Xavi no tendría que soportar el peso del caso Benaiges
El Barça le podría haber ahorrado el trance a Xavi de ser el primero en hablar de las denuncias por abuso sexual y conductas inapropiadas de Albert Benaiges que el ARA ha destapado. Porque la conmoción del ahora técnico del primer equipo, que en su etapa formativa conoció y trató con Benaiges, es perfectamente lógica. De aquí el acento en el legado que deja y la confesión de sentirse afectado, sorprendido. Porque, como él ha afirmado, no ha sido testigo de nada. Y la reacción es lógica, porque, más allá que su relación personal con Benaiges sea no solo correcta, sino “excelente”, como explicó Xavi, el impacto es saber, tener conocimiento, que alguien a quien aprecias haya podido ser capaz de comportarse de la manera que 60 testigos han descrito a Albert Llimós.
Larry Nassar, el mayor depredador sexual de la historia del deporte, que cumple cadena perpetua por abusos y agresiones sexuales a más de 300 deportistas, también era una figura querida, un profesional con una reputación magnífica, un hombre amable y próximo que hacía de voluntario en la iglesia de su comunidad. Se lo consideraba como un ángel de la guarda tanto en la Universidad Estatal de Michigan como en la Federación de Gimnasia de los Estados Unidos, donde trabajaba de fisioterapeuta. Algunas de las víctimas que testificaron después en el juicio afirmaron que la primera vez que sintieron las acusaciones se enfadaron, porque Larry, el bueno de Larry, era incapaz de haber hecho una cosa parecida.
Después se dieron cuenta. Sintieron que los procedimientos que habían asimilado como normales en ningún caso lo eran. Fueron conscientes de que incluso cuando manifestaron su incomodidad fueron silenciadas y tachadas de mentirosas y obligadas incluso a pedirle perdón y a continuar viéndolo. En entornos cerrados como los que se pueden vivir en el mundo del deporte, con entrenadores, fisios y médicos con poder para hacer y deshacer, para entrar en vestuarios y duchas, con estatus y autoridad, campan a placer precisamente por sus habilidades sociales. Son unos manipuladores excelentes.
Albert Benaiges ha sido coordinador del fútbol base y director de la FCB Escola durante 20 años. Hasta hace una semana estaba dirigiendo cadetes e infantiles. El club no puede quedarse callado y dejar a Xavi el peso de ser la primera y única voz en tratar este caso. Porque, con el choque, lo más lógico es que se olvide de dar un mensaje de apoyo a las víctimas. Y esto, ahora, también hace daño.