Aragonès y Sánchez ensayan el deshielo en un acto en Barcelona con apelaciones mutuas al diálogo

Los dos presidentes coinciden por primera vez desde que Aragonès tomó posesión

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el del gobierno español, Pedro Sánchez, se saludan antes del acto.

BarcelonaEl president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el del gobierno español, Pedro Sánchez, se emplazaron el pasado viernes a abrir una nueva etapa de diálogo entre la Generalitat y el Estado. El primer plato será una reunión este mes en la Moncloa con fecha todavía por fijar, pero este lunes en Barcelona ya ha habido un primer aperitivo. Los dos presidentes han coincidido en un acto de Foment del Treball, el primero que comparten desde que Aragonès tomó posesión del cargo. Ninguno de los dos ha rehuido hablar del nuevo intento de deshielo entre gobiernos que promoverán en las próximas semanas. "Ahora es la hora de retomar el camino del diálogo y la negociación. No será fácil", ha proclamado Aragonès. A pesar de que menos explícito, Sánchez ha recogido el guante: "Dejemos atrás la dialéctica estéril y busquemos juntos un nuevo nosotros".

El contacto entre los dos presidentes ha sido breve. Según fuentes conocedoras, unos instantes antes del acto y en una de las salas privadas de la sede de la patronal catalana, se han saludado con el puño -pandemia obliga- y se han dedicado un buen día. Han repetido el saludo, unos minutos después ante las cámaras. Pero, a pesar de que este vez el contacto no ha ido más allá, tanto uno como el otro han tenido la posibilidad de hacer un discurso dirigido a los asistentes y, con los empresarios de testigos, se han acabado hablando a través de los micrófonos que ha puesto a disposición la entidad.

Por protocolo, el primero en abrir fuego ha sido el presidente catalán. Él mismo ha querido destacar que era el "primer acto" en el que coincidía con el presidente español desde que hace dos semanas tomó posesión del cargo. Por un lado, ha lamentado la existencia de presos políticos y exiliados y que Catalunya "no pueda decidir su futuro", además de proponer la amnistía y la autodeterminación como soluciones del conflicto. Por el otro, sin embargo, ha ofrecido un discurso conciliador en el que ha dicho que tanto las propuestas de la Generalitat como las del Estado para resolver el conflicto político tienen que merecer el mismo "respeto y consideración". "Hay que afrontar una nueva etapa y poner soluciones sobre la mesa. Hay que superar el bloqueo y avanzar de nuevo", ha resuelto. Incluso ha reconocido "pasos" del gobierno español en relación al conflicto. Se refiere a la creación de la mesa de diálogo, que precisamente Aragonès quiere reactivar en los próximos meses.

"Querido Pere"

Sánchez también ha dejado claro desde el principio que había venido en un tono conciliador. "Querido Pere", se ha referido a Aragonès en los saludos protocolarios iniciales. En su intervención ha sido más ambiguo en cómo piensa afrontar el diálogo con la Generalitat, pero sus apelaciones también han sido a la "concordia". "Seamos generosos en los esfuerzos. Unos y otros", ha diagnosticado. Para Sánchez en Catalunya ha habido un conflicto que solo ha traído "dolor, pobreza y estancamiento" y ha coincidido en que hay que abrir una nueva etapa. Si la Generalitat llevará la amnistía y la autodeterminación como solucionadores del conflicto, ¿qué propondrá el gobierno español? La propuesta de Sánchez pasa por dejar atrás el conflicto como uno de los elementos que facilitarán, según él, volver a un escenario de prosperidad económica: "Cambiemos las amenazas por las propuestas. No busquemos revanchas sino soluciones".

El acto de Foment de este miércoles ha servido para tener la primera foto de Aragonès y Sánchez desde que el liderazgo de la Generalitat cambió los colores de JxCat por los de ERC y también para escenificar que los dos gobiernos quieren retomar el camino del diálogo que se inició el 26 de febrero de 2020 -con la primera reunión de la mesa de diálogo- pero que enseguida quedó roto. Escuchando a un presidente y al otro, la gran duda sigue siendo cuál podría ser el punto denominador común entre los dos ejecutivo para llegar a algún tipo de acuerdo.

Los empresarios, con el diálogo

Mientras se concreta el deshielo entre los dos gobiernos, este lunes también se ha escenificado que esta operación política tendrá el favor del empresariado catalán o, como mínimo, del que representa Foment del Treball. El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, ha sido el encargado de dejarlo así de claro: "Presidentes Sánchez y Aragonès, no se cansen de dialogar porque Catalunya y España lo necesitan". ¿Por qué este apoyo entusiasta? Porque de este diálogo Foment del Treball espera la "estabilidad económica y la seguridad jurídica" que siempre se han encargado de denunciar que no les ha aportado el Procés, a pesar de que hoy era una día de celebración y no se ha puesto ninguna crítica explícita sobre la mesa. "Es un mensaje muy potente de normalidad política y tranquilidad", ha concluido Sánchez Llibre sobre la presencia de los dos presidentes en este acto, que ha servido para condecorar al editor de La Vanguardia, Javier de Godó, por su trayectoria.

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, este lunes.

Pero Foment no solo quiere la paz política entre gobiernos porque sí, sino que también reclama que sirva para concretar dos proyectos por los que es fundamental la colaboración entre el Estado y la Generalitat, dos administraciones mal avenidas en la última década. El primero, según ha destacado Sánchez Llibre, es hacer posible que Catalunya y Aragón sean sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2030. El segundo, que se concrete el proyecto de ampliación del Aeropuerto de El Prat. Ninguno de los dos generan consenso en Catalunya y prometen ser el centro de más de una controversia.

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