Aragonès y Junts se reúnen para limar asperezas

Batet pide poner en marcha una dirección estratégica del independentismo

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El presidente, Pere Aragonès, se reúne con el presidente del grupo de JxCat, Albert Batet

BarcelonaLa semana horribilis en el Parlamento, que ha vuelto a evidenciar la falta de unidad dentro del independentismo, ha afectado a las conversaciones con partidos y entidades que había puesto en marcha el president de la Generalitat, Pere Aragonès, para intentar recoser confianzas, antes de que el próximo 14 de febrero haga una conferencia –un año después de las elecciones– para exponer cuál es su hoja de ruta en esta legislatura. Después de que la CUP lo plantara la semana pasada por la detención de varios activistas que habían parado un desahucio, este lunes ha sido el turno de Junts per Catalunya, que se ha reunido con el jefe del ejecutivo en el Palau de la Generalitat en plena escalada de reproches de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, hacia los republicanos y cuperos por la retirada del escaño a Pau Juvillà (CUP).

Los encargados de encontrarse con Aragonès han sido el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, y la portavoz en el Parlament, Mònica Sales, que le han trasladado que la mesa de diálogo ha sido “un fracaso” -se tiene que hacer una nueva reunión a principio de este año pero todavía no hay fecha- y que se tiene que trabajar en la alternativa de choque con el estado español. Según han explicado, a pesar de que la jornada ha estado marcada por las acusaciones de Borràs a Esquerra y la CUP por no querer desobedecer "colectivamente", este episodio no se ha tratado en la reunión.

En el encuentro se ha abordado -según fuentes gubernamentales- la situación del independentismo en un marco más general. En rueda de prensa Batet ha explicado que han puesto encima de la mesa la necesidad de forjar una “dirección estratégica” del independentismo, colegiada entre todas las fuerzas, para intentar encontrar un consenso sobre qué hacer a partir de ahora. Esta propuesta, de hecho, no es nueva y formaba parte ya del acuerdo de investidura que rubricaron Aragonès y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez. Acordaron que este organismo estaría formado por todas las fuerzas independentistas, además de la Assemblea, Òmnium y el Consell per la República, con quien se tenía que buscar el encaje para dirigir el Procés. Hoy por hoy, sin embargo, más allá de conversaciones iniciales, no se conocen novedades al respecto. Según ha vuelto a insistir Batet, el Consell tiene “una transversalidad y una pluralidad muy potente” y ha vuelto a destacar el rol del ex president Carles Puigdemont en el exilio como “elemento esencial” de la estrategia independentista.

Más encuentros

Además del encuentro con Junts per Catalunya, este lunes el president también se ha visto con Esquerra, a través de los representantes del grupo parlamentario Marta Vilalta y Josep Maria Jové, y tiene previsto retomar esta semana el contacto con la CUP, a quien mantiene como socio prioritario a pesar de que la izquierda anticapitalista insiste en que no comparte la estrategia del Govern. La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, en rueda de prensa este lunes, ha puesto de relieve la ronda de contactos para encontrar un “marco de entendimiento” dentro del independentismo y, sobre la propuesta de Junts de crear una dirección estratégica, ha dicho que el Govern verá “correcto” lo que decidan los partidos.

En todo caso, los encuentros que está llevando a cabo Aragonès evidencian que no hay una estrategia conjunta un año después de las elecciones. La semana pasada, la ANC, a través de su presidenta, Elisenda Paluzie, le reprochó que no tuviera ningún plan por la independencia, mientras que Òmnium no valoró la reunión más allá de reclamar unidad porque está en periodo electoral –Xavier Antich cogerá el relevo a Jordi Cuixart.

Es con este escenario que Aragonès encara la conferencia del 14 de febrero: sin acuerdo con los partidos y una mesa de diálogo -la principal estrategia de Esquerra- aplazada sine die por el gobierno español. Quién sabe si después de las elecciones de Castilla y León, el 13 de febrero, el PSOE aceptará reactivarla.

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