En poco tiempo, la Nueva Editorial Moll (que, como da a entender su nombre, ha retomado la distinguida trayectoria editorial de la casa de Francisco de Borja Moll, padre e hijo, ahora bajo la dirección literaria de Tomeu Canyelles) ha publicado los respectivos libros de dos de los grandes autores de la literatura catalana actual, Antoni Vidal Ferrando y Gabriel Janer Manila. Como Willie Nelson y Van Morrison, como Paul Weller y Paul McCartney, gigantes viejos pero perfectamente vivos y en plena forma creativa, que todavía tienen mucho que aportar, Vidal Ferrando y Janer Manila no hacen giras ni publican discos, pero sí actualizan libros fundamentales de su obra, o ofrecen nuevos.
De Antoni Vidal Ferrando, con motivo del trigésimo aniversario de su primera edición, la Nueva Editorial Moll ha recuperado Las lunas y los calápetos, una epopeya de contrabandistas en la Mallorca de la pobreza preturística. Es la primera del Ciclo de Almandaia, un tríptico novelístico que se encuentra disponible en el catálogo de la editorial El Gall, de Pollença y que incluye también las novelas La mano del jardinero y La isla de los dólmenes. En las novelas de Vidal Ferrando van de la mano el historiador que él es por formación, el excepcional poeta lírico de sus libros en verso y un narrador con un estilo construido con el nervio y el vigor de un gran contador de historias, pero también con la delicadeza del escritor que ama su lengua y se detiene a admirar cada palabra que utiliza. El resultado es un gran relato (a Las lunas y los calápetos, pero también en el conjunto de las tres novelas) sobre la posguerra, la pobreza y la delincuencia, pero también sobre la memoria y la construcción de la identidad, personal y colectiva, a través del recuerdo. La nueva edición de Las lunas y los calápetos viene acompañada de un prólogo de Xavier Serrahima y del saludo de una treintena de escritores de todas las edades, géneros y sexos que expresan su admiración por la novela y por su autor.
Gabriel Janer Manila presenta novedad: Jaguar, una novela breve y absorbente, obsesiva, con un subtítulo curioso pero adecuado: Donde los adverbios mueren de miedo. Narra las vicisitudes de una expedición que, en los años treinta del siglo XIX, se adentra en la selva amazónica en busca de la tribu de los korubo, hablantes de una lengua que descarta el uso de los adverbios porque los relaciona con una forma de dominación casi demoníaca. Grandes historias como elAguirre de Werner Herzog o El entenado de Juan José Saer acechan en este cuento de terror y deslumbramiento, que liga bien con el Janer Manila de la novela He jugado con los lobos (basada en el caso de Marcos, el niño selvático de Sierra Morena, que el autor había estudiado profundamente como pedagogo). Jaguar llega después de otro tríptico importante, los de los tres volúmenes de memorias de Gabriel Janer Manila (Ha nevado sobre Yesterday, Amor, no estás fatigado y Lungomare), publicados por Proa, de lectura casi obligada para quien quiera conocer la peripecia vital y civil de uno de nuestros escritores de referencia.