Joaquim Coello, Joandomènec Ros, Eduardo Alonso Pérez de Ágreda i Fernando Hermosilla Larrasoaña

Fomento favorece la pista sobre el mar

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El aeropuerto de El Prat.

Fomento del Trabajo, en su informe hecho público el 23 de octubre sobre las distintas alternativas de mejora del aeropuerto de Barcelona, ​​llega a dos conclusiones. Es necesaria una pista de 3.500 metros de largo para vuelos intercontinentales y el aeropuerto de Barcelona es pequeño (el 25% de la superficie que tiene el de Madrid o el 30% de la del de Londres). Si se quiere una pista de 3.500 metros, la alternativa compatible con el respeto al medio ambiente y las instalaciones del puerto es ir sobre el mar... pero la solución de Foment insiste todavía en una ampliación de la actual pista mar en 840 metros.

La ampliación de la pista que propone Fomento no sólo implica una prolongación del área de rodadura de los aviones, sino también de las áreas de protección o seguridad a desarrollar: 150 metros a ambos lados del eje de la pista. A estos hay que añadir 60 metros más en el exterior del área de seguridad del lado montaña para permitir el acceso de los aviones a la cabecera de la pista. Con estos condicionantes, la ampliación invade un área de 30 ha de las 398 ha de la Ricarda, es decir, el 7,5% del Espacio Natural protegido, de las cuales 4,3 ha son sobre la laguna de la Ricarda.Representa la mitad de su extensión, que quedaría debajo de la pista, sin luz solar directa y con pilotes de hormigón cada 10 m. Este 47% de ocupación de la laguna hará que los permisos medioambientales de la Comisión Europea no sean fáciles aunque se propongan compensaciones.

En cuanto al procedimiento constructivo, Foment da dos posibles alternativas para construir los primeros 436 metros que transcurren fuera de la laguna. La primera consiste en una plataforma apoyada sobre escollera, que necesitaría una precarga del terreno de una duración de aproximadamente 24 meses, de una anchura ligeramente superior a los 360 metros.

Una segunda propuesta comportaría construir la pista sobre micropilotes, que deben ser instalados en una superficie de aproximadamente 15 ha. Solución de dudosa eficacia.

Para los últimos 406 metros sobre la laguna de la Ricarda se propone la construcción de la plataforma de pista sobre pilotes. Para esta sección existen dos aproximaciones constructivas. La primera sería la utilización de elementos prefabricados para el tablero de la plataforma, que se apoyarían sobre los pilotes. Pero estos deberían construirse desde tierra, es decir, se necesitaría llenar de material la laguna para poder construir los pilotes, y después debería sacarse todo este material. Esta metodología tiene un elevado coste medioambiental.

La segunda aproximación sería construir el tablero de la plataforma con encofrados deslizantes y utilizando la plataforma en voladizo para poder construir secuencialmente los pilotes. Éste es un método habitual en la construcción de puentes, mediante una estructura auxiliar que cuelga bajo la plataforma unos 3,5 metros incluyendo el espacio libre necesario para su operatividad. La distancia, en esta zona, entre el plano inferior de la plataforma y el fondo de la laguna es de 2,8 a 5 metros. Por tanto, sólo en el último tramo, con una distancia libre de 4 a 5 metros, se podría utilizar este sistema. Para el resto debería recurrirse parcialmente a llenar, temporalmente, la Ricarda de tierras...

El último problema de la solución de Foment es la distancia de la pista del Puerto de Barcelona, ​​que disminuye unos 400 metros, lo que crea nuevas limitaciones sobre la operativa de ambas infraestructuras. Afecta al tamaño de las grúas e impide la instalación de las de 90 metros, necesarias para operar a los grandes buques de contenedores.

En resumen, la propuesta de Foment no cumple el objetivo de ser compatible con la continuidad y mejora de Ricarda y resta operatividad al Puerto.

Además, todas las soluciones de Foment proponen construir una nueva terminal satélite.

El tráfico en Barcelona debería mantenerse en 50 Mpax, trasladando a Girona y Reus 10 Mpax que serían sustituidos por nuevos vuelos intercontinentales. Girona y Reus se verían beneficiadas por un tráfico que ahora no tienen. Con apeaderos del AVE en los aeropuertos de Girona y Reus a partir de 2025 y 2027 se podría llegar a Barcelona en 30 minutos. Esta alternativa no necesita más terminales porque no existen más pasajeros.

Si se hace la terminal satélite, pasaremos a 70 Mpax y la degradación de la calidad del aire, ahora ya precaria en la ciudad de Barcelona, ​​a 15 km de El Prat, empeorará, especialmente con vientos de componente sur.

Aena quiere construir la terminal satélite. La razón son los ingresos comerciales, tiendas y restaurantes, que son ahora el 50% del total (hay datos).

No construir la nueva terminal satélite ahorraría 1.000 M€ (terminal y conexión con la T1) que podrían ser utilizados para otros fines. Por ejemplo, para construir la pista en el mar y recuperar la T2, hoy bastante degradada. El documento de Fomento, quizás sin querer, es suficientemente clarificador. Los holandeses en el siglo XVI entendieron que debían actuar sobre el mar para proteger su país. Salvadas las distancias, los catalanes en el siglo XXI debemos entender que nuestras comunicaciones con el mundo vía aérea son hoy vitales para el desarrollo, y también requieren actuar sobre el mar. Holanda es hoy un gran país por ello.

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