Los caminos de Junts

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Pedro Sánchez y Míriam Nogueras en una imagen de archivo en el Congreso.

Junts, el partido que ha impulsado la ley de amnistía y que tenía prisa, nos ha sorprendido con un voto negativo a esta ley. Quiere negociarla más. Es algo que nos obliga a reflexionar sobre las perspectivas de futuro. Lo haré desde el punto de vista tanto de Junts como de los intereses generales de Catalunya.

Con este propósito describiré diferentes escenarios en dos horizontes: en el del resto de la legislatura y en lo que viene después.

1. Resto de la legislatura

Tenemos por delante tres posibles caminos:

Camino de ruptura. No hay acuerdo y no existe ley de amnistía. Yo soy un beneficiario potencial de la ley –Tribunal de Cuentas– y no quiero personalizar. No voy a insistir pues en lo que se puede directamente perder con la no-ley. Pero sí señalo que la ruptura que representa –con la inevitable prórroga del presupuesto estatal del 23– tendrá consecuencias para los pactos económicos entre el PSOE y ERC: la condonación del 20% de la deuda, Cercanías, traspaso de fondos de investigación.

Pienso que este camino no se tomará y que Junts votará la ley. Al fin y al cabo es su gran éxito político. Pero los errores de cálculo no pueden descartarse.

Camino colaborativo. Junts vota la ley de amnistía y, igual o más importante, existe acuerdo desde ahora sobre el presupuesto del 24 y sobre iniciativas legislativas posteriores. Se garantiza una legislatura sin grandes sustos y con una razonable estabilidad. Los recelos, el resentimiento y la desconfianza de los partidos del Govern no quedarán cancelados de inmediato. El daño del voto negativo ya está hecho. Pero desde el punto de partida del presente sería el mejor camino para los intereses de Catalunya. Ojalá sea el que Junts emprenda. Ahora bien, su actuación hasta ahora –salida del gobierno de la Generalitat, voto negativo a la ley de amnistía– no promete: hace pensar que es más probable el camino de la obstrucción continua, que describo a continuación.

Camino de la obstrucción continua. Junts vota la ley de amnistía, pero no toma ningún compromiso adicional. Avisa de que querrá negociar los presupuestos a fondo. Envía señales que apuntan a negociaciones agónicas. Como consecuencia, el gobierno de PSOE-Sumar va a prórroga. A partir de ahí se sigue con una legislatura llena de escaramuzas parlamentarias, algún acuerdo de vez en cuando, y, probablemente, un sentimiento de satisfacción por parte de Junts cada vez que pueda exhibirse la debilidad parlamentaria del gobierno de Sánchez. Y con el PP y Vox mirándolo y preparándose para el día siguiente, que, justificadamente, verán suyo. Las elecciones europeas y las catalanas también darán muchas oportunidades de mostrar capacidad de obstrucción –se llamará mostrar músculo.

2. Próxima legislatura

Dibujo cuatro escenarios para el día siguiente de las elecciones:

A: PP + Vox no da mayoría absoluta. En cambio, PP+PNV+Junts sí.

B: PP + Vox no da mayoría absoluta. PP + PNV + Junts tampoco.

C: PP + Vox da mayoría absoluta. PP + Juntos + PNV también.

D: PP + Vox da mayoría absoluta. PP + Junts + PNV no.

La situación actual es la del escenario B. Desde el punto de vista de Junts sería óptimo moverse hacia el escenario A. Quiero creer que sería decepcionante ir a D.

Las probabilidades de los diferentes escenarios dependerán del camino que se siga en esta legislatura. Pienso que el camino colaborativo quizás podría reproducir el escenario B, pero las probabilidades de A ya serían inferiores a las que hubieran sido sin el voto negativo en la ley de amnistía. Es decir, el voto tendrá consecuencias negativas permanentes pero que pueden ser amorosidas si a partir de ahora se colabora. Debe ser también bastante evidente que el camino de la ruptura o de la obstrucción continua hacen aumentar espectacularmente la probabilidad de C y, sobre todo, la de D.

Tomemos ahora el punto de vista de Catalunya. Para Catalunya, el escenario D sería muy negativo para la economía y para las posibilidades de mantener y defender el marco nacional catalán. Cabe preguntarse: ¿qué saca, Junts, de los caminos de la ruptura o de la obstrucción continua? La tradición de la que Junts es heredera ha sido profundamente alineada con estos dos ejes: la prosperidad económica y la preservación de la nación. No quiero perder la esperanza de que haya una reacción y que la tradición vuelva con fuerza. Ya sea para que los dirigentes de Junts se den cuenta de que los logros tácticos pueden hacerles perder los objetivos estratégicos, ya sea para que quienes se den cuenta sean sus votantes potenciales y la perspectiva de un desastre electoral fuerce un enderezamiento.

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