Citizen Lab investiga si 150 personas más han sido espiadas con Pegasus
Los afectados podrían ser periodistas catalanes y del Estado, según 'El Confidencial'
BarcelonaLejos de apaciguarse, el escándalo alrededor del espionaje masivo a independentistas catalanes da toda la impresión de seguir creciendo en las próximas semanas. Después de la primera tanda de 65 personas afectadas por Pegasus, Citizen Lab investiga ahora si hay 150 personas más afectadas por el espionaje con este programa, según publica este sábado el diario El Confidencial. En concreto, el diario digital apunta que los 65 espiados iniciales estarían colaborando con la plataforma vinculada en la Universidad de Toronto para aclarar si, a través del acceso a sus dispositivos, también se espió a parte de sus contactos. Para esta segunda fase de la investigación, Citizen Lab ya dispone de sistemas con los que puede comprobar si ha habido infección de Pegasus en dispositivos que no sean iPhone y entre los nuevos posibles afectados habría periodistas de medios de comunicación catalanes y estatales, según el rotativo. En caso de confirmarse, se trataría de una segunda fase del espionaje con afectados fuera de la primera línea política. En una entrevista reciente al ARA, el investigador de Citizen Lab Elies Campo ya avisaba que “como mínimo” tendría que haber el doble de infectados de Pegasus respecto a los detectados en un primer momento.
Viajes a Bruselas
Precisamente el nombre de Elies Campo también ha sido noticia este sábado después de que El Mundo haya publicado que viajó varias veces en Bruselas por, supuestamente, presentar al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont varios proyectos digitales. La información del rotativo madrileño proviene de datos aportados por la Guardia Civil a las investigaciones abiertas en la Audiencia Nacional y un juzgado de Barcelona entorno a los movimientos del independentismo después de la celebración del referéndum del 1-O de 2017, básicamente alrededor del movimiento Tsunami Democràtic. Según El Mundo, varios informáticos –entre los cuales el propio Campo– habrían hecho viajes “frecuentes” a Bruselas por, siempre según la investigación, presentar avances sobre el proyecto digital de tecnología blockchain “con la que el independentismo buscaba disponer de control sobre votaciones electrónicas y la creación de una moneda digital”.