Partidos políticos

Podemos abandona Sumar y altera la aritmética del Congreso

El partido lila se va al grupo mixto y denuncia que el partido de Yolanda Díaz le ha negado la "capacidad de hacer política"

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Yolanda Díaz e Irene Montero en el Congreso .

MadridLos cinco diputados de Podemos abandonan Sumar y pasan al grupo mixto "para garantizar su capacidad de hacer política". Así lo ha anunciado uno de ellos, Javier Sánchez Serna, en una rueda de prensa en el Congreso. La decisión se toma después de que este martes el partido lila no haya podido intervenir en el debate sobre la posición del gobierno español sobre el conflicto entre Israel y Hamás en Oriente Próximo, aunque este episodio es el detonante de una dinámica de arrinconamiento que, entienden, se está produciendo desde que se configuró el espacio liderado por Yolanda Díaz. La aritmética parlamentaria se ve alterada con esta salida: a partir de ahora, el PSOE tendrá que negociar directamente con Podemos, que se suma así a los partidos vascos y catalanes como formación determinante para configurar las mayorías de Pedro Sánchez. Todas las leyes deberán tener ahora su visto bueno para ser aprobadas.

La ruptura se ha consumado hoy, pero las señales de alerta llevaban tiempo allí. A regañadientes, el partido liderado por Ione Belarra firmó un acuerdo de coalición para las elecciones del 23-J, con exclusiones en las listas, y también votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez, pese al veto a Irene Montero como a ministra. Díaz ha dejado a Podemos sin presencia en el ejecutivo de coalición y sin poder en el grupo parlamentario –no tiene ningún portavoz adjunto– y la formación ha considerado que tendrá más proyección pública en el grupo mixto, que compartirá con Unió del Poble Navarro, Coalición Canaria y el BNG. A su vez, Sumar pasa de 31 a 26 diputados.

¿Transfuguismo?

La dirección de Sumar se ha enterado de la decisión al publicarse en Canal Red, el medio de comunicación de Pablo Iglesias. Fue entonces cuando la diputada de Podemos Lilith Verstrynge llamó a un asesor del partido de Díaz para confirmar la información. Se ha recibido con "decepción" y fuentes de la formación creen que se trata de una operación de "transfuguismo puro y duro". La portavoz del grupo, Marta Lois, ha dicho en una comparecencia que no comparte la visión "victimista" de que se haya expulsado a Podemos, dado que las decisiones se toman "por consenso de la dirección del grupo". Sin embargo, la formación lila no está integrada en la dirección del grupo.

Sea como fuere, Lois ha dejado claro que la salida es una "deslealtad" a los votantes de Sumar el 23-J y también a la militancia de Podemos que avaló que la dirección negociara un acuerdo de coalición con la formación de Díaz. Fuentes de Sumar subrayan que la decisión de marcharse se ha producido sin preguntar a los afiliados del partido lila, mientras que en ocasiones anteriores se han realizado consultas incluso sobre la compra del chalet de Iglesias y Montero. Más allá de eso, Lois se mostró esperanzada de que los diputados de Podemos no "remarán en contra" del gobierno de coalición ni cerrarán filas con la derecha. En el PSOE admiten que "no es una buena noticia" esta ruptura y el PP moja pan: "El gobierno es hoy más inestable", ha manifestado la dirigente Carmen Fúnez.

Horizonte electoral

La última oferta de Díaz para evitar la rotura fue que Nacho Álvarez, miembro destacado de Podemos en la anterior legislatura –fue número 2 de Ione Belarra en el ministerio de Derechos Sociales– y principal negociador económico con el PSOE en el gobierno de coalición, se convierte en ministro. Pero el partido lila lo rechazó aduciendo que era competencia del partido situar su nombre favorito. Hace días que se especulaba con la posibilidad de que Podemos se presente en solitario en las elecciones europeas –los comicios en los que irrumpió Pablo Iglesias en el 2014– y ahora ya puede darse por sentado. Habrá que ver si también articula candidatura a las elecciones de Euskadi y Galicia.

Entre las motivaciones de fondo, Podemos sostiene que el proyecto de Sumar ha abandonado ambiciosos postulados y renuncia a confrontar con el PSOE, a pesar de ser socio de coalición. Fuentes de la formación subrayan que Díaz no se desmarca lo suficiente de los socialistas y que, a la larga, entre una especie de marca blanca y la original, los votantes de izquierdas apostarían por tomar la papeleta del PSOE. En esta línea se ha expresado Belarra en X. "Es necesaria una izquierda feminista, ecologista y transformadora", ha twittado.

El reglamento del grupo

La salida también coincide con que el grupo parlamentario de Sumar está ultimando su reglamento de funcionamiento interno e incluye sanciones en caso de que alguien se salte la disciplina de voto, algo que Podemos pretendía hacer cuando advertía que ejercería su "autonomía" dentro del espacio. En todo esto, juega un papel la cuestión de los ingresos: en principio, Podemos no perderá muchos recursos yendo al grupo mixto y, puesto en una balanza, prefiere abandonar Sumar y tener un rol diferenciado y decisivo. Los cinco diputados serán claves para decantar mayorías.

En cuanto a las comisiones, cuya constitución se aprobó este lunes, el partido lila había obtenido algún cargo en las mesas y Sumar intentará que se puedan volver a votar. algunas para revertir la situación. Pero en principio sería necesaria una dimisión previa y, en todo caso, necesitaría el apoyo de otros partidos. Como partido mayoritario del grupo mixto, Podemos podrá colocar portavoces en comisiones: si Belarra reclamara la de Derechos Sociales, podría confrontar con su sucesor al ministerio, Pablo Bustinduy, ex de Podemos.

Ahora habrá que ver si este movimiento acaba provocando fugas en el partido o lo refuerza. Justamente este martes, se han conocido dos bajas relevantes en la organización. Por ejemplo la de la dirigente de los comunes Jéssica Albiach, que provenía de Podemos y que ha formado parte de la ejecutiva lila en varias etapas. Albiach dio el paso la semana pasada, antes de la crisis de hoy. También el hasta ahora coordinador autonómico en la Comunidad de Madrid, Jesús Santos, que en una dura carta publicada en las redes sociales expone que sus "diferencias con el núcleo dirigente de Podem son enormes". "En lugar de hacer valer su capital político para influir en el rumbo estratégico de esta nueva herramienta, el núcleo dirigente de Podem entendió este proceso como una competición por la propiedad del espacio", concluye. La izquierda española se adentra en su enésima crisis.

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