El monasterio de Sijena en una imagen reciente
22/06/2025
Periodista y escritor
2 min

El papa Pío XII mira hacia el cielo. Alberto Martín Artajo, ministro de Asuntos Exteriores español, en la cámara. Hacen las paces sin mirarse a los ojos. Como si no lo vieran. Calor atómico el 27 de agosto de 1953 en la residencia papal de Castel Gandolfo. Los termómetros de la geopolítica y del geoespíritu santo revientan: el Vaticano y el franquismo firman el concordato. Traducción: Una iglesia de PVC bendice una dictadura de sangre. El cielo se abre. Y se cuela el infierno.

Franco gana. Una firma rompe el aislamiento internacional y celestial del régimen. Sí, el Vaticano apoya una secta diabólica: el nacionalcatolicismo. Invento de Franco: empuja iglesia y estado y obliga a todo un país, de cultura cristiana, a pasar por ese secuestro oftalmológico e inmoral que hace mirar con gafas de una única visión de España. Traducido: catolicismo y dictadura son lo mismo que Dios. Y sacan el arma con una sola mano.

El concordado es una motosierra: "Reajuste de las circunscripciones eclesiásticas, acomodándolas en lo posible a las provincias, la protección de los monumentos y otras de arte religiosas..."Rac, rac, rac… bl Obispado de Lleida pierde 35 parroquias y el de Urgell 19. Las empujan por decreto ley divino en Aragón. Empieza la era de la socialización de los recortes. Siempre primero espirituales y después físicas. Las hachas, catanas, cuchillos del nacionalcato Aparecen unas tijeras de podar gigantes, inmensas, colosales... El franquismo hace visible una ficción mortífera: separar Lleida de Catalunya y anexionarla a la Región del Valle del Ebro (Aragón, Navarra, La Rioja y Álava. Capital… Zaragoza).región natural". Vamos, que Dios la creó. Y dicen que hay razón terrenal: "Económicamente hablando justifica el pase al Valle del EbroAmén. Lleida es una potencia económica: produce más del 90% de la fruta del Estado y es líder en exportación. El asesinato territorial y espiritual se proclama como un dogma de fe pedagógica: en las escuelas brotan libros que incluyen el mapa donde Lleida ya está separada de Cataluña. Pero no contamos con el arma nuclear. tierra nunca sabrá mentir". Y a los leridanos se les hincharon los pimientos y estallan: "¡Viva Catalunya!" Y somos leridanos. Y siderales. Y que sube aquí arriba y baila. Y, eso, que es lo que hemos hecho siempre hasta ahora.

Unas obras. Unas pinturas. Tarraconense. Pero no se han llevado unas obras, ni se llevarán unas pinturas. mon amour. Se han chasqueado religión, cultura, lengua, humanidad… Y se llevarán más. En trozos, como una carnicería. Ya hace años que empresas leridanas y catalanas (grandes, medianas, pequeñas) aterrizan en Aragón con todas las facilidades que no tienen en Catalunya. Los Monegros los están convirtiendo en un jardín de Adán y Eva. Empiezan movimientos migratorios de Lleida hacia allí: físicos y anímicos. Se mueve todo. Porque el objetivo es que ese horizonte infinito común, esa bisagra que hace mover cielo y tierra, espíritu y carne, como una puerta abierta al futuro, se vaya decantando como balanza, eje gravitatorio existencial, como un tobogán final que termina en Castilla, España: el final. Porque ahora sólo nos queda la verdad que tienen los muertos.

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