20 horas y dos reuniones para desencallar una negociación de 90 días

Aragonès y Sànchez han reavivado este fin de semana unas conversaciones que parecían muertas

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Jordi Sànchez y Pere Aragonès conversando, en una imagen de archivo.

El viernes por la mañana reinaba el silencio. Por primera vez en muchos días no había declaraciones ni contradeclaracions sobre qué fallaba entre ERC y JxCat para que, tres meses después de las elecciones, todo estuviera bloqueado. Ese día las dos partes aseguraban que no había contactos ni estaban previstos y todo el mundo seguía enrocado en sus posiciones. El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, se iba hacia Tarragona para asistir a un acto sobre fondos europeos y no había ningún cambio de agenda de última hora que pudiera hacer pensar en un giro de guion. La opción de volver a las urnas era una posibilidad muy real. En la sede de más de un partido ya se hacían números de cuánto costaría volver a elecciones. En la Generalitat también.

Pero llegó el fin de semana y lo que no se había movido en 90 días de negociaciones lo acabaría haciendo en 20 horas. Es el tiempo que el coordinador general y presidenciable de ERC, Pere Aragonès, y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, han dedicado a tratar de encontrar un acuerdo. Y lo han conseguido. "Ha sido un mano a mano", resume un conocedor de las conversaciones. Los dos se jugaban mucho. El primero, la oportunidad de ser president de la Generalitat, el primero de ERC desde la restauración de la democracia. El segundo, la paz interna de un partido que dirige desde hace relativamente poco y que en los próximos meses tiene el reto de consolidar su estructura. Ni a ERC ni a JxCat les convenían elecciones. Pero si dentro de este dos partidos había alguien a quien todavía les convenían menos eran Aragonès y Sànchez.

Tanto el uno como el otro han estado en contacto permanente durante toda la negociación y se vieron dos veces en Lledoners –el 26 de abril y el 1 de mayo–. El segundo encuentro fue muy bien recibido por los republicanos, que vieron muy cerca el acuerdo porque entendían que Junts aceptaba no hacer del Consell per la República uno de los caballos de batalla de la negociación. Pero el lunes 3 y el martes 4 de mayo JxCat y ERC se volvieron a ver y todo dio un salto hacia atrás. "Esos dos días todo fue mal", resume un negociador de los republicanos. Tan mal que las conversaciones saltarían por los aires el sábado 8 de mayo con el anuncio de ERC de que quería hacer un gobierno en solitario sin Junts.

Pero a pesar de las discrepancias, el hilo directo entre Aragonès y Sànchez nunca se perdió. Ese mismo sábado hablaron para que Aragonès le comunicara la determinación de hacer este ejecutivo en minoría. E incluso el lunes siguiente, cuando los reproches cruzados entre JxCat y ERC llegaron a su máximo exponente, hubo un contacto telefónico entre los dos líderes. Las relaciones entre los dos partidos estaban muy deterioradas, pero no rotas. Quedaba un aliento de esperanza para no volver a las urnas.

Pere Aragonès y Josep M. Jové (ERC) con Elsa Artadi y Josep Rius (JxCat) en Lledoners.

"No podíamos ir a elecciones"

Y con este tira y afloja constante de tres meses llega el fin de semana y los dos líderes deciden ponerse al frente de la negociación. Según fuentes conocedoras, celebran dos reuniones cada una de unas 10 horas en dos lugares diferentes de fuera de Barcelona. Había que aprovechar la oportunidad de que Sànchez tenía permiso para salir de la prisión. Se acababan las reuniones en Lledoners o en el Parlament, donde se habían celebrado la mayoría de veces hasta ahora, y donde estaban demasiado expuestas a los ojos de todo el mundo. Si el viernes por la mañana reinaba el silencio, el domingo por la tarde la situación empezaba a cambiar. Con discreción, las dos partes ya no se mostraban tan pesimistas como 48 horas antes. Había hermetismo, y esto en política casi siempre es señal de que algo se estaba moviendo. "Ha sido un fin de semana intenso. No podíamos ir a elecciones", resumía un conocedor de las conversaciones.

Abonados tradicionalmente a los horarios nocturnos, este lunes por la mañana los dos partidos anunciaban un acuerdo a las 7.40 horas que no se podía comunicar hasta las 8 en punto. A las 13.30 lo presentarán presencialmente. ¿Cómo se ha resuelto en 20 horas lo que no se pudo solucionar en 90 días? Aragonés y Sànchez tomarán la palabra hoy para explicarlo y dar todos los detalles.

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