Melania y la señora Prim

Una teleoperadora en una imagen de archivo
16/06/2025
2 min

"Hola, Montserrat, ¿es correcto?", pregunta la voz de mujer con acento colombiano. "No, no, no es correcto", llama a la señora Prim, mientras se ajusta el sonotone. "Mire, le hablo en relación con la dirección del calle Salamanca, ¿es correcto?", hace, entonces, la voz de mujer con acento colombiano. Y ella entonces le quiere decir que no, que ni una, pero se detiene, de repente, y en lugar de colgar dice: "Dime, dime... ¿Entiendes el catalán?".

La voz de mujer con acento colombiano le dice que no, pero que hará el esfuerzo. sofá y se sirve un chorrito de ratafía. "¿Cómo te llamas?", le pregunta a la voz.Lo que el viento se llevó. ¡Ah, y Melanie Griffith!

Melania intenta explicarle las ventajas de cambiar de compañía eléctrica, pero la señora Prim le interrumpe. "Yo te compraré lo que quieras, pero primero debes contestarme unas preguntas", le exige, con la voz dulce que tiene, de abuela. "La primera... ¿Le hacen decir un nombre al azar? ¿Una calle al azar?" Melania se apura la garganta: "Bueno, realmente yo no sé si estoy autorizada...". La señora Prim chilla como una gallina haciendo el huevo: "Entonces es que sí! Os hacen decir un nombre. Quizás por probabilidad. ¿Llamas a una vieja de Cataluña? Montse. ¿Verdad? Pero de Montses ya no quedan!" "Yo quería hablarle de las ventajas de...", prueba. Pero de nuevo la señora Prim la hace callar. "¡Melania! Una cosa. ¿Cuántas veces en la vida te ha salido bien? ¿Cuántas veces has dicho un nombre y no te han colgado? ¿Cuántas veces has vendido eso que me quieres vender a mí?"

Melania suspira. "Pues la verdad... La verdad, ninguna. Todas ustedes me pengan...". Somica. "Ay, perdón...", follón. Y ya aplasta a llorar. "Calma, calma, no llores, Melania...", hace con dulzura la señora Prim. Pero la otra solloza, solloza, sollota.

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