¿Falta mucho para la declaración de Mazón ante la jueza?

Mazón ha vuelto a aparecer este lunes en nuestra vida cuando ha ido a declarar al Congreso. Mientras lo oía pensaba que ya había tenido suficiente de verlo en entrevistas y comisiones de investigación. Que todo este Mazón on tour no nos aporta nada nuevo, que solo causa el dolor y la indignación ya conocidos, y que para la salud del sistema democrático ya es imperativo que, de una vez por todas, veamos a Mazón en el único lugar al que debe ir a declarar, que es ante la jueza, y que no pase mucho tiempo entre su declaración y la sentencia. Lo demás, ya solo es ruido.

Mazón se ha comportado hoy como lo que es: un analfabeto político que nunca en la vida habría imaginado llegar tan lejos y que el único día que tenía que estar a la altura fracasó mortalmente. Llegó a afirmar que el día 29 por la mañana no se sabía que podría haber desgracias, que por la noche él no sabía que había gente que se estaba ahogando y que el conseller de Educación que no suspendió las clases es el mejor conseller posible porque "nos ha librado de la política de imposición de los Països Catalans". Ustedes mismos.

Pero tampoco han estado a la altura los diputados, especialmente Gabriel Rufián, que ha ido a desahogar su indignación y a hacer clips para las redes, como si los que estábamos mirándolos no estuviéramos indignados. No esperamos de los diputados que se comporten como los familiares de las víctimas el día del acto del primer aniversario ni que se hagan los más ofendidos que nadie. Esto no los hace más empáticos con la gente, ni más valientes, ni más intrépidos. Esperamos que interroguen, es decir, que pregunten y repregunten después de haber oído las respuestas. Entre la indignación de unos y las mentiras del otro, la comparecencia de Mazón ha acabado siendo como un recalentado de sentimientos que no llevaba a ninguna parte. Nos hemos pasado un año pidiendo que dimitiera. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para que lo juzguen?