Las teles privadas hacen desaparecer al Castor y Florentino
El lunes arrancaba el juicio por los más de 500 seísmos provocados por la inyección de gas en la plataforma Castor en 2013. El Telenotícies migdia de TV3 abrió con esta noticia y le dedicó ocho minutos de atención. Xavi Coral resumió el caso ayudado de unos gráficos que recogían la imagen y el nombre de los dos únicos acusados, y en un croquis se representaba la afectación de estos seísmos. También conectaron en directo con la corresponsal en el País Valenciano, Pepa Ferrer, y vimos la crónica de la periodista Marta Planellas para abordar los detalles de la primera sesión del juicio. Un reportaje explicaba la dimensión económica del proyecto Castor, y aclaraba el periplo judicial alrededor de la millonaria indemnización que el Estado tendría que pagar a los propietarios de la empresa. TV3, por cierto, citaba el nombre del principal inversor, Florentino Pérez.
El otro informativo que se hizo eco de la celebración del juicio fue el Telediario de La 1. Dedicaron dos minutos a la información recordando el caso y las protestas de los vecinos que se derivaron de ello, e hizo referencia a los centenares de seísmos y los daños físicos y psicológicos causados a la población del Baix Maestrat y del Montsià. En la noticia no citaban en ningún momento el nombre de Florentino Pérez, pero sí citaron a la empresa ACS como principal propietaria de Escal, la responsable del proyecto Castor.
Contrariamente, las televisiones privadas españolas no informaron del inicio del juicio del proyecto Castor. En La Sexta, en las dos horas y treinta y siete minutos que dura Al rojo vivo, Antonio García Ferreras, hombre cercano a Florentino Pérez, no tuvo tiempo de recordar el juicio por un caso que provocó 552 seísmos. Eso sí, se recreó largamente y con el sensacionalismo habitual en los seísmos ocasionados por el volcán de La Palma, que hace semanas que duran. En las ediciones del mediodía, ni el informativo de La Sexta, ni Antena 3 noticias, ni Informativos Telecinco tampoco recogieron la información.
El lunes a mediodía las teles privadas censuraron una información importante, demostrando, con una claridad demoledora, al servicio de quien trabajan. Hacer desaparecer una noticia que no solo implica una negligencia empresarial que puso en riesgo a la ciudadanía es escandaloso. Pero si añadimos que los hechos implican una indemnización millonaria que tiene que pagar el Estado a la empresa responsable y que, encima, se intentó cargar el dineral a la factura del gas de los ciudadanos, todavía es más grave.
Mientras Atresmedia y Mediaset demuestran que sus criterios informativos priorizan los intereses empresariales, las televisiones públicas tienen el deber de aplicar criterios periodísticos pensando siempre en el servicio al ciudadano. Harán falta días para dirimir quiénes son los culpables de los seísmos de 2013, y todavía falta más tiempo para saber quién pagará la factura de este despropósito. Pero de momento el juicio del proyecto Castor ya ha servido para recordar por qué son importantes las televisiones públicas.