El hombre que contrató al imán de Ripoll: "Dentro parecía un ángel, pero fuera era un demonio"

El expresidente de la mezquita Annour dice que Es-Satty "nunca hizo ningún discurso radical" en el templo

Ali Yassine, expresidente de la mezquita Annour de Ripoll, en su comparecencia en el Congreso
25/03/2025
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BarcelonaLa comisión del Congreso encargada de investigar los atentados yihadistas del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils ha citado a declarar este martes al expresidente de la mezquita Annour de Ripoll Ali Yassine, quien como dirigente de la comunidad musulmana de la localidad fue el encargado de contratar a Abdelbaki es-S. Es-Satty acabaría siendo el cerebro de los ataques que perpetraron jóvenes ripolleses. Tras los atentados, el expresidente de la mezquita aseguró que nunca había visto muestras de radicalización en el imán, y hoy ha vuelto a ratificarlo.

"Nunca hizo ningún discurso radical y nunca recibimos ninguna queja", ha remarcado Yassine sobre la labor que hizo Es-Satty en los ocho meses que fue el imán, hasta que pidió tres meses de vacaciones y se le echó. "Dentro parecía un ángel, pero fuera era un demonio", espetó. El expresidente de la comunidad ha señalado que los cuerpos de seguridad españoles y los Mossos realizaron las visitas rutinarias a la mezquita, pero no realizaron un seguimiento permanente al imán: "Nunca me hicieron ninguna pregunta por él".

"Cuando le contratamos no sabíamos que tenía antecedentes, si lo hubiéramos sabido no le habríamos contratado", ha dicho, antes de lamentar que los cuerpos de seguridad españoles no le informaran de sus vínculos con el yihadismo. También ha señalado que no tenía relación con los jóvenes por la diferencia de edad, pero ha dejado claro que no tenía "ninguna sospecha" de su radicalización. En este sentido, achacó el proceso de radicalización de estos jóvenes a "la falta de información que tenían sobre el islam", y argumentó que su religión es "contraria a la violencia". "Es-Satty ha llevado a la ruina al islam", ha exclamado Yassine, quien ha asegurado, emocionado, que todavía recuerda "la imagen del niño de tres años muerto" en el atentado en las Ramblas.

"Si alguien tiene un discurso radical hay que expulsarlo o meterse en prisión", ha dicho, y ha pedido que se promueva "el islam correcto, lo que no dice que hay que matar a gente". Pese a asegurar que comparte "algunas cosas" con la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols –como la expulsión de los imanes salafistas–, Yassine criticó que criminalice a toda la comunidad musulmana.

Previamente a la comparecencia de Yassine ha comparecido Fernando Reinares, ex director del programa sobre radicalización violenta y terrorismo global en el Real Instituto Elcano. El investigador ha dicho que desconoce si se hacía seguimiento del imán, aunque admitió que se había "radicalizado" en prisión. "Fue capaz de engañar a los cuerpos de seguridad e influenciar después a los jóvenes de Ripoll", señaló. "Podrían darse las condiciones para que aportara información al CNI, pero desde que salió de prisión no colaboró ​​con el Estado", ha dicho cuando se le ha preguntado si cree que era un confidente de los servicios secretos españoles.

"Es-Satty fue muy cuidadoso y dijo a los jóvenes cómo debían comportarse", ha dicho en relación a los autores materiales de los atentados. Sobre el intercambio de información del Estado con Bélgica, que calificó a Es-Satty de radical, Reinares ha expuesto que en un caso así no debería recurrirse a "un circuito informal" y que había "suficientes elementos para realizar una consulta formal y acceder a toda la información del imán".

Fernando Reinares en su comparecencia en la comisión de investigación sobre los atentados de Barcelona y Cambrils.

Hasta ahora las declaraciones más sonadas que han salido de la comisión del Congreso han sido las de Mohamed Houli, uno de los jóvenes que formaban parte de la célula, encarcelado. Houli aseguró que "el CNI tenía conocimiento de las intenciones que tenía el imán". Según su versión, los servicios de inteligencia españoles "permitieron" que Abdelbaki es-Satty fuera a Ripoll y les "comiera el coco". "Lo digo ahora y no antes por miedo a las represalias o que pudiera perjudicarme, pero ya estoy condenado y no tengo nada que perder", dijo. Más allá de las palabras, no presentó otra prueba de que esto fuera cierto.

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