El expediente informativo que anunció el ex secretario general del PP Teodoro García Egea contra Isabel Díaz Ayuso por la comisión que se llevó el hermano de la presidenta en una operación de compra de mascarillas en China ha acabado siendo eso, un anuncio. El informe no se llegó a abrir nunca y este martes el coordinador del congreso de los populares, Esteban González Pons, lo ha confirmado en rueda de prensa cuando ha explicado que el partido ha rechazado dar este paso. Según la agencia Efe, la presidenta del comité de garantías, Andrea Levy, ha enviado un escrito a Ayuso en el que le ha comunicado que ha recibido una "información explicativa" que considera "suficiente" para archivar el expediente (en referencia a los 55.850 euros que Ayuso admitió que cobró su hermano). "La dirección confía absolutamente en la honorabilidad de Ayuso. Cuando se confía en la honorabilidad de alguien no hace falta que nadie dé explicaciones", ha afirmado González Pons. La decisión de los populares llega el día en que eldiario.es publica que la adjudicación del contrato por las mascarillas se firmó a mano y no tenía código de verificación, hecho que el gobierno madrileño atribuye a un "error informático".
Ayuso boicotea el adiós de Casado pactado con los 'barones'
Pide expulsar del PP a los implicados en el supuesto espionaje mientras el aún líder popular dice que no se merece esa despedida
MadridLo que para Pablo Casado tenía que ser una despedida más o menos plácida del PP después del profundo enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso, la misma presidenta madrileña lo ha vuelto a hacer añicos. Los barones concedieron un último deseo al todavía presidente de los populares en la reunión que mantuvieron el pasado miércoles por la noche y que acabó de madrugada: mantenerse al cargo hasta el congreso extraordinario de abril a cambio de renunciar a presentarse a la reelección. De este modo, Casado se podía despedir ante los cuadros del partido en la junta directiva de este martes, que ha servido para convocar el congreso para los días 1 y 2 de abril en Sevilla –y que acabará con un comité ejecutivo el día 3–. Ante los más de 400 miembros de la junta directiva, Casado ha dicho adiós a la presidencia del PP derrotado y sin hacer sangre, pero Ayuso le ha vuelto a pasar por encima. La presidenta madrileña ha acabado eclipsando su intervención y, lejos de bajar la espada, ha exigido "expulsar" del partido a todo el mundo que haya estado implicado en la supuesta operación de espionaje hacia ella.
La presidenta madrileña no tiene bastante con haber liquidado al actual líder conservador, sino que este martes ha lanzado un aviso a la próxima dirección popular, que con toda probabilidad encabezará el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo: quiere llegar hasta el final de esta cuestión. "Las personas que en lugar de trabajar por el partido se han dedicado a destruirme tienen que ser apartadas", ha afirmado Ayuso a la salida de la junta directiva en declaraciones ante los medios de comunicación. Dentro, la presidenta ya había tomado la palabra para recriminar a Casado y a su ya ex secretario general Teodoro García Egea –que no ha participado en la reunión de este martes– que hubieran intentado crear una trama para "investigarla". De hecho, les ha contestado con el mismo argumento que el líder popular usó en la Cope hace dos semanas para poner en entredicho su gestión: "Cuando en Madrid morían 700 personas [al día], nos dejamos literalmente la salud para salvar vidas. Y esto es una cosa que nos han reconocido los ciudadanos en las urnas. Espero que mi partido también".
"Tengo la conciencia muy tranquila"
Antes de que Ayuso evidenciara que ella no había enterrado el hacha de guerra, el líder popular se ha despedido del cargo admitiendo que se iba sin haber podido culminar el trabajo al frente de la formación pero con la "conciencia muy tranquila", sin "rencor" ni tampoco "frustración". Casado ya no estará este miércoles en el Congreso para responder a la comparecencia del presidente español, Pedro Sánchez, sobre la guerra en Ucrania. Será la actual portavoz del grupo parlamentario, Cuca Gamarra, quien asumirá el peso en la cámara, preguntando a Sánchez en las sesiones de control, por ejemplo. De momento, Casado mantiene el escaño en el Congreso, a pesar de que Gamarra no ha querido desvelar si lo dejará.
El líder popular ha lamentado la manera en la que ha tenido que poner punto final a su trayectoria como presidente del PP: "Creo sinceramente que no me lo merezco ni se lo merecería ninguno de nosotros". Una afirmación que no ha compartido Ayuso. "Desde mi casa se ha hecho lo imposible para echarme de la política", ha replicado la presidenta de Madrid, según el audio completo de su intervención al cual ha tenido acceso la Cadena SER. Ayuso, de hecho, todavía ha ido algo más allá y ha comparado la persecución que dice que ha sufrido con la de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberà, acorralada por la corrupción y que murió en noviembre de 2016. "¿Cuántas Ritas Barberà dejará este partido en la cuneta?", se ha llegado a preguntar.
"No se pueden cerrar heridas en falso", ha avisado. Con todo, ya fuera de la reunión, Ayuso ha evitado dar nombres y tampoco ha apuntado directamente a García Egea, que dimitió la semana pasada y a quien algunas informaciones han situado como conocedor de la trama. Quien habría sacado adelante la operación, en todo caso, sería el ya excoordinador de alcaldía del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Carromero, que también abandonó el cargo justo el mismo día en que estallaban las hostilidades públicas entre Ayuso y Casado. La semana pasada también se dio de baja de militancia del partido.
Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso se han vuelto a encontrar frente a frente después de la última reunión que mantuvieron hace ya diez días en secreto en Génova. El encuentro tenía que servir para hacer las paces pero no funcionó. Al contrario, el conflicto todavía se agravó más, hasta el punto que el círculo de confianza de Casado lo acabó dejando solo. Además de la presidenta madrileña, también ha tomado la palabra en la reunión la ex portavoz del partido y diputada en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, para pedir un debate ideológico y no solo de candidatos. Una petición que el presidente del comité organizador del congreso, Esteban González Pons, ha rechazado horas después en rueda de prensa por falta de tiempo.
Promesa de "lealtad" al nuevo líder
Casado ha intentado cerrar su etapa al frente del partido pidiendo trabar un "proyecto de unidad" después de una semana de disputas públicas que ha calificado "de inéditas en la historia de la democracia". "Que no nos dediquemos ni un minuto más a hablar de nosotros, sino de lo que necesitan urgentemente los españoles", ha pedido. El aún presidente popular se ha ido prometiendo, en este sentido, "lealtad" a Feijóo, el escogido por los barones para sustituirlo. El dirigente gallego todavía no se ha postulado oficialmente, pero todos los dirigentes territoriales lo ven como la única alternativa para reflotar el partido después de la crisis.
A la salida de la junta de este mediodía, Feijóo se ha resistido todavía a dar el paso y ha explicado que primero convocaría la junta directiva del PP de Galicia para debatir la cuestión. "Veremos cómo desde Galicia podemos ayudar y comprometernos ante la situación del PP", ha afirmado. La reunión será este miércoles a las 17.30 h en Santiago de Compostela, es decir, que el político gallego podría anunciar desde Galicia su candidatura a presidir el PP estatal. A pesar de que todas las miradas están puestas en él para que sea quien pase a dirigir el partido, Feijóo ha espoleado a todos los militantes del PP que quieran liderar la formación conservadora a dar el paso en el congreso del mes de abril.
Ayuso no lo hará: ha vuelto a descartarse este martes para la carrera para liderar el PP y ha hecho piña con la candidatura de Feijóo. A cambio, el presidente de la Xunta se ha vuelto a poner junto a la presidenta madrileña en la batalla que ha mantenido con Casado: "Es una persona honorable, que defenderemos porque creemos en su honorabilidad, porque no nos presenta dudas su honorabilidad". Feijóo es consciente de que la convivencia con Ayuso puede ser uno de sus dolores de cabeza cuando lidere el PP. De hecho, lo primero que se encontrará sobre la mesa será la petición de la presidenta madrileña de "expulsar" a los que habrían ideado la trama para espiarla. A pesar de que ha afirmado que ella no será un "problema" en el PP porque no tiene "heridas abiertas" ni piensa en "venganzas", Ayuso ha sido tajante a la hora de pedir llegar hasta el final de esta cuestión. En este sentido, González Pons no se ensuciará las manos y ha dicho que lo dejará para la próxima dirección: "Será la nueva dirección quien diga qué se tiene que hacer, quedan 30 días".