Casado no dimite y continuará como presidente del PP hasta el congreso extraordinario

El líder popular avala que Alberto Núñez Feijóo se presente para liderar el partido

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El líder  del PP, Pablo Casado, abandonando el hemiciclo del Congreso

MadridPablo Casado ha vivido seguramente el declive más rápido y desagradable que podía vivir un dirigente político. El aún presidente del PP no ha sobrevivido a una guerra sin tregua con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y después de una semana de pugna, ha acabado sentenciado. Ahora bien, Casado ha conseguido ganar un último pulso a los barones y continuará como presidente del PP hasta el congreso extraordinario, según ha informado el partido en un comunicado. El próximo martes se celebrará la junta directiva que servirá para convocar este congreso para los días 2 y 3 de abril. A pesar de mantener la presidencia, Casado pasará en un segundo plano y, en este periodo transitorio hasta que se convoque el nuevo cónclave, será el actual portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, quien pilotará el partido, quien ocupará la figura de coordinadora general. El eurodiputado Esteban González Pons será el presidente del comité organizador del congreso. Es en el cónclave de abril donde Casado dejará que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, coja las riendas del partido. Por eso, según fuentes del entorno al todavía presidente del PP, Casado le ha pedido esta tarde al dirigente gallego que presente su candidatura en el congreso para sustituirlo en el despacho de la planta séptima de la sede de la calle Génova de Madrid.

Pablo Casado había convocado a todos los dirigentes territoriales este miércoles por la tarde en la sede del partido (sin Ayuso, porque no es presidenta del partido en Madrid) para abordar la crisis y, a la práctica, su salida. La reunión ha empezado casi a las nueve de la noche y ha acabado pasada la una de la madrugada. Cuatro horas en que los barones le han pedido a Casado que presentara su dimisión ya este miércoles por la noche, pero que finalmente han cedido y le han respetado su voluntad de llegar hasta el congreso como presidente, donde Casado se podrá despedir de toda la militancia después de una cruda guerra con Ayuso que lo ha acabado apartando del liderazgo del PP.

En las últimas horas, todos los barones han proclamado a Alberto Núñez Feijóo como la única solución de unidad para salir de esta guerra. También lo ha acabado haciendo el presidente de Murcia, Fernando López Miras, del círculo de confianza de Egea, que fue de los últimos dirigentes territoriales que dio la espalda a Casado. El dirigente gallego se ha reunido con Casado a solas una hora antes del encuentro con el resto de barones. De momento, sin embargo, Feijóo se resiste a confirmar su voluntad de presentarse. Este miércoles por la mañana, en respuesta a las preguntas de la oposición sobre si elegirá a "Galicia o al PP", se ha limitado a hacerse el gallego: "Galicia siempre ha elegido al PP". Tampoco lo ha confirmado después de la reunión con Casado y los barones, a pesar de que se lo haya pedido el mismo presidente del PP y que a la salida todo el resto de dirigentes hayan apostado por el gallego como la "solución" a la crisis del partido.

El agrio adiós en el Congreso

Antes de la reunión con los barones, Casado ha dicho adiós este miércoles al Congreso de Diputados en una despedida agria, con aplausos de los mismos diputados que ni 24 horas antes le habían dado la espalda, y llantos de los pocos parlamentarios que no lo han abandonado en este ocaso que lo ha dejado fuera de su deseada cursa hacia la Moncloa.

Momento en que Pablo Casado abandona el Congreso

Hace meses que el equipo de Pablo Casado había diseñado al milímetro una estrategia que consideraban que los llevaría a desbancar a Pedro Sánchez de la presidencia del gobierno español. Pero a cada paso que se ejecutaba, el camino se torcía. La primera parada era la convención de Valencia, donde el partido quería rearmarse ideológicamente y presentar una alternativa al gobierno de coalición, pero las salidas de tono de algunos de los invitados acabaron eclipsando la cita. El adelanto electoral en Castilla y León y en Andalucía tenía que allanar también el terreno al dirigente popular, pero aquí también continuaron los problemas. Alfonso Fernández Mañueco ganó las elecciones por la mínima y ha puesto al partido en una disyuntiva: dejar o no entrar Vox en el gobierno. Y, de por medio, piedras por el camino: el error de Casero al votar a favor de la reforma laboral empujó al PP de Pablo Casado y Teodoro García Egea a una cruzada con poco fundamento contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Precisamente, en el Congreso es donde Casado ha pronunciado su primer adiós . Había dudas sobre si finalmente asistiría a la cámara baja, pero el jefe de la oposición ha abierto la sesión de control y, esta vez lejos del habitual tono crispado, ha culminado su intervención asegurando que entiende la política desde el "respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros". Casado ha entrado al hemiciclo cuando ya sonaban las señales de inicio del pleno en los altavoces del Congreso acompañado de la portavoz del grupo, Cuca Gamarra, y de la vicepresidenta primera de la cámara, Ana Pastor, las dos compensando visualmente el hecho de haberse acabado sumando al bando de los críticos. También lo acompañaban los vicesecretarios Ana Beltrán, Antonio González Terol y Pablo Montesinos, de los pocos dirigentes que se han mantenido fieles a Casado hasta el final.

"Nuestra responsabilidad era ampliar el espacio de la centralidad para que tanto el PP como el PSOE pudieran ganar", ha afirmado una vez se le ha concedido la palabra. El líder conservador ha vuelto a apelar a los valores de la "concordia" y la "reconciliación", y ha hecho piña con las siglas del PP en una despedida triste. Casado ha acabado su discurso pidiendo al actual gobierno de coalición que se ponga "al servicio del interés general con respecto a las instituciones, a la unidad nacional y a la igualdad de todos los españoles". "A ellos nos debemos, a nadie más", ha concluido.

Último frente a frente de Casado y Sánchez en el Congreso .

En su respuesta, Pedro Sánchez le ha deseado lo "mejor en la vertiente personal". Con todo, ha lamentado que en su etapa como presidente del PP, Casado haya planteado una oposición con "descalificaciones constantes", pero no se ha recreado respecto a su salida. Tal como ya apuntó hace unos días desde Bruselas, ha reiterado que no convocará elecciones anticipadas aprovechando la crisis en el PP. La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, también ha deseado lo "mejor" a la nueva dirección que se configure en el primer partido de la oposición, igual que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y varios dirigentes de Unidas Podemos, como el ministro de Consumo, Alberto Garzón. Los lilas, sin embargo, han criticado también el "cinismo" de los parlamentarios que le han dado la espalda en las últimas horas y lo han aplaudido este miércoles.

Una vez el presidente español ha acabado de hablar, el aún presidente del PP ha abandonado el hemiciclo. Lo han acompañado Beltrán, Terol y Montesinos, con lágrimas en los ojos. Los cuatro, y la responsable de prensa de Casado, María Pelayo, se han encerrado en el despacho del todavía presidente del PP y poco rato después han abandonado la cámara baja en dirección a la calle Génova, donde Casado ha pactado su final en el partido con los barones.

Carromero se da de baja del PP

El hasta hace pocos días coordinador de alcaldía del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Carromero, ha decidido abandonar el PP acorralado por las informaciones que lo apuntan como el cerebro del supuesto espionaje a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. El pasado jueves ya dejó su cargo en el consistorio madrileño cuando se hizo pública su implicación en lo que se ha convertido en una guerra entre Casado y Ayuso, y ahora ya se desvincula totalmente de la vida del partido y deja todos los cargos que ocupaba, según ha informado Europa Press. Carromero era presidente del comité electoral y del distrito del PP de Chamartín.

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