Quitar tetas
En ocho años, las operaciones para extraer implantes de pecho se han duplicado en España. Las razones que explican este aumento tienen que ver con la caducidad de los implantes y la moda. Si no se extraen después de los 10 o 15 años pueden traer problemas de salud graves y lo que antes se llevaba, ahora ya no se lleva. La imagen femenina ha cambiado y ha pasado de "la voluptuosidad de los senos a la naturalidad", según Jaume Masià, director del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital de Sant Pau. Muchas de las mujeres que se les pusieron hace veinte años se han encontrado con que deben cambiarse, y ahora, con 45, no les gusta la idea de volver a pasar por quirófano en los 60 o 65 para volver a realizar un cambio. Hablo de estética, puramente, no de las reconstrucciones mamarias que se realizan derivadas del cáncer de mama. Obviamente, éstas no tienen nada que ver con las modas. Y hablo de cómo la moda nos condiciona a modificar nuestros cuerpos.
Otro dato estético. Los tatuajes. Una moda que ha pasado de ser marginal hace muchos años a ser, actualmente, predominante. Lo que ahora prácticamente puede considerarse marginal es no ser portadora de ningún tatuaje en el cuerpo. Sobre gustos no puedo discutir, pero habiendo calcomanías, ¿qué necesidad tienes de casarte con una mala idea para siempre? Según un estudio, el 60% de la gente que se hace un tatuaje se arrepiente de ellos a los cinco años. La tendencia de hacerse tatuajes, que ha aumentado exponencialmente, también está viviendo el efecto contrario, aumenta el número de personas que quiere eliminarlos. Los suyos, se entiende. No los de los demás. Aunque si a mí me dejaran... Callo. En cualquier caso, los motivos para deshacerse de los tatuajes van desde cambiar de opinión, a cambiar de pareja o de trabajo. Y la forma de hacerlo no es fácil. Por eso insisto en las calcomanías, que con algo de agua te ha pasado el mal momento. Con los tatuajes necesitas dinero, tiempo y el umbral del dolor en forma.
Fuera bromas, siendo como somos, es normal que tengamos también la necesidad de probar cosas. Y los tatuajes se han hecho en todas partes del mundo a lo largo de la historia. Han ido cambiando, eso sí, las razones y las formas. Y antes, la gente que se les hacía nunca se les quitaba. Las pechugas de las mujeres, en cambio, no se quitaban ni se ponían. Éste es un fenómeno mucho más reciente que tiene que ver con la estética pero también con la presión social, la autoestima, el machismo y el poder adquisitivo. Hace años, una madre británica obsesionada con la cirugía estética regaló a su hija de siete años un vale por una operación de senos y una liposucción que, legalmente, sólo podría hacerse a partir de los 16 años. Hoy en día hay padres y madres que regalan a sus hijas una operación de senos cuando cumplen 18 años. Sólo por estética. Por razones médicas no habría ningún debate. Pero este debate es eterno y lo poco que podemos hacer es decidir qué hacemos nosotros con nuestro cuerpo y no juzgar lo que hacen los demás con el suyo. La conclusión, en todo caso, es que todas las prótesis, también, se acaban deteriorando con el tiempo. Pero que tus pechos envejezcan no hace que tengas que reemplazarlos, sólo que tengas que aceptarlos. No es poco.
Tenemos muchos problemas con nuestros cuerpos. Por mucho que se hable de tantos temas que hasta ahora eran tabú, hay mucha ramplón y poca profundidad existencial. Además, siguen imperando unos modelos que no ayudan, incluso cuando se quieren incorporar cuerpos no normativos o de edades diversas ponen a personas dentro del modelo de belleza estándar, pero con más peso o con más años. No es la realidad. Pero la realidad es que nosotros tampoco queremos ser reales.