¿En qué están de acuerdo y en qué no ERC y Junts en el Congreso?
En las enmiendas a leyes, los republicanos han votado más a favor de los junteros que al revés
MadridA nadie se le escapa que la relación entre ERC y Junts, especialmente en el Congreso de los Diputados, es a menudo tormentosa. Una de las pocas imágenes de unidad de la legislatura fue la aprobación de la amnistía, que no estuvo exenta de dificultades y momentos de desavenencias. Tampoco es secreto alguno que el entendimiento que se ha hecho patente a lo largo de la legislatura entre Junts y el PP en materia económica ha levantado los recelos de los republicanos. ¿Pero qué grado de entendimiento tienen los dos partidos independentistas en sus propias propuestas? El ARA analiza punto por punto las votaciones de las iniciativas o enmiendas impulsadas por Junts y ERC en los primeros dos años de la legislatura española.
De entrada, ponemos cifras encima de la mesa. En relación a las leyes, en las comisiones ha habido 86 votaciones de enmiendas de ERC y 59 votaciones de modificaciones sugeridas por Junts –no son el número de enmiendas como tal porque en más de una ocasión se votan agrupadas en bloques y no se han contabilizado las de la ley de atención a la clientela porque no todas quedaron registradas–. Aquí hay una primera gran diferencia: ERC ha votado a favor de las de Junts en el 66% de los casos, y los junteros, en el 52% de las de los republicanos. La formación de Míriam Nogueras se ha abstenido 23 veces y ha votado en contra 18 veces, mientras que Gabriel Rufián han dado 10 abstenciones y 10 entes.
Multireincidencia y alquileres de temporada
Hay temas que han generado especiales asperezas entre Junts y ERC, y hay dos que han sido de actualidad en las últimas semanas. A principios de diciembre, los junteros lograron el aval del PP y del PSOE por encauzar la ley contra la multirreincidencia que, entre otras cosas, quiere castigar con entre uno y tres años de cárcel el robo de móviles. ERC quedó al margen de la negociación y se abstuvo en la votación en la comisión de Justicia. Además, hace nueve meses, los republicanos votaron en contra de la ley de Junts per permitir desalojos expreso de ocupas. En cambio, ERC sí apoyó la ley ELA y la delegación de competencias en inmigración.
En el otro platillo de la balanza, Junts se descolgó de la regulación de los alquileres de temporada. Hizo descarrilar el primer intento, aceptó tramitar una nueva iniciativa con retoques, pero hace un mes se desmarcó de la norma a pesar de la presión de los partidos de izquierdas –precisamente la semana pasada el Parlament aprobó una norma en el mismo sentido y Junts votó en contra–. También en Madrid, los de Míriam Nogueras se abstuvieron en la propuesta de ERC de elevar la fiscalidad para reducir la especulación inmobiliaria, pero sí se aliaron con los republicanos para que jugar en la selección española sea voluntario, por garantizar el plurilingüismo y los derechos lingüísticos frente a las instituciones del Estado y para prohibir la reventa a pérdidas en la cadena alimentaria. En estos tres casos, votar a favor de que las proposiciones de ley hizo que superaran el primer examen parlamentario.
Enmiendas y más enmiendas
En las votaciones de enmiendas, todavía resuena la inédita votación del paquete fiscal que Pedro Sánchez impulsó en otoño del 2024. Juntos introdujo algunas modificaciones: ERC se abstuvo, entre otros casos, en la reforma del impuesto a la banca, en la rebaja fiscal de las pymes y en la bonificación al 100% de la seguridad social para entidades deportivas sin ánimo de lucro. Y Junts votó en contra de las propuestas de ERC –y Bildu– para mantener el impuesto a la banca y el impuesto a las energéticas –que más tarde enterró definitivamente junto con el PP y Vox–, por hacer pagar el IVA a los alojamientos turísticos y por subir la tributación del IRPF de las rentas del capital a partir de 300.000 euros.
Pero ha habido muchos más ejemplos. Con la ley de paridad, ERC votó en contra de la pretensión de Junts de retrasar su aplicación hasta el 2030 para colegios electorales –el texto original lo fijaba en el 2026– y en consejos de administración de empresas –en el 2028–. Y Junts se abstuvo en la petición de los republicanos de que hubiera un mínimo de un 40% de mujeres en las direcciones de los partidos –y que ello condicionara el acceso a financiación pública– y de los sindicatos y en el consejo de informativos de RTVE. Con la ley del derroche alimentario, ERC se opuso a posponer un año la entrada en vigor de las obligaciones generales que recogía y aplicar un tipo del 0% a las donaciones de particulares a las entidades benéficas. Y los junteros votaron en contra de que los supermercados incentiven la compra de productos con la fecha de consumo preferente o de caducidad cercana.
Con la ley básica de agentes forestales, Junts se abstuvo en los cambios que proponía ERC para permitirles identificar personas en algunos supuestos, obligar a la administración a ofrecerles defensa y asistencia jurídica y un seguro de responsabilidad civil y reconocer sus condiciones de "dificultad técnica, peligrosidad, esfuerzo físico y tóxico. Dos últimos casos: ERC se abstuvo en la propuesta de Junts –que acabó saliendo adelante– para que el personal sanitario que trabaja en medios aéreos pueda anticipar la jubilación y rechazó la derogación del decreto que regula la distribución y prescripción de medicamentos.
Cercanías, impuestos y Kosovo
El otro capítulo es el referente a las iniciativas no legislativas que se han votado en el pleno –no son vinculantes y sirven para poner deberes al gobierno español–. A lo largo de la legislatura, se han votado diez propuestas de ERC. En total, ha habido 53 votaciones: Junts ha votado a favor 37 veces -el 70%-, en contra siete y se ha abstenido en nueve ocasiones. La sintonía, por ejemplo, fue absoluta en los veinte puntos propuestos por ERC relativos a la "lucha contra la corrupción, las cloacas del Estado y la guerra judicial" y casi total en un texto sobre "el agravamiento del caos ferroviario" en Catalunya: ambos partidos hicieron pinza para denunciar el "carácter estructural y persistente" amarillo sobre la aceleración del "traspaso integral" de Cercanías. Míriam Nogueras y Gabriel Rufián sí se alinearon para exigir a la Moncloa un informe sobre la aplicación de la ley de memoria democrática o para reclamar que Catalunya "recaude y gestione" todos los impuestos.
Por su parte, los junteros han llevado a votación seis, con tres sís, dos nodos y una abstención de los republicanos. ERC ha apoyado las iniciativas de Junts para reconocer a Kosovo como un estado soberano, para cumplir los compromisos pendientes con el delta del Ebro y para diseñar un corredor mediterráneo exclusivo de mercancías. En cambio, los republicanos votaron en contra de endurecer los requisitos de los permisos de paternidad de temporeros extranjeros, de rebajar el IVA de los servicios funerarios o de la teleasistencia y de introducir nuevas bonificaciones en el impuesto de sucesiones y más deducciones para los autónomos. Y se abstuvieron en la petición de movilizar 15.000 millones de euros para los afectados por la dana de la Comunidad Valenciana. Tras las vacaciones de Navidad, habrá que ver qué ocurre con la financiación: Esquerra espera cerrar un pacto con el PSOE que tendrá que votar Juntos en el Congreso de los Diputados.