Érase una vez un cuento de cerillas, robos, asesinatos... Nadie escapa. Sobre todo de cualquier pueblo de Aragó. Pero, ¿y los culpables?
Los causantes han sido principalmente los separatistas-catalanistas que invadieron esta zona. Todas las Iglesias de estos pueblos han sido profanadas e incendiadas.". Así, ¿quién quemó Sijena en agosto de 1936?
"El Real Monasterio de Sigena, ocupado por monjas Sanjuanistas, que era un verdadero Museo de Arte, y la vieja Catedral de Rueda, monumento nacional, han sido igualmente saqueados, destrozando muchas de sus obras artísticas y sacando de ellos algunos grupos escultóricos que se supone se hayan vendido al extranjero. Los elementos Civiles del país Alto aragonés están totalmente subordinados a los rojos catalanistasAmén.
Miles de cuentos así se cuentan a partir de agosto de 1936 y se multiplican en 1939. Historias copiadas, reproducidas, literales. Fake news. Copy-paste. Clones, boots, que se propagan, educan, señalan. Repita: los catalanes queman y roban. Son mentiras biológicas. Pasan de padres a hijos. Del siglo XX al XXI. La ficción de una barbacoa hecha por la revolución, justificada por el franquismo, defendida por la democracia. Y los catalanes en medio, condenados, y explicados por los demás. He aquí un perro, he aquí un gato... Lobotomizado.
La mentira repite en el 2025 que en 1936 Josep Gudiol robó las pinturas de Sijena. Lo cierto es que Josep Gudiol salvó las pinturas de Sijena y que los catalanes no quemaron el monasterio. Gudiol, arquitecto. Al frente del Comité por el Salvamento Artístico de la consejería de Cultura de la Generalitat. Se va hacia el infierno. Solo armado con manos y palabras rescata arte cuando el demonio hace fiesta mayor. Pero Gudiol llega a Sijena: "No pude contener las lágrimas frente a las cenizas de uno de los mejores monumentos del mundo". Y salva los restos de las pinturas (un 50%). Sijena, ocho siglos obispado de Lleida. Monasterio hecho de la nada en 1188. Tras la conquista del Conde de Barcelona y el Conde de Urgell. Cielo en la tierra de la confederación catalanoaragonesa. Gracias.
Pinturas reconstruidas, pagadas, depositadas en el MNAC desde 1940. Pero cuando Gudiol vuelve del exilio en 1941 no las ve. Lo que ve es un tribunal de depuración. Acusado. De haber sido oficial republicano. De haber robado obras de arte. Falso culpable. Se defiende. Hace un informe que es un aguacero de verdad. Lo absolvieron. Pero ahora le vuelven a acusar. ¿Se quiere volver en agosto de 1936?
Ucronía. Más ficción sobre la ficción. Josep Gudiol no salva las pinturas de Sijena. Queman. No están. Problema resuelto. Hoy paz y mañana gloria. Lo dice uno de los episodios de ese Antiguo Testamento que muestran las pinturas murales del monasterio. Génesis 3:19: "Eres polvo, y al polvo volverás". Aragón busca la ucronía del polvo. La ficción, la mentira, la cerilla. Y nos preguntamos, como el soldado-escritor Joan Sales, como todos los que fueron en aquel Aragón ardiente: "¿Qué sacamos de haber vencido a los bárbaros si nos dejamos vencer por la barbarie?" No es arte: es la Guerra Vil de 1936 quemando, quemándonos. La utopía eterna de la barbacoa del odio y la mentira.