La investidura española

Aznar llama a ocupar la calle contra la amnistía y la Moncloa le acusa de "golpista"

Feijóo admite contactos de cargos del PP con Junts antes de la conferencia de Puigdemont

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El expresidente del Gobierno de España José María Aznar interviene durante la inauguración de una nueva edición del Campus FAES, en el Hotel Petit Palace Savoy Alfonso XII en Madrid

MadridJosé María Aznar ha cogido el guante que lanzó el lunes Alberto Núñez Feijóo cuando anunció una ofensiva para frenar cualquier intento de aprobar una ley de amnistía. El líder del PP abrió la puerta a la vía judicial y también a utilizar su peso en el Congreso, el Senado y también en los gobiernos autonómicos y ayuntamientos para hacer frente a una normativa de estas características. Este martes, el expresidente español ha ido un paso más allá y ha dado un llamamiento a todos los poderes del Estado y también a la sociedad civil a plantarse. "Ya basta", ha exclamado en su intervención inaugural del Campus de la FAES, cuya fundación es presidente. El gobierno español le ha respondido tildando de "comportamiento golpista" las palabras del expresidente.

"Ninguna instancia, ningún poder democrático, ningún liderazgo social, cultural o intelectual, tampoco la izquierda constitucional, que se juega su propia identidad y su trayectoria. Nadie con sentido de responsabilidad, comprometido con el acuerdo histórico entre españoles, puede quedarse al margen de una labor que debe convocarnos para asegurar el futuro", ha defendido Aznar. "Queremos vivir en el éxito de la convivencia, de la unidad, del pluralismo y de la ley igual para todos [...]. Ningún estado democrático puede aceptar lo que aquí, en España, puede hacerse pasar por normal ", añadió.

Aznar ha acusado al PSOE de haber "perdido la cabeza" por plantearse negociar una ley de amnistía con el independentismo –y especialmente con Carles Puigdemont, a quien ha vuelto a calificar de "golpista"–, porque "otorga impunidad, convierte en legítimo un gravísimo intento de sediciones contra la integridad constitucional y es una invitación a volverlo a hacer". Pidió plantarse para que España "no vuelva a un sistema basado en la exclusión, el sectarismo, ni en la destrucción programada de la nación". Para Aznar, la negociación del PSOE con el independentismo es un nuevo episodio en el proceso de "destrucción de la Constitución" al considerar que se abre la puerta a dar un referéndum de autodeterminación como "contrapartida" para la investidura de Pedro Sánchez.

Las palabras de Aznar han recibido una respuesta contundente de la portavoz del gobierno español en funciones, Isabel Rodríguez, que ha acusado al expresidente popular de tener "comportamientos antidemocráticos y golpistas" que son "incompatibles con los valores democráticos y constitucionales". En rueda de prensa tras el consejo de ministros, Rodríguez recordó que Aznar "mintió" a todos los españoles con el atentado del 11-M, lo que demuestra, dijo, que sus declaraciones tienen "poca credibilidad, y tampoco tienen valor político ni siquiera moral". Por todo ello, Rodríguez ha pedido a Feijóo que le pida a Aznar que rectifique. "¿Qué será el siguiente? ¿Una llamada al levantamiento? Espero la llamada de Feijóo para que corrija a Aznar", afirmó.

Feijóo admite contactos con Junts

Mientras el PP se conjura para frenar la amnistía y, de rebote, da por perdida implícitamente la investidura de Feijóo, el propio líder popular ha admitido este martes que su partido mantuvo contactos con Junts antes de la conferencia de Carles Puigdemont de la semana pasada. El dirigente popular también aseguró que estos contactos fueron a petición de Junts. La formación de Carles Puigdemont no confirma ni los contactos ni que fueran a su petición. "Hemos dicho que Junts ha querido hablar con nosotros y que nosotros hemos escuchado algunos de los planteamientos que ha planteado Junts", ha afirmado Feijóo en una entrevista en Telecinco esta mañana. Ahora bien, el líder popular ha añadido que los contactos no continuaron después de la conferencia del expresidente de la Generalitat, cuando fijó unas condiciones "indignas".

De hecho, el propio Feijóo rechazó reunirse con la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, a raíz de aquella intervención de Puigdemont. Después de días confirmando que estaban dispuestos a sentarse a hablar con Junts en el marco de la ronda de contactos para la investidura de Feijóo, finalmente el partido se desdijo después de oír a Puigdemont reclamar la amnistía para investir a un presidente español – aunque Junts ya lo había puesto sobre la mesa hacía semanas.

¿Quién fue el interlocutor de estos contactos que Feijóo confirma con Junts? Según el líder popular, hubo "diversos", pero en ningún momento citó el nombre del vicesecretario de acción institucional, Esteban González Pons, al que apuntan algunas voces y cómo han publicado algunos medios. De hecho, preguntado directamente sobre este nombre, Feijóo no lo confirmó y se limitó a decir que ha habido "contactos", siempre en el marco de la ronda de conversaciones para la investidura.

Unos minutos después aún ha rebajado más estos contactos, enmarcándolos en "mensajes" que se habrían intercambiado concejales del PP en Catalunya con ediles de Junts. "La gente se ve en los plenos, en los Parlamentos, en distintos foros". Sea como fuere, el presidente del PP ha añadido que si debe hablar con el independentismo será para decirles "que lo primero que deben hacer es no tener privilegios". "Y si no cumplen la ley, se la aplicaremos", avisó.

Sociedad Civil Catalana convoca el 8 de octubre una manifestación contra la amnistía

La entidad unionista Sociedad Civil Catalana ha convocado una manifestación el pasado 8 de octubre en Barcelona contra la amnistía para los represaliados del Proceso que sobrevuela la investidura de Pedro Sánchez como presidente español. El lema de la protesta es "No en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación". La fecha que la organización ha elegido no es casual, ya que en el 2017, tras el referéndum del 1-O, el 8 de octubre el unionismo se manifestó contra el Proceso y reunió a 350.000 personas según la Guardia Urbana . Ahora quiere volver a "dar voz a los ciudadanos catalanes y del resto de España" en una protesta "transversal", sin especial protagonismo de los políticos, porque las reivindicaciones independentistas "minarían" la Constitución.

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