CRISIS Al PP

¿Qué apoyos tienen Casado y Ayuso? Dos ejércitos, frente a frente

Los soldados del PP han ido tomando posiciones desde que el jueves estalló la batalla por el poder

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MIREIA ESTEVE
3 min
Ayuso, con Casado, al balcó del PP a Génova

MadridCómo en una auténtica guerra, los soldados del PP han ido tomando posiciones desde que el jueves estalló la batalla por el poder entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. En definitiva, dos ejércitos, frente a frente.

1.
Los apoyos de Ayuso
Esperanza Aguirre i Isabel Díaz Ayuso.

Cuando Pablo Casado eligió a Isabel Díaz Ayuso como candidata a las elecciones de 2019 en la Comunidad de Madrid, casi había más expectación dentro del PP que fuera para saber como respondería la actual presidenta madrileña. El personaje ha ido creciendo a medida que han pasado los meses. Y mientras Casado perdía adeptos entre la militancia, los afiliados se convertían en el principal aval de la presidenta madrileña. También en la guerra abierta con Casado. La prueba más evidente son las concentraciones que se han hecho el jueves y viernes ante la sede de la calle Génova de apoyo a Ayuso -y la que está prevista para hoy al mediodía-, donde no solo participan afiliados, sino también potenciales votantes de Vox que gritan a favor de la presidenta.

Ayuso ha pasado a representar la parte más conservadora y retrógrada del PP. Y esto se ha traducido con apoyos explícitos de Cayetana Álvarez de Toledo y también de la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, que se ha erigido como su principal valedora. Dos avales que se suman al bloque casi granítico de los miembros de su gobierno. El consejero de Justicia, Enrique López, es el único que tiene un pie a cada lado -es miembro de la ejecutiva de Casado- y ha evitado entrar en la guerra con Génova. A pesar de estar anunciada su presencia, López no participó en la rueda de prensa de viernes junto al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y el de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, para defender la legalidad del contrato de las mascarillas que está en el punto de mira del conflicto. Lasquetty, precisamente, es uno de los efectivos que ha reclutado Ayuso y que hasta hace pocos años era del círculo de confianza de Casado. Ahora bien, más allá de Madrid, los barones no han mostrado un apoyo explícito a Ayuso -son conscientes de que mantienen discrepancias ideológicas con la presidenta- y simplemente se han limitado a pedir unidad.

Ayuso sí que tiene a su lado a la mayoría de medios conservadores españoles. Tanto El Mundo como el Abc han responsabilizado a Casado de la guerra y han dejado en un segundo plano el debate sobre si la comisión de su hermano es legal o no.

2.
Los apoyos de Casado
El líder del PP, Pablo Casado, al Congrés

En julio de 2018, Pablo Casado ganó las primarias del PP. Su candidatura se impuso a la de la exvicepresidenta española Soraya Sáenz de Santamaría, que representaba la herencia de Mariano Rajoy. Casado había conseguido sumar el apoyo de los partidarios de la exministra María Dolores de Cospedal y había conectado con una buena parte de la militancia que apostaba por caras nuevas en el PP. Si al principio de su liderazgo había encontrado reticencias de dirigentes veteranos, como el mismo Mariano Rajoy, ahora a Casado también se le empiezan a girar en contra las bases, el aval más preciado que tenía hasta ahora el líder popular.

De su etapa en Nuevas Generaciones, las juventudes del PP, y también como diputado raso en el Congreso, pescó dirigentes como el mismo alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ahora le ha declarado la guerra. Pero también su núcleo duro, que capitanea Teodoro García Egea. Es precisamente el tándem con el secretario general del partido lo que lo ha acabado desgastando internamente por su gestión en el territorio, donde tiene a los barones en contra -el presidente de Murcia, Fernando López Miras, es el único que hace piña con Egea- y ha puesto a dedo unos cuántos cargos territoriales. Es paradigmático el ejemplo de Catalunya, donde Alejandro Fernández era uno de los líderes territoriales más afines a Casado, pero la relación se ha acabado enfriando después de que Egea le desmontara el equipo. Los barones solo avalan la continuidad de Casado si cesa a su número 2. El líder popular sí que tiene la protección fiel de su cúpula y de buena parte de los diputados del Congreso. De hecho, desde que estalló la batalla con Ayuso, Génova ha empezado una campaña en las redes con mensajes de apoyo a Casado de diputados y miembros de la dirección.

Es significativo el silencio del padre político de Casado, José María Aznar. En las últimas semanas ha discrepado públicamente de su estrategia y, desde que ha estallado el conflicto con Ayuso, solo ha abierto la boca para decir que el conflicto en Ucrania se quedaba corto junto al que había estallado en el PP. A Casado tampoco lo acompaña el poder mediático. Solamente La Razón avala sin matices su gestión. Si quiere sobrevivir a esta guerra, pues, es evidente que necesitará hacer cambios o reclutar más apoyos.

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