¿Se puede votar en dos ocasiones en las elecciones europeas?

La legislación lo prohíbe, pero hay ciudadanos con doble nacionalidad que han podido hacerlo

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La sede del Parlamento  Europeo en Estrasburgo. PARLAMENTO  EUROPEO

BarcelonaNatalia –nombre ficticio para preservarle el anonimato– es una de las catalanas que vive en Bélgica a la que no le han llegado a tiempo las papeletas para las elecciones del 9 de junio. No podrá votar por ninguna candidatura española. Pero su caso tiene particularidad. Vive en Bruselas desde hace años y tiene la doble nacionalidad, lo que le posibilitaría, en teoría, votar tanto a Bélgica como a España en las elecciones europeas. De hecho, es lo que hizo hace cinco años, en los comicios del 2019. Ahora bien, la legislación europea prohíbe ese doble voto y los ciudadanos que voten dos veces se arriesgan a sanciones que dependen de cada país. Pero la realidad es que es difícil controlarlo y cada país es el responsable.

El artículo 9 del acta relativa a la elección de los eurodiputados del año 1976 establece que "nadie podrá votar más de una vez a la elección de los diputados en el Parlamento Europeo". Fuentes de la Eurocámara aseguran que la Comisión Europea y los Estados miembros trabajan "estrechamente con un sistema de información para evitar que los ciudadanos voten dos veces". De todas formas, es cada estado quien debería sancionar a las personas que voten en dos países. La LOREG, por ejemplo, establece en su artículo 142 que puede castigarse con penas de prisión de seis meses a dos años, multa de seis meses a dos años e inhabilitación especial de uno a tres años. Ahora bien, sería necesario que alguien lo denunciara. En cambio, en otros países como Francia, cuando el país detecta que un ciudadano puede votar en dos países distintos, le envía una advertencia.

En el caso de Natalia, ella no sintió que hiciera nada mal hace cinco años cuando votó dos veces, porque no sabía que estaba prohibido. De hecho, subraya que se siente catalana y belga a la vez y que, por tanto, se siente orgullosa de votar en ambos países. Fue a raíz del Proceso que empezó a participar activamente en las elecciones catalanas porque quería ayudar a impulsar al movimiento independentista. Su voto, explica, sería para Junts porque considera que es una forma de denunciar la represión. En Bélgica vota siempre porque en ese país es obligatorio, pero en este caso lo hace teniendo en cuenta "otras preocupaciones" más allá del eje nacional.

Las papeletas que no han llegado a Bélgica

Sea como fuere, lo cierto es que ha habido decenas de catalanes –el departamento de Exteriores no tiene la cifra exacta porque no se puede saber hasta que se hace el escrutinio– que se han quedado sin votar en estas elecciones porque las papeletas no han llegado a tiempo. Es el caso de Natalia, que recibió la documentación hace quince días para poder votar, pero las papeletas no le llegaron hasta el jueves, cuando el plazo para poder votar era el 5 de junio. Denuncia también que debería poder votar en el consulado el mismo domingo, 9 de junio.

La consejera de Exteriores en funciones, Meritxell Serret, hizo una petición a la Junta Electoral Central (JEC) para pedir ampliar el plazo para estos ciudadanos (se trata de los residentes temporales en el extranjero) para que pudieran votar a pesar de el retraso en el servicio de distribución postal. Pero el órgano electoral desestimó la petición al asegurar que no era el responsable del retraso en la distribución de las papeletas. Serret calificó la respuesta de "decepcionante".

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