La legislatura en el Estado

Cinco años de la fuga del emérito: "La monarquía vive un equilibrio inestable"

El exjefe de estado es una figura incómoda para la casa real, que se ha centrado en potenciar a Leonor

09/08/2025

BarcelonaEl rey emérito Juan Carlos I sigue siendo una losa para la monarquía española. Han pasado cinco años de la fuga del exjefe de estado, materializada en agosto del 2020, cuando abandonó la Zarzuela para establecerse en los Emiratos Árabes. Sin embargo, ni los escándalos financieros y personales han cesado ni se ha dado la vuelta al arrinconamiento de la casa real. La situación está en punto muerto y con noticias que se acumulan como ahora las ganancias de cuatro millones de euros desde que vive en el régimen autoritario, la futura publicación de sus memorias para reivindicarse aprovechando los cincuenta años de su proclamación como rey o las repentinas visitas a España. Por eso, los expertos consultados por el ARA concluyen que la monarquía vive un "equilibrio inestable", una supervivencia que ahora no está en duda; y ha provocado un plan del rey Felipe VI para escabullirse de los obstáculos juancarlistas con una estrategia de encapsulamiento, que algunas voces consideran exitosa, mientras que otras ven parcialmente fallida. Todo, mientras la exmonarca sigue hundido en la opinión pública.

La fuga se produjo en medio de un goteo de informaciones comprometidas que alargaban una sombra de corrupción, además de investigaciones tributarias abiertas. La controversia sobre el cobro de comisiones por el AVE en La Meca que ya estaban investigando Suiza y la Fiscalía del Tribunal Supremo acabaron uniéndose a una declaración voluntaria a la Agencia Tributaria en la que se recogía que no había declarado, en varios ejercicios, ocho millones de euros por regalos en especies. Un lío tributario con tarjetas opacas que Hacienda había puesto en el punto de mira y que hicieron pagar cuatro millones para evitar una investigación, gracias al préstamo de unos amigos –que ahora ha vuelto con sus ingresos millonarios. En diciembre del 2020 había pagado también 678.393 euros para evitar otra investigación por delito fiscal.

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El profesor agregado de historia moderna de la UB y experto en monarquías, Àngel Casals, asegura al ARA que hay un elemento "llamado": "El rey se marchaba para que se pudiera hacer aseo en la casa real, pero todavía no se ha hecho el cambio constitucional para eliminar la preferencia masculina sobre la preferencia masculina" sucesión de un monarca", declara. A su juicio, ha sucedido así "porque hay mucho miedo a discutir sobre estos aspectos y que se reabra el debate sobre la monarquía". Sí señala "una estrategia de encapsulamiento con medidas ejemplificativas como reducir la familia real al rey, reina y sus hijas, apartando a los padres ya las infantas", y "potenciar la figura de Leonor". La fórmula: "que no se hable de ellos a la espera de tiempos mejores, que será cuando se muera Juan Carlos".

En este sentido, el profesor de historia y ciencias políticas de la Universidad Abat Oliba CEU Sergi Rodríguez López-Ros comenta que "la casa real y Felipe VI han hecho una operación bien hecha de dejar claro cuál era su familia, se han distanciado de su padre, que querían que pasara a un segundo plano". Asimismo, el profesor de ciencias políticas de la UAB Marc Guinjoan argumenta que "todo lo que tenía que pasar ya ha pasado" y que "no puede pasar nada que distorsione más el rey Juan Carlos o la casa real" porque, "de forma inteligente, se ha querido apartar, ha conseguido pasar página y todo lo que salga está separado formalmente de la misma.

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¿Está en peligro?

"Sí que ha afectado mucho a la valoración de la ciudadanía de Juan Carlos", comenta Rodríguez, aunque no ha afectado a Felipe VI. Entre otras cosas, por la "distancia" que marcó y "la normativa de transparencia, de hacer públicos los regalos y sueldos, con una agenda pública y la renuncia a la herencia". Por eso, comenta que la institución tiene "una salud de hierro". Con datos en mano, el 46,5% de la población valora al rey emérito directamente con un 0, según una encuesta de junio del Instituto IMOP Insights para Vanitatis y, de hecho, los suspensos agrupan al 72,8%, con una media de 2,4, lejos del 6,6 del rey Felipe VI, que recibe la aprobación del 76% de los españoles. Sin embargo, en Catalunya sólo el 23% de los catalanes aprueba la monarquía, según el primer barómetro del CEO de este año y recibe una nota de 2,1.

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"Cuando la Corona ha tenido buenas noticias, ha aparecido algo del rey Juan Carlos", afirma Rodríguez, una losa "difícil de gestionar": cree que le cuesta situarse y entender que "su hijo hace el papel que le corresponde". Así, Casals asevera que "cada vez que viene o asoma, la casa real va hacia atrás" en el propósito de silenciar el asunto y avisa de que es "capital tóxico" porque va a lo suyo. También cree que la institución tiene "una fragilidad institucional inducida por las fuerzas políticas que no saben cómo resolverla", pero "se mantiene en un equilibrio inestable que mientras nada varíe puede durar muchos años". De hecho, "está muy protegida por la Constitución", tal y como remarca Guinjoan, quien relata que ahora el PSOE "no tiene incentivos" para ir en contra. Recuerda, sin embargo, que la situación fue crítica con el rey emérito: "Entendieron bien que había que dar un paso al lado y hacer borrón y cuenta nueva porque dependía la supervivencia de la institución".

Ahora bien, ¿cómo será valorado Juan Carlos I en el futuro? Rodríguez remarca que "el problema es como el del president Pujol", de quien destaca un trabajo "notable", y apunta que se pondrá en una balanza el papel "bueno" de la exmonarca en la Transición, mientras que sobre los escándalos se contagia a la "prudencia". Guinjoan también coincide en la comparación con el expresidente: "La imagen de Juan Carlos I ha quedado tacadísima, pero seguro que tiene formas de intentar cambiarla y la experiencia nos dice que hay líderes defenestrados como Jordi Pujol que han restituido relativamente su figura". Por eso, entiende que juegue "la carta" de las memorias, si bien "la gente le conoce", "la casa real le ha cerrado la puerta y vive en los Emiratos". Por otro lado, Casals vaticina que habrá un "blanqueamiento" cuando muera, pero ahora entiende que esté "preocupado" porque puede dejar la imagen de "putero y comisionista".