Partidos

Los comunes después de Ada Colau

La exalcaldesa se despide convencida de que podrán "volver a ganar" la alcaldía en el 2027 e insta a reponer puentes entre las izquierdas

BarcelonaLo que los comunes son hoy no se explica sin Ada Colau. Ésta es una afirmación en la que coinciden tanto los defensores como los detractores de la exalcaldesa, que dejará la dirección de Catalunya en Comú y el Ayuntamiento de Barcelona este otoño. Colau fue quien dio sentido al proyecto desde el principio y quien le ha liderado durante los últimos diez años, ocho de ellos desde la alcaldía. Colau ha sobrevivido a todas las renovaciones de la coordinación y también a las tensiones entre su entorno y Pablo Iglesias, un enfrentamiento que ya anticipaba la escisión entre los comunes y Podemos antes de la irrupción de Sumar en el tablero político. Ahora Colau se retira de la primera línea al menos temporalmente para centrarse en su agenda internacional. "Es bueno que haya relevo en los cargos", ha dicho recientemente en una entrevista en Crítico. Su despedida abre el melón de la renovación de liderazgo en los comunes tras los malos resultados electorales que les llevaron a adelantar su asamblea en noviembre.

"Entiendo perfectamente que se vaya", dice una voz de la ejecutiva de los comunes, que destaca que, aunque Colau pliegue, seguirá siendo un "referente" para el espacio y no se desvinculará. Varias fuentes consultadas por el ARA aseguran que la decisión de Colau no les sorprende, especialmente después de su último mandato en el Ayuntamiento y de la negativa del PSC y de Esquerra a gobernar con los comunes en el consistorio, y admiten que ahora espacio deberá forjar nuevas primeras espadas dentro de sus filas. Las podrían ir a buscar entre las caras visibles que representan a los comunes en las instituciones: en el Congreso, con la portavoz Aina Vidal, o en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​donde Janet Sanz relevará a la exalcaldesa al frente del grupo municipal. Otra de las figuras con mayor proyección es el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, pero fuentes de su entorno subrayan que está totalmente centrado en el ministerio y que, por tanto, no entraría en las quinielas. Los tres, por cierto, tienen un origen común: Iniciativa per Catalunya.

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10 años de Barcelona en Común

El adiós de Colau del Ayuntamiento coincide con la celebración de los 10 años de Barcelona en Comú, el partido que fundó y que fue la semilla de Catalunya en Comú. El acto para conmemorar su aniversario ha reunido este sábado el pasado, el presente y el futuro de los comunes en una jornada festiva en la Nau Bostik de la capital catalana. "Esto no es una despedida: ¡es una celebración!", ha dicho Colau, en una sala con unas 500 personas, llena hasta los topes, donde ha sido recibida con una ovación y gritos de "alcaldesa".

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Tras repasar cómo el partido empezó a andar de la mano de los movimientos sociales y de las siglas de la izquierda alternativa, Colau ha reivindicado la voluntad de "confluir" de Barcelona en Comú, y también ha recordado el papel que tuvo en él Podemos. "¿Pero para hacer qué? También aquí fuimos atrevidas y dijimos: confluimos para ganar, no venimos a ser testimoniales". Colau lo ha aprovechado para defender las medidas insignia de su gobierno, que, según ha dicho, recibieron muchas críticas en su momento y que después se han dejado de cuestionar por sostener un nuevo paradigma de políticas de vivienda o derechos sociales. Se ha referido a las supermanzanas, a la ofensiva contra los pisos turísticos o al tráfico y las viviendas preconstruidas en contenedores: "Se rieron en nuestra cara, nos dijeron que éramos unos cutres. Y los que se reían, como el alcalde y el equipo de gobierno, ahora van a inaugurarlos", ha dicho. La llegada a la alcaldía, sin embargo, también comportó tener que vivir con muchas contradicciones respecto a a la revolución que habían planteado durante la génesis del proyecto.

En sus últimas intervenciones, Colau no ha cerrado la puerta a presentarse de nuevo a la alcaldía en el 2027, pese a que el código ético de Barcelona en Comú fija en tres como máximo los mandatos de sus cargos. Esta limitación podría cambiar si así lo decide el congreso del partido municipalista convocado para el próximo verano. Colau no ha hecho ninguna mención este sábado, pero sí se ha mostrado convencida de que Barcelona en Comú podría "volver a ganar" en el 2027.

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Las familias de los comunes

La renovación de la dirección de Catalunya en Comú se producirá en el marco de una asamblea en la que, más allá de actualizar su proyecto político, los comunes abordarán cambios orgánicos para resolver uno de sus grandes retos pendientes: conseguir implantarse más allá del área metropolitana de Barcelona, ​​la única provincia en la que lograron representación en las elecciones del 12 de mayo. Las otras dos coordinadoras de los comunes –la diputada en el Parlamento y exdirigente de Podemos Jéssica Albiach y la concejala y diputada en el Congreso Candela López– aún no han comunicado al partido si quieren continuar en el cargo –este debate se abrirá en octubre, a partir del próximo día 5, según varias fuentes–. La coordinación nacional la elige la militancia de Catalunya en Comú: puede tener entre dos y cuatro miembros y un 50% deben ser mujeres, según los estatutos.

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En este foro también debe debatirse la relación con las otras fuerzas de izquierdas del tablero político, en un momento en que la ruptura con Podemos amenaza la alianza entre las dos formaciones a escala municipal, en Cataluña, el único lugar donde todavía se mantiene. También habrá que ver si algún sector más favorable a las alianzas con Podemos –por ejemplo, Esquerra Unida– gana peso en la nueva ejecutiva de los comunes, en la que en los últimos años han ido cogiendo protagonismo a dirigentes provenientes de la antigua ICV. Pese a sus roces con el partido lila, Colau se ha despedido hoy poniendo deberes a las izquierdas para rehacer la unidad (de Podemos a Compromís, pasando por Más Madrid) y hacer frente juntos a la extrema derecha: "Tenemos que rehacer a los puentes".