El PP busca recuperar el liderazgo del unionismo en Catalunya

Pablo Casado acompaña a Alejandro Fernández en el primer acto de campaña para el 14-F

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Alejandro Fernández, Lorena Roldán, Eva Parera y Pablo Casado al acto de inicio de campaña del PP

BarcelonaDespués del batacazo del 21-D, en el PP solo conciben la remontada para el 14-F. Aprovechando, especialmente, la bajada que las encuestas pronostican a Ciudadanos. Alejandro Fernández, el candidato de los populares catalanes, tiene en sus manos reunificar el unionismo alrededor del PP, tal como se ha marcado él mismo como objetivo. Para demostrarlo, ha hecho dos fichajes: la exdiputada de Ciutadans, Lorena Roldán, y la actual número dos de Manuel Valls en el Ayuntamiento de Barcelona, Eva Parera. Dos golpes de efecto que los conservadores quieren rentabilizar de cara a las elecciones catalanas para presentarse como la alternativa sólida al independentismo y a un posible gobierno tripartito.

Las dos han acompañado al candidato popular en el acto de inicio de la campaña que el partido ha hecho en el hotel Grand Marina de Barcelona, donde estaban también el líder estatal, Pablo Casado, y los primeros lugares de la lista en una sala donde había una treintena de personas. "Se ha de sacar al nacionalismo y a la extrema izquierda del gobierno de Catalunya, no hay otra manera de recuperar lo mejor de Cataluña", ha defendido Alejandro Fernández, que ha vuelto a avisar de que "dar los votos a Illa es dárselos a ERC". Para hacer más creíble el cambio que propone, el dirigente popular ha puesto de ejemplo Euskadi y Andalucía, donde en diferentes etapas el PP participó en los gobiernos que acabaron con la hegemonía del PNV en el País Vasco y del PSOE en el sur. En este sentido, ha apelado al votante constitucionalista para que les apoye y Catalunya deje de ser la única comunidad autónoma en la que no manden por primera vez ni el independentismo ni ningún tripartito de izquierdas. "Se tiene que salir a votar en masa, porque ellos juegan con la participación. El único voto útil es el del cambio. El de los que todavía no hemos gobernado", ha añadido Casado.

"Seremos protagonistas, somos un partido de gobierno. No estamos aquí para la contemplación del paisaje, estamos para gobernar, y saldremos a ganar la campaña", ha avisado. Toda una declaración de intenciones que, de momento, las encuestas no prevén que se pueda materializar. El PP se ha negado a apoyar un gobierno encabezado por Salvador Illa y la suma con Cs y la probable irrupción de Vox -que podría arañar votos a los mismos populares- tampoco sería suficiente. "No quiero otra coalición Frankenstein en Catalunya. Ya sabemos a qué conduce", ha añadido Casado. En el acto de esta tarde, Alejandro Fernández se ha arreciado en su negativa a apoyar a Illa y ha explicado cómo el candidato socialista no aceptó un pacto que habría dado la alcaldía al PP en los ayuntamientos de Castelldefels y Badalona.

Pero en las filas populares, a pesar de las bajas probabilidades de un gobierno constitucionalista, son optimistas. Confían en el sorpasso a Ciudadanos si se cumple la caída libre que le pronostica la demoscopia. Por eso, el PP ha decidido poner toda la carne en la parrilla esta campaña. De hecho, ya hace semanas que lo hace. El partido ha diseñado una precampaña que gira alrededor de las visitas semanales que hace el líder estatal, Pablo Casado, a Catalunya desde principios de noviembre. Y que continuará haciendo durante toda la campaña. Casado se volcará en la campaña electoral de los populares y participará al menos en siete actos. Este jueves, por ejemplo, ya ha pasado todo el día en Catalunya: por la mañana ha visitado Castelldefels y por la tarde ha participado en el acto de inicio de campaña en Barcelona. El objetivo es visibilizar un PP que en 2017 tocó fondo y quedó en el último rincón de la cámara catalana con solo cuatro diputados, el peor resultado de la historia del partido, que ahora quiere recuperar el terreno perdido.

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