Adiós a Biden, lo que el viento se llevó

Joe Biden.
15/01/2025
2 min
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Joe Biden se despide esta madrugada de los americanos con un mensaje desde la Casa Blanca, pero, en realidad, el verdadero discurso de salida ya lo pronunció el 24 de julio del pasado año, cuando anunció que abandonaba la carrera electoral . Ninguno de los dos discursos habrá sido placentero. El del verano lo hizo a regañadientes, tras ese desastroso debate con Donald Trump. Y el de esta madrugada es el de un presidente que el lunes dejará la presidencia en manos de su predecesor, después de que su vicepresidenta perdiera las elecciones. Biden quedará situado en la historia en la poco agradable posición de presidente de un solo mandato entre dos presidencias de Trump.

Pero más allá de la lista de aciertos y errores, es importante notar que, con Biden, acaba un tipo de presidente, capaz de llegar a acuerdos con los republicanos, genuino exponente de la democracia liberal y del América optimista ganadora de la Guerra Fría, un político centrista con toques sindicales y reformistas, que no pone en peligro el sistema, un católico que apoyó al matrimonio homosexual y que debe gobernado teniendo en cuenta el cambio climático.

Trump es otra cosa y no por razones de edad, porque Biden tiene 82 y Trump, 78. La diferencia es que Trump envió a la gente a asaltar el Capitolio y la gente le ha vuelto a votar. Éste es el símbolo del cambio de era, un tiempo nuevo en el que la ley del más fuerte de siempre se expresa ahora torpemente, amenazadoramente, tanto sea para hablar de inmigrantes como de Groenlandia, y en la que la democracia se presenta como si fuera un estorbo por la restauración de una América grande. Se puede discutir si hay más verdad en la franqueza y mentiras de Trump que en las hipocresías del sistema que Biden ha representado, pero estamos ante un cambio de época.

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