BarcelonaLos líderes transversales son aquellos que logran, en algún momento, superar las fronteras de su espacio político y son capaces de conseguir adhesiones de gente muy diversa. Se trata de personas a las que, a pesar de las posibles diferencias ideológicas, nadie les cuestiona su autoridad. Mirando el histórico de resultados en la Generalitat, he fijado el umbral de los 50 escaños como meta. Y solo tres candidatos han obtenido esta cifra: Jordi Pujol (en cinco ocasiones), Pasqual Maragall (1999) y Artur Mas (2010 y 2012). Por tanto, se puede afirmar que Artur Mas es el último líder transversal (más cuando tuvo 62 escaños que cuando bajó a 50) que ha tenido Catalunya.
Desde entonces, nadie se ha acercado. El máximo son los 36 de Inés Arrimadas del 2017, una cifra que ahora parece que Salvador Illa está en disposición de superar. Sin embargo, parece difícil que Illa llegue a los 50 (y menos Puigdemont o Aragonès). Por tanto, todo apunta a que el próximo president de la Generalitat no tendrá la característica de la transversalidad. Illa, como Arrimadas, puede ser el aglutinador del voto anti-Procés (como Trias aglutinó el voto anti-Colau), y Puigdemont del voto independentista más irredente, pero ambos provocan un rechazo elevado en la parte contraria del electorado, es decir, no le reconocen la autoridad.
La pregunta es si, a medio plazo, será posible que haya un candidato capaz de trascender la política de bloques y alcanzar la cifra de los 50 escaños. ¿Qué características debería tener? ¿Qué ideología? ¿O en Catalunya, al igual que en España, eso es ya un imposible?