La disputa de la derecha españolista se intensifica: el PP exhibe fuerza frente a Cs y Vox

BarcelonaEl pistoletazo de salida de la candidatura del PP con los cabezas de lista ha servido para realizar una demostración de fuerza del partido, que despunta en intención de voto en el espacio de la derecha españolista mientras se intensifica la batalla con reproches de Cs y Vox. El acto de los populares de este miércoles con un millar de asistentes en el Hotel Catalonia tuvo la presencia del líder estatal, Alberto Núñez Feijóo, y permitió erigir la formación en la única "alternativa constitucionalista" ante un PSC que ha vuelto a situar en el independentismo. De hecho, el cabeza de lista de los populares para Girona, Jaume Veray, ha retratado la situación de Ciutadans –sin una mención explícita, aunque evidente– como la de un partido que nació "prometiendo cambio" y ahora "está agonizante", a diferencia de la continuidad del PP.

Esta idea de continuidad frente a los otros partidos de la derecha ha sido la tónica de un acto que ha servido para movilizar al electorado propio y para sacar pecho de los rasgos diferenciales de un partido que, según Feijóo, mantiene el compromiso de "la llama de la libertad, que ha mantenido encendida siempre", que "es la Constitución" –aunque en Alianza Popular, la formación predecesora del PP, hubo división por la carta magna con varias oposiciones al texto. Feijóo también abogó por una "Cataluña catalana", pero también "española y universal" y llegó a aventurar que el Principado puede ser catapulta de su presidencia: prometió que si el PP llega al gobierno bajará el IRPF con efectos retroactivos desde enero del 2024. "Ya ganamos el independentismo. ¿Por qué no podemos ganarlo más veces?", se ha preguntado Feijóo, lo que ha puesto presión en el candidato Alejandro Fernández –a quien designó la semana pasada pese a las dudas sobre su candidatura.

A su vez, el cabeza de lista del PP en Catalunya ha apelado a la "rebeldía" y se ha centrado en la necesidad de "pasar página del Proceso" y su "decadencia", en una candidatura que "cose" el país y se centra en los "problemas reales". Y lo ha hecho espejándose en el cambio que asegura que propulsó a José María Aznar en 1996 en relación al crecimiento económico.

Batalla a la derecha

Por su parte, Ciutadans ha presentado la candidatura a la Generalitat y los diez primeros de la lista para Barcelona en un acto sin público en la plaza de Espanya, con atención sólo a los medios de comunicación. De hecho, según las fuentes consultadas por el ARA, el partido naranja hará una campaña electoral de mínimos: evitará los mítines diarios y fiará su supervivencia a sólo tres actas con público.

Ahora bien, sí insistirán en un mensaje: señalarán lo que consideran una "traición" tanto del PSOE con la amnistía como del PP con la exploración del pacto con Junts después de las españolas. En este sentido, tras romper las negociaciones para hacer una coalición con los populares, el candidato de Cs, Carlos Carrizosa, ha dicho que el PP no quiso ir con ellos de la mano porque quería un presidenciable "amable" con los partidos nacionalistas y que por eso Feijóo ha rodeado la lista de Alejandro Fernández de "afines" para poder pactar con Junts tras los comicios, según especuló. De este modo, Cs quiere intentarse desmarcar del PP "tras el acuerdo fallido", según fuentes del partido. Ni siquiera mencionan los nombres de los candidatos popular o socialista, que llaman "emisario de Sánchez" o "títere de Feijóo", respectivamente.

En cambio, desde Vox centran las críticas en el "partido separatista" del PSC y se limitan a asegurar que ellos son el "primer partido nacional de Catalunya", por delante del PP. Precisamente, el partido de extrema derecha reivindica la batalla "sin complejos" que han hecho en el Parlament y que han pisado la calle hablando de unas preocupaciones que consideran "reales": se refieren a temas que son protagonistas en su campaña, como la inmigración, un terreno que se disputan también con el partido de extrema derecha de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols.