Sedición

La derecha convierte la reforma de la sedición en una "traición" a España

La iniciativa supera el primer debate en el pleno del Congreso todavía sin noticias de la malversación

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La bancada del PP aplaudiendo la portavoz del grupo, Bicho  Gamarra, durante el debate

MadridDos semanas después de que el presidente español, Pedro Sánchez, lo anunciara, el Congreso pone en marcha la supresión del delito de sedición. En un debate crispado que ha empezado pasadas las diez de la noche (ha acabado casi a la una de la madrugada) y sin Sánchez ni ningún ministro en el hemiciclo –Yolanda Díaz, Irene Montero y Alberto Garzón comparecieron en la parte final del debate–, la norma impulsada por el PSOE y Unidas Podemos, con el aval de ERC, ha empezado oficialmente su tramitación parlamentaria con los votos favorables de los socios de investidura, 187 en total, y 155 en contra –el texto no lo revisará el Consejo General del Poder Judicial–. Lo ha hecho, eso sí, ante la feroz oposición de la derecha española, que ha atacado duramente al gobierno de coalición y a sus socios porque considera que la reforma es una "traición" a España. El PP hace días que lidera una ofensiva para que la norma fracase y este jueves la ha intensificado la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, presentando la reforma como un "desmantelamiento" del Estado como forma de "pago" al independentismo catalán, que ha vuelto a calificar de "golpista". "España no lo olvidará", ha amenazado.

Los populares han sido los primeros de la triple derecha en abrir fuego contra el gobierno español en el hemiciclo y, de hecho, ya lo había hecho antes Alberto Núñez Feijóo –sin escaño en el Congreso –, cuando ha acusado al PSOE de incumplir el artículo 2 de la Constitución, que establece la unidad indivisible de la nación española. Gamarra ha vuelto a presentar a los socialistas como "traidores", no solo a la ciudadanía española, sino también a sus votantes. De hecho, hace días que el partido de Núñez Feijóo incita a los diputados del PSOE a romper la disciplina de voto y oponerse a la tramitación de la normativa, sin éxito, ya que los socialistas han rechazado la mano tendida de los conservadores, incluso los barones críticos con la eliminación del delito de sedición.

Ahora bien, la cruzada la han mantenido hasta el punto de que han forzado que la votación sea por llamamiento, es decir, que cada diputado ha tenido que decir en voz alta el sentido de su voto. El objetivo era "dejar retratados" a los diputados que avalen la reforma. "Hoy no romperán la disciplina de voto, pero romperán con la palabra que dieron a sus votantes traicionando la confianza que depositaron en cada uno de ustedes", ha subrayado Gamarra. Cuando la mesa ha llamado a la primera diputada socialista para votar, María Inmaculada Oría López, todos los parlamentarios del grupo se han levantado en bloque para mostrar una imagen de unidad y la diputada ha afirmado: "Aquí estamos todas las y los socialistas juntos, sin fisuras. Sí". Desde Ciudadanos, su líder, Inés Arrimadas, también ha acusado al PSOE de "humillar a los españoles". Los socialistas, sin embargo, se han defendido con el argumento de que la reforma sirve para equiparar el Código Penal al de las democracias europeas y han acusado al PP de no tener ninguna propuesta para Catalunya.

La incógnita de la malversación

La normativa que este jueves empieza a andar todavía puede sufrir modificaciones, dado que Unidas Podemos presentará enmiendas para evitar que la reforma perjudique al derecho a la protesta, de lo que se han quejado algunos grupos como Junts y la CUP –los dos se han abstenido–, y también entidades sociales. Precisamente en esto ha insistido este jueves la diputada cupera Mireia Vehí, que ha avisado de que el concepto de "intimidación es clave" para endurecer la "mano dura" contra el derecho a la protesta. No obstante, es todavía una incógnita si se introducirán modificaciones en el delito de malversación, porque pese a la intención que mostró el president de la Generalitat, Pere Aragonès, de abrir este melón, a estas alturas no hay ninguna propuesta firme, y dirigentes de ERC como el diputado Gabriel Rufián han admitido las dificultades de modificar la malversación sin que esto suponga beneficios para condenados por corrupción. "Esto no es una concesión a ERC ni al independentismo, sino a su democracia, para que dejen de hacer el ridículo en Europa", ha destacado Rufián, mientras escuchaba cómo se le abroncaba desde la bancada de la derecha. Dirigiéndose a las críticas de Junts y la CUP, les ha pedido que "ayuden" en lugar de estar enfadados porque con la supresión de la sedición "le hemos quitado un juguete decimonónico a los jueces fascistas".

El presidente español, Pedro Sánchez, sigue evitando pronunciarse sobre una hipotética reforma de este delito. Cuando este jueves los periodistas le han preguntado sobre la cuestión, se ha limitado a decir que es a los grupos parlamentarios a quienes corresponde presentar las enmiendas que consideren necesarias. Una manera de no cerrar la puerta a apoyar esta reforma ni avalarla. En cambio, Jaume Asens sí ha puesto en entredicho que ahora mismo haya una mayoría para que la reforma salga adelante. "Creo que esta mayoría existía hace unos días. Ahora mismo no sé si todavía existe. Ha habido una campaña de desinformación alrededor de esta cuestión y hay partidos que reciben esta presión", ha afirmado en una entrevista a TV3. Unidas Podemos está dispuesto a apoyar este cambio siempre que sea ERC quien tome la iniciativa.

La enmienda de Junts

Quien sí enmendará de arriba abajo la iniciativa es Junts. El grupo presentará una enmienda a la totalidad con texto alternativo, en el que propone derogar la sedición, especificar el uso de armas en la rebelión, no tocar los desórdenes públicos y dejar claro que se extinguen las penas y se archivan las causas judiciales abiertas por sedición o rebelión, según dice el texto al que ha tenido acceso el ARA. Este punto está claramente orientado a cerrar el procedimiento contra los exiliados, si bien sobre el ex president Carles Puigdemont pesa el delito de malversación, sobre el que el Tribunal Supremo tendrá que decidir si se puede mantener pese a que caiga la sedición, informa Ot Serra.

"Es para resolver el ridículo de Llarena con las euroórdenes", ha dicho el diputado de Junts Josep Pagès. De hecho, fuentes del grupo parlamentario critican que la motivación de la iniciativa impulsada por el PSOE y Unidas Podemos sea conseguir traer a Carles Puigdemont a España, tal como se deduce de la exposición de motivos. "La presencia en nuestro ordenamiento de tipos penales inexistentes en la mayoría de los estados de la UE resulta altamente disfuncional en cuanto al funcionamiento de la cooperación judicial y de seguridad", dice la propuesta de los partidos que integran el gobierno español. El PDECat, por su parte, ha avalado la tramitación de la norma con un voto favorable, pero ha dicho que prevé presentar enmiendas para "mejorar" el texto.

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