La Audiencia de Barcelona condena a Marcel Vivet a 5 años de prisión por la manifestación contra Jusapol

El activista estaba acusado de desórdenes públicos y de agresión a un mosso, a pesar de que ninguna imagen acredita que lo golpeara con un palo

Xavi Tedó
3 min
Marcel Vivet entrando en  la Audiencia  de Barcelona

Barcelona5 años de prisión por desórdenes públicos y atentado contra un agente de la autoridad. Esta es la condena que la Audiencia de Barcelona ha impuesto al activista independentista Marcel Vivet por su participación en la manifestación de septiembre de 2018 contra el sindicato policial Jusapol. El tribunal considera probado que el militante de la Forja y de Guanyem Badalona cometió los delitos por los que lo acusaban tanto la Fiscalía como la Generalitat, puesto que el Govern decidió finalmente no retirarse de la causa a pesar de la presión popular. La CUP incluso había exigido que el ejecutivo se retirara de esta y otras causas similares como línea roja para pactar con ERC y Junts y de hecho Vivet formaba parte de sus listas en las últimas elecciones al Parlament.

La Generalitat reclamaba cuatro años, nueve meses y un día de prisión porque, siguiendo la versión del agente lesionado, Vivet había golpeado con el palo de una bandera a un mosso de los antidisturbios, que resultó lesionado en una muñeca, durante la manifestación. El activista se declaró inocente y negó haber intentado romper el cordón policial que separaba a los manifestantes de los miembros de Jusapol que se habían concentrado en el centro de Barcelona para reivindicar la tarea policial del 1-O. Varios agentes, sin embargo, lo identificaron como autor de la agresión durante el juicio y el tribunal ha dado plena credibilidad a esta incriminación.

En la sentencia, los magistrados sostienen que el exasesor de Dolors Sabater cuando era alcaldesa de Badalona aprovechó "la cobertura y sensación de impunidad que le ofrecía el resto del grupo" de manifestantes para golpear con un palo a un agente que sabía "con plena certeza" que era de los Mossos y se encontraba en el ejercicio de sus funciones y que no queda acreditado "ni tan solo mínimamente" que el agente se hubiera excedido en sus funciones. El juez argumenta que el mosso fue herido a consecuencia del golpe de Vivet. Aún así, el veredicto también admite que no hay ninguna imagen "concluyente" que acredite el golpe con el palo de Vivet al mosso, pero concluye que la declaración de este agente es "suficiente" para condenarlo.

Después de remarcar que la acción de Vivet supuso una "grave alteración de la paz pública" y de calificar el uso de la pintura acrílica contra la policía de “técnica de guerrilla urbana”, el tribunal justifica la condena por desórdenes públicos porque considera el palo de la bandera que llevaba Vivet como un "instrumento peligroso" y hace referencia a tres sentencias del Tribunal Supremo que califican de "medios peligrosos" los palos cuando sean causantes de lesiones en alguna persona. Además de los 5 años de prisión, Vivet también tendrá que pagar una multa de más de 2.000 euros. El activista ya ha reaccionado a través de Twitter una vez ha conocido su condena: "Nunca me pararán. Nunca bajaré la cabeza frente a la represión".

Causa polémica

El papel de la Generalitat en el proceso judicial levantó una gran polvareda por actuar como acusación particular. En el mes de diciembre el ejecutivo le ofreció un pacto que rebajaba la pena a un año y un mes de prisión y un mes de multa por atentado a la autoridad, sin agravante, y lesiones. Una pena que, siempre que la Fiscalía hubiera seguido el mismo camino, podría haber evitado su ingreso en prisión. Ahora bien, este pacto implicaba que Vivet aceptara los hechos y él ha mantenido durante todo el proceso que es inocente y se negó a subscribir el acuerdo, así que los letrados que representaban al Govern mantuvieron las penas propuestas inicialmente. A la salida del juicio, Vivet cargó directamente contra el conseller de Interior, Miquel Sàmper, al que acusó de querer "limpiar su imagen" con un "pacto miserable" que buscaba reducir la pena pero a la vez que aceptara su culpabilidad. En este sentido, el activista sentenció de forma premonitoria que "ni con coacciones" aceptaría "su relato". También añadió que era "vergonzoso" que el Govern mantuviera las acusaciones y, al mismo tiempo, no admitiera que es "el cuerpo de los Mossos quien apalea y saca ojos". Justo después de darse a conocer la sentencia, el grupo de apoyo al encausado ha convocado una concentración este miércoles en la Plaça de la Vila de Badalona a las siete de la tarde.

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