Endavant expulsó a Laure Vega por su apuesta por hacer un Sumar catalán y acercarse al PSC
La salida de la diputada de la CUP se produjo antes de que Laia Estrada anunciara que dejaba el escaño
BarcelonaEndavant, una de las principales corrientes de la CUP, celebraba hace un mes su 25 aniversario. A pesar de controlar de facto aún la organización cupera, no está en su mejor momento, al menos en clave interna. Según ha podido saber el ARA, Endavant expulsó a Laure Vega antes del verano por los mismos motivos que han llevado la diputada de la CUP Laia Estrada, también de Endavant, a dejar su escaño en el Parlament. ¿Cuál fue el motivo de la decisión? Vega apuesta por configurar una candidatura unitaria en las próximas elecciones con Comuns y ERC y llegar a pactos con el PSC, lo que provocó que Endavant decidiera echarla. Fuentes de la organización anticapitalista confirman la expulsión de Vega, pero evitan dar más detalles de su salida.
De hecho, Vega ya fue amonestada por la CUP por haber asistido, por voluntad propia y no por encargo de la formación, a las reuniones de preparación del nuevo espacio de las izquierdas catalanas que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, también quiere extrapolar a España. Haciendo caso omiso de las directrices del secretariado nacional de la CUP, que le prohibió asistir a estas reuniones, Vega siguió yendo y encontrándose con los grandes valedores de este nuevo espacio, que son Joan Tardà, por parte de ERC; Xavier Domènech, de los Comuns, y los ex diputados de la CUP David Fernández y Anna Gabriel. De hecho, esta misma semana Rufián también ha topado con la dirección nacional de Esquerra por explorar alianzas plurinacionales.
Ahora bien, si Laure Vega, que se mantiene de diputada en el Parlament, ya fue expulsada de Endavant, ¿por qué la CUP no ha cerrado filas con Laia Estrada? "La inercia ha sido ceder para no crear conflicto, pero el problema es que para no romper entramos en una dinámica de avanzar un paso para después retroceder tres", afirman fuentes de Endavant. En el trasfondo de esta reflexión estaba el temor de que Vega no cediera el acta de diputada y pasara a ser no adscrita quedándose en la cámara catalana. "La prioridad del secretariado [de la CUP] es la estabilidad y negar el conflicto, y Laia Estrada destapaba uno, y no menor", señalan otras fuentes, en alusión a la discrepancia estratégica sobre si optar por la vía rupturista –la que defiende Estrada– o por crear vínculos con otras organizaciones de izquierdas.
"Rupturismo o rufianismo"
"La clave del conflicto es la propuesta [de Vega] de montar una candidatura unitaria", dejan claro fuentes de la CUP, que subrayan que es un posicionamiento muy minoritario entre la militancia pero apoyado por gente con ascendencia. "No es en ningún caso una batalla entre Endavant y Poble Lliure", añaden, en referencia a las históricas disputas entre las dos grandes corrientes de la CUP. En este sentido, Poble Lliure (PL) hizo el jueves un comunicado donde lamentaba la renuncia de Estrada y subrayaba su "trayectoria claramente comprometida con el independentismo", en contraposición, sin citarla explícitamente, con la de Vega, que prioriza la agenda social. De hecho, cuando las dos dirigentes cuperas se enfrentaron a las primarias por ser cabeza de lista en el Parlament, Poble Lliure ya se decantó por Estrada.
La Forja, las juventudes de Poble Lliure, fueron más allá el jueves e hicieron un hilo en X acusando a Vega, también sin citarla, de conducir el partido a "posiciones españolistas" dentro de la izquierda independentista "diluyendo la esencia rupturista y transformadora del movimiento". Un hilo que borraron a los pocos minutos por la polvareda que levantó dentro de la formación.
"La dicotomía entre rupturismo y rufianismo es la clave de todo", añaden otras fuentes para exponer de forma gráfica el distanciamiento de Estrada con la nueva estrategia en el Parlament. La gota que colmó el vaso de la paciencia de la diputada tarraconense, pero también de Endavant, fue el pacto con el PSC por el decreto de vivienda con que la CUP rompía por primera vez el veto a los socialistas, aunque el ejecutivo no necesitaba los votos de los anticapitalistas. La disputa entre Estrada y Vega, pues, ha ido creciendo hasta que la situación se ha hecho insostenible y la primera ha optado por dar un paso al lado.