, catástrofes naturales, etc. consecuencia de ello, la percepción de los lectores de ámbito local es que no se valora cuidadosamente su realidad.
"La cuestión es que los diarios que se publican en papel tienen un espacio finito y limitaciones económicas para mantener una red comarcal de corresponsales. Por otro lado, en Cataluña, los diarios de ámbito nacional forman parte de un espacio de comunicación muy nutrido de medios de alcance comarcal y local, y no podrían competir con la capacidad de cobertura de las temáticas locales con la excelente red de medios locales que posee el país.
"Lo que sí que pueden hacer los diarios nacionales es tener una óptica no centralista e ilustrar las temáticas que seleccionan con sus manifestaciones en diferentes partes del territorio para evitar una desconexión entre la realidad comarcal y la narrativa nacional".
Nada que añadir a la lucidez y la ciencia del doctor Prado. Iremos navegando por el Comtat Gran según la cartografía de McLuhan, Lasswell, Eco. et alii, para terminar en latín y ensartar el principio y el final.
El Defensor del Lector presta atención a las dudas, sugerencias, críticas y quejas sobre los contenidos del diario en sus ediciones digital y en papel, y cuida de que el tratamiento de las informaciones sea conforme a los códigos deontológicos.
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