Junts convoca su congreso en octubre para relanzar el independentismo
El partido debe afrontar decisiones clave para construir "la única alternativa independentista", así como sobre la gobernabilidad de España
BarcelonaEl pacto de investidura a tres bandas entre el PSC, ERC y los comunes para hacer presidente de la Generalitat al socialista Salvador Illa ha dado la vuelta al tablero político y ha sido un jarrón de agua fría para Junts. La formación ha anunciado una oposición dura contra el "tripartito" y se ha erigido en la oposición independentista, pero este lunes la ejecutiva -ampliada con diputados y senadores- ha decidido convocar un congreso extraordinario el fin de semana del 27 de octubre para redefinir el rumbo del partido después del nuevo ciclo político, según ha avanzado El Nacional y ha confirmado el ARA. El último congreso juntero fue en junio del 2022.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha asegurado en una rueda de prensa que en "el nuevo contexto en el que vivimos cambian todas las bases": "Hemos asistido a la ruptura del bloque independentista y la configuración de un gobierno españolista en la Generalitat; hemos creído muy oportuno celebrar un congreso", argumentó. En este sentido, ha explicado que pretende que el congreso sea "de apertura" para construir "una alternativa muy transversal para liderar el país" y "por una hoja de ruta independentista y un modelo de país ante el tripartito de carácter unionista". El dirigente juntero ha destacado que "no es un congreso para recomponer un partido, sino para recomponer y relanzar el independentismo desde el liderazgo de Junts" que le ha dado las elecciones.
Precisamente, detectó miles de soberanistas "huérfanos" a los que abrió la puerta y se comprometió a que el congreso les permita participar, mientras que dijo que el partido necesita todavía "más sensibilidades". En cuanto al papel del expresidente Carles Puigdemont, que tomó la palabra en la ejecutiva, Turull dejó claro que no imaginan el relanzamiento "sin su participación activa", aunque evitó hablar de nombres y cargos en un momento en el que varios junteros como Xavier Trias han pedido el liderazgo firme de Puigdemont. Lo que sí ha confirmado es la "unanimidad" en el apoyo a la decisión del expresidente el pasado jueves, de regresar a Catalunya y escapar para evitar ser detenido.
La estrategia a decidir
La fecha para el congreso, el fin de semana del 27 de octubre, coincide con el séptimo aniversario de la declaración unilateral de independencia (DUI) y Turull lo calificó de "emblemático" justo después de que en el regreso fugaz de Puigdemont en Barcelona se invirtiera en recalcar "Aún estamos aquí", un clamor para recordar que el independentismo todavía está vivo. ¿Seguirán apoyando al presidente español, Pedro Sánchez? De hecho, Puigdemont ha lamentado la pasividad del gobierno estatal con la persecución que recibe del Tribunal Supremo y Turull ha afirmado que el gobierno español podría ir más allá haciendo actuar a la Fiscalía contra los jueces antiamnistía.
El congreso será fundamental para decidir si derriben al PSOE. Turull ha remarcado: "En función de lo que coincidamos de forma muy transversal de cómo relanzamos el movimiento independentista, tomaremos las decisiones que afectarán a nuestra posición en muchas políticas en el Parlamento y el Congreso". Así, insistió en que tratarán su estrategia "a partir del nuevo contexto y el acuerdo de Bruselas": "Estamos pendientes de hacerlo muy bien en nuestra casa; a partir de ahí se declinarán todas las decisiones en todos los ámbitos", respondió.
La convocatoria llega después de que la portavoz del grupo parlamentario juntario, Mònica Sales, haya asegurado en una atención a los medios tras la toma de posesión de los nuevos consellers que Junts es "la única la alternativa independentista", un concepto que van repitiendo. Desde el partido se añade que el nuevo Govern "no representa a todo el país" porque es "excluyente y españolista, con perfiles conservadores muy alejados de la centralidad política catalana".
Malestar con el nuevo Govern
El nombramiento de consellers ha evidenciado la gran grieta de Junts con el PSC y ERC. El conseller que ha ocasionado más alergia a las filas junteras ha sido Miquel Sàmper, que rompió el carnet de su partido en febrero por discrepancias después de haber sido consejero de Interior en el ejecutivo de Quim Torra, aunque para los comicios del 12-M ya había expresado su sintonía con Isla. Ha sido tachado de "Judas" por el exconseller Miquel Buch y Turull lo ha comparado con la acción de "jugar en bolsa" de la política.
En todo caso, él no es el único señalado, y la portavoz del grupo parlamentario, Mònica Sales, ha lamentado nombres "españolistas" como la consellera de Educación, Esther Niubó, de quien dice que "pone en riesgo el catalán en la escuela con una consellera de Educación que pedía que se aplicara el 25% de castellano", aunque después selló el pacto del catalán en la escuela; o el consejero de Unión Europea y Exteriores, Jaume Duch, por la "voluntad españolista". Tampoco ha gustado nada que haya 16 consejerías, con uno de los ejecutivos más numerosos: "Tiene más consejerías que voluntad política para salir adelante", ha asegurado.
Sales ha reclamado a los republicanos que den "explicaciones de cómo se ha podido hacer posible un gobierno de estas características, españolista y con clara vocación autonomista". Un rechazo que ya les ha hecho exigir "una rápida comparecencia de Isla en el Parlament" para que explique la composición del Govern. Por su parte, Sàmper sacó hierro a las críticas y recalcó que la "brecha ideológica" le empujó a marchar de Junts. "Nadie cuestiona que cuando alguien no está enamorado de su pareja se pueda divorciar y hay que dejarle marchar en paz", concluyó.