Voluntarios en las prisiones: el antídoto contra el aislamiento y la exclusión social
En Cataluña existen diversas entidades sociales que impulsan y coordinan el voluntariado penitenciario, una herramienta esencial para la mejora de la autoestima de las personas internas a través del acompañamiento personal, formativo, anímico, lúdico y social
Desde dinamizar actividades de teatro, danza o lectura hasta echar una mano para aprender nuevos idiomas o ayudar a prepararse para entrar en la universidad. Cada semana, en los centros penitenciarios de toda Cataluña entran grupos de voluntarios. En el interior, se juntan con las personas reclusas e intentan hacer algo menos pesado el muro del aislamiento. "La privación de libertad y aislamiento es una situación que conlleva a menudo una mayor exclusión social y un deterioro de la salud física y mental", recuerda Glòria Gratacòs. Es técnica de administración y gestión del voluntariado de Justícia i Pau Barcelona, una de las entidades de Cataluña que lleva más años coordinando proyectos de voluntariado en las prisiones de la provincia de Barcelona. Empezaron a hacerlo en 1987 y, desde entonces, el equipo de voluntarios y el número de proyectos no han parado de crecer.
Actualmente, la entidad tiene en marcha programas muy diversos. Uno de actividades socioculturales, que incluye talleres de disciplinas como el teatro, la danza, la lectura y el arte terapéutico. Otro acompañamiento individualizado a la persona reclusa. Un tercero de colaboración docente para ofrecer soporte en formación básica, en lenguas, en el preacceso a la universidad, en el proyecto de comunidades de aprendizaje, en el refuerzo de bachillerato y otras enseñanzas regladas. También hay uno para acompañar a los internos que pronto podrán tener la libertad definitiva y un último para apoyar a las personas que salen en libertad después de cumplir penas graves.
"La mayoría de las personas privadas de libertad forman parte de los colectivos más vulnerables, afectados por la pobreza y el paro crónico, la desestructuración familiar, el fracaso escolar y la carencia de cualificación profesional, el alcoholismo y las drogodependencias, las patologías mentales, la falta de permiso para residir o trabajar en el país", radiografía la técnica de Justícia i Pau Barcelona. Por este motivo, la organización recuerda que el conjunto de la sociedad tiene el deber ético de trabajar para reducir el impacto negativo del encarcelamiento y orientar las penas a la rehabilitación y reinserción social.
Objetivo: romper el aislamiento
El voluntariado penitenciario busca acompañar a los internos en el proceso de rehabilitación, allanarles la reinserción social y ayudarles a volver a arraigar a la sociedad. "Para la persona interna, el acompañamiento personal es un espacio y tiempo en el que puede ser ella misma, contar sus sentimientos, dudas, necesidades, sin juicio y en total confidencialidad", asegura Gratacòs. En un voluntariado penitenciario, la persona voluntaria simplemente acompaña al preso escuchándole, de forma cercana. "De esta actitud sale un vínculo que puede facilitar las salidas de permiso o que puede servir para empezar el proceso de salida definitiva", prosigue la técnica.
Ahora bien, tener una persona voluntaria es optativo para la persona interna: el equipo técnico del Centro Penitenciario les explica que existe la posibilidad de tenerla, pero deben solicitarlo ellos mismos. recibe voluntariado de acompañamiento como de ciclos formativos o de actividades socioculturales, vemos que le ayuda a mejorar el bienestar ya disminuir los efectos negativos que tiene la cárcel sobre su salud mental", aclara Gratacòs. La técnica de Justícia i Pau también señala que el voluntariado penitenciario tiene un papel importante a la hora de trabajar los niveles de sociabilidad de los internos. el cumplimiento de la condena como en el momento de salir del sistema penitenciario", asegura.
El perfil del voluntario
Para ser voluntario en las cárceles catalanas no es necesario tener un perfil muy concreto. "Tenemos desde jóvenes universitarios que estudian grados de criminología o psicología, hasta personas en paro que quieren dedicar su tiempo y conocimiento a compartir con las personas en situación de privación de libertad", resumen desde Justícia i Pau. De hecho, existen muchos tipos de voluntariados penitenciarios: contribuir al desarrollo y la rehabilitación de los internos se puede hacer desde muchos ángulos. Hay asistencia jurídica, para ayudar a las personas internas a entender mejor su proceso legal y sus derechos. También hay asesoramiento en salud, desde la física hasta la emocional. En este caso, los voluntarios pueden orientar, informar y apoyar temas como los hábitos saludables o la gestión de la ansiedad.
"Soy estudiante de derecho y, desde este enero, también voluntaria de Justícia i Pau", explica Dolors Ferrer en el ARA. La primera intervención como voluntaria la realizó este mes de abril, en el módulo de mujeres de Brians. "Ofrezco apoyo y ayuda a través de la relación tutorial, para generar vínculo necesario para consolidar el posterior proceso de reinserción en la comunidad", concreta. Dar el paso le ha aportado muchas satisfacciones. "Es muy gratificante cuando los internos y las internas te dicen que cuando les va a ver a un voluntario es como una entrada de aire fresco en el centro, que eres una cara diferente", apunta. Ahora bien, recuerda que ni la exclusión social ni el aislamiento se pueden evitar, y que la mayoría de los internos saben que existe un rechazo general de la sociedad por su condición. "Esto comporta que les dé pánico salir a la calle después de años de condena por miedo a ser señalados y no ser aceptados", acaba.
Independientemente de la actividad que se realice, para realizar un voluntariado penitenciario es necesario formar parte de una entidad sin ánimo de lucro que lo coordine, así como haber realizado un curso de iniciación al voluntariado penitenciario. "Dadas las particularidades de este ámbito, es importante disponer de un conocimiento específico del medio de actuación", recuerda el departamento de Justícia de la Generalitat.