El próximo gobierno de la Generalitat de Catalunya tiene el reto de acabar de hacer frente a la crisis más grande que recordamos y de recomponer el país cuando todo esto se acabe. Después de la pandemia, el mundo ya no volverá a ser lo que era. Desde que llegó el covid-19 han crecido las desigualdades sociales y económicas, han cambiado los valores y las prioridades de los individuos y la incertidumbre ha pasado a dominar nuestras vidas. Esta situación está afectando la salud mental y emocional de muchas personas y se prevé que cuando la pandemia del covid-19 se acabe habrá que dedicar muchos esfuerzos a cuidar.
Para poder hacer frente a esta situación tan compleja será imprescindible reforzar nuestro sistema de salud y poner la atención primaria en el centro del sistema, para poder ofrecer a la ciudadanía una atención más integrada, con una orientación salutogénica centrada en la persona que facilite la toma de decisiones compartidas. Después de años de recortes, ahora es urgente invertir en este sector y repensar su modelo. Hay que pasar del abordaje actual, que entiende la salud de manera negativa, simplemente como la ausencia de enfermedad, a un abordaje positivo, que la considere como una situación de bienestar completo, tal y como lo hace la Organización Mundial de la Salud. Se trata de un cambio de paradigma, que tendría que estar liderado por las enfermeras y los enfermeros.
La enfermería es la profesión que se dedica a cuidar de las personas. Las enfermeras -tal y como recomienda el Consejo Internacional de Enfermeras, uso el término en femenino para referirme también a los hombres que ejercen la profesión- nos dedicamos al abordaje integral de la salud, teniendo en cuenta su dimensión física, psíquica y social.
Está demostrado que los países que tienen más enfermeras disfrutan de una mejor salud. Catalunya tiene uno de los índices más bajos de enfermeras por cada mil habitantes de la Unión Europea y este déficit lo estamos notando de manera especial durante la pandemia. Si nos quisiéramos comparar con los países de nuestro entorno habría que aumentar más de un 50% el número de enfermeras.
Faltan plazas de enfermería en las universidades. Muchas enfermeras han abandonado la profesión o se han ido a trabajar fuera porque en nuestro país los sueldos de enfermera son bajos, las condiciones laborales son bastante mejorables y conciliar la vida familiar y laboral es difícil. El porcentaje de eventualidad entre las enfermeras es superior al 16%, el doble del que hay entre los médicos.
Además de las condiciones laborales y los sueldos, otro motivo que explica el abandono de la profesión o la emigración de nuestras enfermeras es la carencia de promoción en las instituciones sanitarias. Los modelos de carrera profesional existentes no valoran la pericia ni la especialidad. De hecho, ni siquiera están aceptadas en el ámbito laboral las categorías profesionales de especialidades que están reconocidas desde hace años.
Por otro lado, las enfermeras catalanas estamos cobrando como diplomadas universitarias y no como graduadas, que es lo que nos correspondería. Esto supone una diferencia salarial injustificable y la imposibilidad de acceder a determinados lugares de responsabilidad. Tampoco se nos reconoce el título de doctorado más allá del ámbito académico.
Por todo esto, las enfermeras pedimos al nuevo Govern que aumente la oferta de plazas de enfermería en la universidad, que ofrezca más plazas de enfermeras en los centros públicos, que reduzca la eventualidad, que equipare nuestra categoría profesional con la del resto de graduados universitarios y que lleve a cabo un plan para recuperar las enfermeras que han abandonado la profesión o que se han ido a trabajar al extranjero. Para poder sacar adelante estas propuestas es necesario que las enfermeras estemos presentes en los lugares donde se planifica y se toman las decisiones. Las aportaciones que podemos hacer las enfermeras para elaborar y aplicar políticas públicas que sirvan para garantizar el bienestar de la ciudadanía son muy valiosas. Ya es hora de que cuenten con nosotras.