La contundente victoria de Illa refuerza la estrategia de Sánchez
El PSOE celebra el fin del Procés pero depende de Junts y ERC en el Congreso
MadridPedro Sánchez decidió que debía dar la vuelta a la judicialización del Procés. Empezó por los indultos, siguió con la supresión del delito de sedición y lo culminó con la ley de amnistía. Lo hizo más por necesidad que por convicción, pero detrás había una hipótesis que el 12-M ha validado: deshinchar el relato de la represión supondría un apaciguamiento del movimiento independentista. La contundente victoria de Salvador Illa da la razón a la estrategia del presidente español, que, lejos de querer dar una respuesta mínimamente satisfactoria al anhelo soberanista, lo que siempre ha pretendido es enterrarle y alejar la idea de que una mayoría de catalanes apuesta por celebrar un referéndum . Ahora bien, la aritmética en el Congreso es la que es y el líder del PSOE sigue necesitando el apoyo del independentismo para sacar adelante la legislatura. Precisamente, de eso le advirtió el PP, que celebra que vuelve a ser la primera fuerza de la derecha españolista en Catalunya.
“Hoy se abre una nueva etapa”, se congratulaba Sánchez en un tuit a X. La Moncloa tenía un doble objetivo en las elecciones catalanas: que Illa consiguiera una victoria clara –7 diputados por encima de Junts lo es– y que no hubiera mayoría independentista. Durante la campaña, fuentes del gobierno español defendían que Isla pudiera conformar un gobierno en solitario gracias a la concurrencia de una de las dos formaciones soberanistas. Habrá que ver cuál reflexión hará Esquerra y si, de alguna forma, querrá jugar a la gobernabilidad en el Parlamento para no arriesgarse a una repetición electoral. Sea por la vía que sea, en solitario o en coalición, para Sánchez sería positivo que Illa accediera al Palau de la Generalitat. Un tercer objetivo inconfesable para los socialistas también se abre paso: apartar a Puigdemont de la primera línea política –él mismo aseguró que se retiraría si no conseguía la presidencia.
Dos simpatizantes socialistas, una de ellas con una rosa en la mano, se acercaban a la sede de Ferraz para preguntar si Sánchez o dirigentes del PSOE saldrían a celebrar los resultados. Esto solo ocurre en las elecciones generales o en episodios especiales como el comité federal del pasado 27 de abril, en el que todo el partido imploró al presidente español que no dimitiera. Es difícil saber si esta maniobra de Sánchez, coincidiendo con el pistoletazo de salida de la campaña en Catalunya, ha tenido influencia en los resultados del PSC. Eso sí, se ha implicado en la campaña como no lo había hecho en las recientes elecciones en Galicia y Euskadi. Inicialmente, debía acompañar a Isla en seis mítines, ya raíz de los cinco días de reflexión acabaron siendo cuatro.
Ha sido una noche alegre en Ferraz, mientras en Génova trataban de sacar pecho de una importante crecida del PP. En la batalla de la derecha, Feijóo supera a Santiago Abascal, si bien Vox ha mantenido los mismos escaños que hace tres años (11). En esta línea, el entorno de Feijóo subrayaba que han obtenido voto proveniente de Cs y parte del PSC, que interpretan que crece a expensas de ERC.
"No tendrá la vida más sencilla"
El PP reivindicaba que es el partido que más sube y, en clave española, advertían que después del 12-M "Sánchez no tendrá la vida más sencilla". Lo cierto es que en Madrid Junts y ERC siguen siendo decisivos para el gobierno español y en Génova destacan que los siete diputados del partido de Carles Puigdemont aún serán más caros a partir de ahora si en Catalunya se quedan en la oposición,informa Andrea Zamorano. Además, "el independentismo pondrá un precio al gobierno del PSC", añadía la número 2 del PP, Cuca Gamarra. Tras la reflexión de Sánchez y con ese paréntesis del 12-M que ha dormido durante unos días la política en el Estado, la legislatura continúa con el veto del Senado en la ley de amnistía este martes. El PP hará buena su mayoría absoluta en la Cámara Alta para tumbar la norma, que pasará al Congreso con previsión de aprobarse definitivamente la semana del 27 de mayo. Será también cuando, a partir del 29 de mayo, Sánchez podría activar el botón del adelanto electoral –pero ahora esta opción parece ya descartada, tras la decisión de mantenerse en la Moncloa– y cuando habrá empezado la campaña de las elecciones europeas, verdaderamente planteadas como una disputa entre Sánchez y Feijóo.
"Las elecciones europeas se plantean como un plebiscito para Feijóo, que sólo aspiraba a superar a Vox en estas elecciones y que ha asumido un discurso de ultraderecha", apuntaban fuentes del PSOE, que volverá a coger la bandera del espantajo de la influencia de la ultraderecha sobre la derecha en estos próximos comicios. En las elecciones del 9 de junio también se jugará las algarrobas Yolanda Díaz. La líder de Sumar ve como uno de sus principales apoyos, los comunes, no han obtenido buenos resultados en Cataluña, y las expectativas para las europeas no son prometedoras, teniendo en cuenta que Podemos presenta a Irene Montero como jefe de filas. Sánchez sale victorioso de esta noche electoral, que, de la mano del PP y Vox, suma la mayoría absoluta de 68 diputados en el Parlament contrarios al referendo.